Las reservas de cenas de empresa se disparan esta Navidad en Canarias y eso que son hasta un 30% más caras

Las fiestas se adelantan a noviembre ante la alta demanda

La mayoría de los negocios opta por pagos anticipados para evitar cancelaciones de última hora

Compañeros de trabajo cenan juntos para celebrar la llegada de la Navidad.

Compañeros de trabajo cenan juntos para celebrar la llegada de la Navidad. / LP / ED

Clara Morell

Clara Morell

Aunque el mes de noviembre está apenas comenzando, las cenas de empresa con motivo de la Navidad ya están aquí. En menos de una semana, la hostelería canaria ha pasado de decorar sus locales con motivos de terror por Halloween a desempolvar las figuras del portal de Belén. Este año, además, las reservas y las cenas han llegado más pronto que nunca. Casi no hay disponibilidad y eso que los precios no acompañan. La inflación, la subida del precio de la luz y el incremento de los costes salariales ha encarecido los menús entre un «25% y un 30%».

Así lo estima Carlos Quintero, vicepresidente de la Asociación de Empresarios de Restauración y Ocio de Santa Cruz de Tenerife (Aero), quien cree que los hosteleros están haciendo «malabares» para poder repercutir el alza de costes en el precio final de los menús navideños. «Ha sido un año muy duro que empezó, ya desde sus primeros meses,a golpearnos con la subida del precio de la luz».

Sin embargo, lo que más ha encarecido cada plato es el incremento de los precios de la alimentación. Quintero apunta que, aunque cada negocio trata de regular y mostrar en carta estas subidas, «es difícil hacer asumir esto al cliente». Según datos del Índice de Precios de Consumo (IPC), los productos alimentarios se situaban el pasado octubre un 13,5% por encima que en el mismo mes de 2022. Y en el caso de las bebidas alcohólicas, el IPC fija el aumento en el 5,4%.

Otro de los imprevistos que ha sufrido la hostelería en los últimos meses ha sido la subida del salario mínimo. El vicepresidente de Aero cree que solo este aumento les supone un gasto de en torno al 12%. En definitiva, sumando el encarecimiento de la luz, los alimentos y el coste salarial, Quintero sitúa la subida final de los menús para las cenas de empresa entre un «25% y un 30%».

Pese a todo, los teléfonos de los restaurantes no paran de sonar. Las reservas se realizan más pronto que nunca y noviembre es, a efectos de las cenas de empresa, mes de Navidad. «No podemos decir que 2023 sea un mal año y, encima, creemos que tendremos un buen final a juzgar por el adelanto de las reservas. Si bien es verdad que dudo que lleguemos a los niveles de 2022, pues el año pasado fue de récord por las ganas que la gente tenía de celebrar tras años de restricciones por la pandemia».

En el caso de la provincia de Las Palmas, Antonio Márquez, vicepresidente de la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo (Feht), considera que el impacto en el precio de los menús será poco notable pues «los restaurantes no pueden repercutir el total de la inflación en un consumidor que está ahogado». La subida de los platos, asegura, será «leve» gracias a que muchos restaurantes han decidido retirar productos del menú que «en estos momentos tienen precios prohibitivos». 

Para ajustar su carta, los restaurantes retiran los productos con precios «prohibitivos»

«Si algunos productos han subido un 50%, nosotros no podemos subir los precios un 50% porque entonces no vendría nadie», lamenta Márquez, quien cree que la inflación la están soportando los beneficios de los empresarios de la restauración. «Y todo esto, a pesar de que el turismo va bien, que es por lo que escapamos».

Las reservas, para Márquez, han aumentado este año con respecto a los días clave –en los que prácticamente no hay disponibilidad–, mientras que en el resto de fechas, como en noviembre, «van algo lentas». En su opinión, esta tardanza a la hora de concertar una cena se debe a la necesidad de los clientes de «regatear» y «comparar» hasta encontrar los menús con los precios más baratos.

En cuanto a las contrataciones, los hosteleros prevén que aumenten «ligeramente», al igual que las horas extra del personal fijo. Sin embargo, Márquez puntualiza que el crecimiento de las plantillas será «estacional» pues enero, si los precios de los alimentos no caen, se prevé como un mes «duro» para el sector. 

Hablan los propietarios de restaurantes

Uno de los restaurantes más populares para cenar en Santa Cruz de Tenerife es San Sebastián 57, un lugar cuyas cocciones largas y lentos borboteos le han valido ser reconocido por la Guía Michelin. El cocinero Alberto González explica que las subidas semanales en productos tan básicos como huevos, aceites y harinas han vuelto «menos competitivos» a los hosteleros, pues les obligan a trabajar por debajo de márgenes comerciales adecuados.

Y es que, al cocinar con aceites especiales, González, ha tenido que pasar de pagar 26 a 57 euros por cinco litros de aceite. Pero el tipo de experiencia culinaria que ofrece no se puede hacer de otra forma y la calidad tampoco puede perderse en el camino. «Nos vemos obligados a seguir comprando ese aceite, al igual que pasa con algunos tipos de carne y pescado». Todo ello, tratando de tocar «al mínimo» el precio de los menús: «Somos conscientes de que hay un punto hasta el que nuestro cliente puede pagar».

Las reservas en San Sebastián 57 se acotan a los dos fines de semana antes de Navidad y la previsión es llenar las mesas. Como en otros años ha habido problemas con las reservas de grupos que luego no se presentaban, esta vez están pidiendo un anticipo a su cliente para evitar que lo destinado al aumento de personal y productos supongan luego una inversión perdida.

En Llévame al huerto, restaurante de Las Palmas de Gran Canaria especializado en comida saludable y ecológica, han visto una reactivación de la hostelería durante estos primeros días de noviembre, por lo que afrontan con optimismo la Navidad pese a la inflación. Las reservas, cuenta la chef principal Cristina Arteaga, arrancarán desde la primera semana de diciembre y «todavía queda algo de disponibilidad».

Esta Navidad se intuye en Ristorantino como «peligrosa» y, por ello, han necesitado «calcular muy bien» la estrategia. En este restaurante de comida italiana ubicado en Santa Cruz de Tenerife y liderado por Carmine Parisi, los sabores de los platos de las abuelas se mezclan con los aromas de vanguardia y, en las próximas fechas, trabajarán con diez menús cuyos precios están acotados a 36 euros. Lo que se busca es tratar de repercutir al mínimo la subida de los alimentos. Allí sí se ha percibido el adelanto de las cenas de empresa, que llaman a la puerta desde noviembre. Eso sí, las reservas se hacen siempre con un pago previo para evitar sinsabores.

Los menús de los hoteles serán solo para turistas

Para hacer algo especial durante las fechas navideñas, muchas familias canarias tienen por costumbre reservar una cena en un hotel pese a no tener pensado ocupar una cama esa noche. Especialmente en Fin de Año era habitual contratar el menú, el cotillón, las uvas y la fiesta en un establecimiento hotelero y, a la mañana siguiente, regresar a casa para dormir. Sin embargo, la previsión este año es que esas mesas las ocupen solo los visitantes alojados en el establecimiento. Y es que, la recuperación turística que durante este año se ha vivido en las Islas, con un gasto por turista que se ha incrementado en más de un 15%, ha impulsado la contratación de experiencias gastronómicas o de ocio. Además, si ya se venía de buenas cifras, al Archipiélago le queda invierno –su tradicional temporada alta– para ponerle la guinda al pastel. En este sentido, José María Mañaricúa, presidente de la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Las Palmas (Feht), recuerda que los servicios que ofrecen los establecimientos hoteleros -como es el caso de las cenas navideñas- están «muy vinculados» a la ocupación que tengan en ese momento y, las previsiones de reservas para diciembre son «muy buenas», esperándose lograr los datos turísticos de 2019 –un año de por sí excepcional para el turismo– e incluso superarlos. La única nota amarga para el sector la pone la inflación, de la que tampoco se escapan los restaurantes de los hoteles. Así, Mañaricúa fija en un «20%» el alza de las materias primas con las que se elaboran los menús festivos. «Todo ha subido y, por desgracia, hay que reflejarlo en el precio final». | C. M.

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