El empresario constructor y platanero galdense Félix Santiago Melián ha fallecido este viernes, según han confirmado fuentes oficiales. El cuerpo sin vida fue localizado en Playa de Sardina. Tenía 87 años y deja mujer y cinco hijos.

Nacido justo un año antes de estallar la Guerra Civil, se fajó en "la universidad de la vida", de lo que siempre se mostró orgulloso. Sus negocios prosperaron hasta convertirse en un habitual del movimiento empresarial hasta poco más allá de la crisis de 2008. En los últimos años había adoptado un perfil más bajo y había propiciado el acceso al timón de la siguiente generación.

Un carácter fuerte como el suyo, sin embargo, no le permitía quedarse en casa adoptando una actitud más contemplativa. Una cosa era claudicar ante nuevos modelos de gestión más eficientes y modernos, y otra evaporarse del día a día. Por eso no era extraño encontrarlo entre sus plataneras observando desde la primera línea cómo evolucionaba el negocio. Del mismo modo, también las oficinas del grupo acostumbraban a tenerlo como asiduo visitante.

Comenzó de cero, construyendo las tapias que separaban las fincas de plataneras

Sus 400 fanegadas le convirtieron en el mayor productor de plátanos de Europa. En un solo año llegó a poner en el mercado más de 12.000 toneladas. Entre la agricultura y la construcción cabalgó su grupo empresarial, que llegó a dar empleo a un millar de trabajadores.

Su historia es de las que merecen contarse desde el principio. Desde aquel momento en que el aún niño Félix Santiago construía con sus propias manos los muros que separan las fincas entre sí y soñaba con ser alguna vez quien tuviera la suya. Eran tiempos en los que el hambre era una de las grandes enemigas de la existencia misma.

De ese modo, al llegar a la adolescencia aquel vecino de Anzofé tenía perfecto conocimiento de cómo debía dirigirse un negocio platanero con éxito. Presencia continua en la finca y ganarse el respeto de los trabajadores se convirtieron en su modo de vida para crecer sin cesar desde el momento en que consiguió hacerse con la primera pequeña plantación.

Una vez más, prestando el oído a quien entendía que merecería su atención, entendió que tener todos los huevos en una misma cestas comportaba grandes riesgos, por lo que, no sin las preceptivas cautelas, comenzó a explorar otros rincones de la actividad productiva.

De ese modo, en la mitad de la veintena ya era un empresario más que incipiente. De la necesidad que pasó hasta incluso después de terminar el servicio militar da cuenta el sistema de sustitución de guardias que ideó y que le permitió tener unos ingresos extra. Hizo correr por el cuartel la voz de que había un compañero dispuesto a sustituir a quien lo estimara necesario a cambio de una módica cantidad de dinero. Se acostumbró así a dormir muy pocas horas a cambio de tener dinero en el bolsillo, otra de las constantes que se le adhirieron a la vida hasta prácticamente el último día.

Se convirtió en el mayor productor de plátano de toda Europa

El propio grupo FSM (Félix Santiago Melián) sitúa su gestación en 1961 y se declara activo hoy en sectores tan diversos y dispares como el inmobiliario, la construcción, la venta de hormigones, áridos, asfalto y mortero, la agricultura, la venta de hidrocarburos al por menor (estaciones de servicio) y las energías renovables.

El desarrollo del Noroeste tuvo a Santiago como uno de sus principales protagonistas, tanto en el plano inmobiliario como en el urbanístico. También la capital grancanaria fue escenario de iniciativas de este calado protagonizadas por él. La construcción de las viviendas y la labor de urbanización de la avenida Juan Carlos I, junto al Hospital de Gran Canaria Doctor Negrín, son también parte de su legado.

Consternada tras conocer la noticia, la presidenta de la Asociación de Empresarios Constructores y Promotores de la provincia de Las Palmas (AECP), Salud Gil, recordó este viernes la contribución del fallecido a la creación de la propia organización sectorial. "Estuvo en los momentos más difíciles, cuando se negociaron por primera vez los convenios colectivos, cuando en la Transición se hizo necesario establecer el diálogo social; él siempre estuvo ahí y siguió estándolo, estoy segura, hasta el último minuto", afirmó.

Reconocimiento social

La relevancia de la intervención de sus empresas en varias localidades grancanarias le valieron el reconocimiento social. Hijo predilecto de Gáldar, hijo adoptivo de Santa María de Guía o el Roque Nublo, que otorga el Cabildo de Gran Canaria, son, entre otras, algunas de las distinciones a las que se hizo acreedor en vida. También a la admiración de los que lo vieron actuar de cerca. "Deja un legado que seguirán formando parte del futuro de este Archipiélago", continuó Gil.

Ese mismo carácter que le llevó no pocas veces a defender con firmeza su criterio frente a sus colaboradores fue lo que le costó algunos sonados con varios pesos pesados del movimiento empresarial. Tuvo por costumbre no callar ante todo aquello que no le gustaba, pero por más que se enconara la disputa siempre se saldó con el hallazgo de un posición de consenso.

Dedicado a trabajar y mantener todos los empleos que había generado siempre le costó entender el apego por un duelo florentino de salón y, sobre todo, el gasto de energía que conllevaban para avanzar siquiera unos milímetros las posiciones. La historia del niño que tuvo que buscarse la vida desde prácticamente antes de tener la dentadura definitiva siempre lo persiguió. Mientras colocaba los bloques de esta o aquella tapia asumió que el control total y cercano del negocios era la mejor garantía para mantenerlos llenos de salud.

Quienes lo conocían no ocultan que ver cómo cambiaban las cosas tal y como él las había aprendido no le hacía feliz. Su resistencia a la llegada de los sucesores al poder no fue enconada, pero no tener todo el control como ocurría antaño sí le generaba frustración.

"El fondo del caldero"

Las urgencias de la UD Las Palmas también merecieron su atención. Puso dinero de su bolsillo cuando las cosas pintaban mal, pero exigió ver "el fondo del caldero" antes de acudir al rescate con más intensidad en una segunda ocasión. No pocas miradas se posaron sobre él y otros empresarios como llamados a salvar al club amarillo, pero Santiago exigió conocer hasta el último céntimo la deuda generada por los predecesores.

Ya con el primer proceso concursal del fútbol español en marcha, Félix Santiago amenazó con reavivar el pasivo de 1,2 millones de la UD que había condonado años antes. Se enteró de que esa suma se utilizó para satisfacer deudas con otros empresarios y se sintió estafado. El enfrentamiento con los rectores del club fue sonado y su postura amenazó con imposibilitar el cierre del procedimiento concursal. Finalmente, el acuerdo llegó.1,2 millones de euros

Enamorado de su Gran Canaria natal, en la segunda mitad de los años 80 decidió adquirir una vivienda en la zona alta de Barcelona. En sus visitas más o menos regulares hizo grandes amigos con los que le gustaba departir para conocer otros puntos de vista. Sentía que esas conversaciones informales enriquecían su existencia y, en muchos casos, eran tan aplicables a la vida como a los negocios.

Al mismo tiempo, no dudaba en dar conocer todos los detalles que le demandaban sobre las Islas. Dicen que era capaz de convertir al más liberal de esos amigos en el más firme defensor de las ayudas que Europa destina a la producción platanera.

Su presencia en el sector constructor le llevó a vivir uno de los momentos más amargos cuando estalló la burbuja inmobiliaria. Años después reveló al periodista Amado Moreno que la división constructora e inmobiliaria se encontró de la noche a la mañana con más de 600 viviendas en las manos sin nadie interesado en adquirirlas. Más de medio millar de trabajadores salieron de sus empresas mientras malvendían los edificios.

En el momento de conceder esa entrevista -finales de 2017-, la crisis de 2008 empezaba a ser un recuerdo y Félix Santiago animaba a la clase política a impulsar la inversión pública como vía segura para la creación de empleo. Al mismo tiempo, reconocía que no es sano para la sociedad contar con trabajadores que no pueden llegar a fin de mes por la escasez de sus ingresos, y se mostraba convencido de que había que abordar una revisión salarial para continuar avanzando.

"Estamos doblemente de luto, por la persona y por el empresario"

Salud Gil - Presidenta de la AECP

Sin abandonar los asuntos políticos le gustaba contar aquella ocasión en la que consiguió meter en su coche a Pedro Solbes y poner a conducir al entonces alcalde de Gáldar, Demetrio Suárez, mientras él exponía al exministro y ex comisario europeo la necesidad de incrementar las ayudas para la agricultura canaria. Otra de sus víctimas, en este caso jugando a las cartas mientras se tertuliaba en su casa de Sardina del Norte, fue Jerónimo Saavedra, al que tenía en alta estima. Tanta como para, siempre según la versión de Santiago, dejarle ganar mientras fue ministro y no dejarle ganar ni una mano cuando tras cesar en el cargo; la socarronería -solo cuando se encontraba cómodo y en confianza- era otra de sus señas de identidad.

«Estamos doblemente de luto», señaló Salud Gil, «por la persona y por el empresario». La playa de Sardina también lo echará de menos porque era un enamorado del litoral norteño grancanario. Pocos eran los días en que no se zambullía en el Atlántico, sin tener que esperar al calor para ello. Le sentaba bien y así lo confesaba a quienes se interesaban por esa costumbre que para él era necesidad. Más de dos días sin darse un baño no le sentaban bien, aseguraba.