La CEOE alerta de una desaceleración fuerte en 2023 aunque sin recesión

Los empresarios canarios prevén que la economía crezca entre un 1,3 y un 3,3%, la mitad que en 2022, y alertan de una nueva caída del PIB per cápita

Una pareja de operarios trabaja en la reforma de una plaza. | | CARSTEN W. LAURITSEN

Una pareja de operarios trabaja en la reforma de una plaza. | | CARSTEN W. LAURITSEN / M. Á. Montero

La economía canaria experimentará en 2023 una «importante» desaceleración. El tejido productivo regional evitará la recesión pero no se librará de un sensible «enfriamiento». En el mejor de los casos, el Producto Interior Bruto (PIB) de la Comunidad Autónoma crecerá la mitad que el año pasado, un 2022 en que, además, el PIB no se incrementó tanto como calcula el Gobierno de Canarias. En la Consejería de Economía, que dirige Elena Máñez, consideran que el PIB aumentó el ejercicio anterior entre un 6,3 y un 7,6%, mientras que en el servicio de estudios de Corporación 5, la consultoría que elabora los informes trimestrales de coyuntura para la Confederación Provincial de Empresarios de Santa Cruz de Tenerife (CEOE-Tenerife), rebajan la previsión del Ejecutivo al 6,2%. En cualquier caso, tanto si se cumplen las previsiones del Gobierno como si al final son los cálculos de Corporación 5 los más próximos a los datos definitivos –que en su momento dará a conocer el Instituto Nacional de Estadística–, en la patronal y en la consultoría tienen claro que se avecina un «intenso frenazo».

El récord de empleo no se traduce en una mayor productividad, el gran problema del Archipiélago

No en vano, la economía isleña ya dio síntomas de agotamiento en el último trimestre del año pasado, cuando creció un leve 0,2%. No se producirá, eso sí, la tan temida recesión, explicó el director del área de Consultoría de Corporación 5, José Miguel González, que puso, no obstante, dos asteriscos: por un lado precisó que si bien descartan la recesión en 2023 –salvo, claro, circunstancias sobrevenidas–, no pueden hacerlo más allá, con lo que el crecimiento negativo podría acabar produciéndose en 2024; y, por otro lado, puntualizó que lo que no habrá este año es una recesión en sentido estricto. ¿Qué quiere esto decir? Pues que no se encadenarán dos trimestres con caídas del PIB, y para que una región o país de la Unión Europea entre oficialmente en recesión debe cumplirse ese requisito, es decir, haber pasado dos trimestres consecutivos con la economía en números rojos. En definitiva, no habrá en Canarias una recesión técnica o teórica en 2023, pero sí una notable ralentización del crecimiento. A lo sumo, el PIB crecerá un 3,3%, la mitad que en 2022, y eso en el mejor de los casos. En el peor, la subida se quedará en poco más de un punto.

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  • La confederación de empresarios calcula que el Producto Interior Bruto (PIB) se incrementó el año pasado un 6,2%. El Gobierno regional cree que la subida fue de entre el 6,3 y el 7,6%.

Tanto José Miguel González como el presidente de la CEOE-Tenerife, Pedro Alfonso, valoraron los «buenos» datos de empleo de la última Encuesta de población activa, la correspondiente al trimestre final de 2022, pero lo hicieron en su justa medida. Sobre todo porque el récord de trabajadores y afiliados a la Seguridad Social alcanzado al calor del boom turístico pospandemia no se ha traducido en una mejora de la productividad, y el gran e histórico problema de la economía de la región es precisamente su baja y hasta bajísima productividad. En 2019, el último ejercicio antes de la doble crisis de la covid y la inflación, el PIB de la Comunidad Autónoma ascendió a unos 47.200 millones de euros; el año pasado, con alrededor de 50.000 empleados más, el Producto Interior Bruto se quedó por debajo de los 46.000 millones. Hay más gente que nunca trabajando pero se genera menos renta –el PIB es renta– que en el último año de bonanza.

Las Islas no se librarán de las consecuencias de la agresiva subida de los tipos de interés

Lo anterior explica por qué los canarios son cada vez más pobres en relación con el resto de los españoles. El PIB, renta o riqueza per cápita de las Islas, ahondó González, equivale al 72% de la media nacional. En términos gruesos, esto significa que por cada cien euros que el español medio tiene en los bolsillos, el isleño medio apenas tiene 72. Y lo peor no es esta enorme brecha, sino la evidente incapacidad colectiva para corregirla.

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  • De cara al actual ejercicio, la patronal pronostica que la economía canaria crecerá, a lo sumo, un 3,3%, es decir, aproximadamente la mitad que en 2022, y eso como mucho.

A finales del siglo XX y comienzos del actual, el PIB per cápita del Archipiélago prácticamente había convergido con la media del país. La riqueza por habitante equivalía en Canarias a más del 99% de la media nacional. Sin embargo, desde entonces está en marcha un proceso de empobrecimiento relativo que, al menos de momento, es imparable. Es imparable incluso con récord de empleo, y no parece que esto vaya a cambiar en 2023, cuando se frenará la creación de puestos de trabajo y se incrementará la tasa de paro. Con el Banco Central Europeo (BCE) embarcado en una paulatina subida de los tipos de interés para combatir así la inflación, será imposible un escenario diferente, básicamente porque no hay economía alguna que no se resienta de un alza de los tipos tan agresiva. «En 2023 las cosas van a ir peor que en 2022», subrayó González. Queda por ver cuánto peor.

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