Reducción del daño en el tabaquismo

Jorge Soler: «Philip Morris, investigación para conseguir un futuro sin humo»

Jorge Soler, Director de asuntos médicos y científicos de Philip Morris Spain.

Jorge Soler, Director de asuntos médicos y científicos de Philip Morris Spain. / LP / DLP

Transformarse o morir. Hace más de diez años, Philip Morris comenzó el cambio para convertirse en una compañía tecnológica libre de humo. La multinacional del sector tabaquero pretende que en 2025 más del 50% de sus ingresos procedan de las alternativas sin humo, y en su filosofía está seguir investigando para contribuir a la reducción del daño asociado al tabaquismo. Para ello, la compañía se ha dotado de una plantilla de más mil científicos que ya ha registrado más de 4.600 patentes solo en Europa, lo que ha hecho que Philip Morris sea la única empresa del sector tabaquero en el Top 100 en número de patentes concedidas en el ámbito europeo. Encabezando en España el camino de la transformación para alcanzar un futuro sin humo está Jorge Soler, director científico de la compañía.

Como médico de familia participar en estudios para la prevención del tabaquismo y sus enfermedades asociadas, debe de ser como estar en la raíz de gran parte de los problemas que, de no atacar, llegarían luego a sus colegas de profesión ¿Es esa una motivación para ligarse a una compañía como Philip Morris?

Usted lo ha dicho. Es fundamental acabar con el humo de los cigarrillos y participar de esta investigación en una compañía que dedica tantos recursos a reducir el daño en el tabaquismo, y dar una alternativa al cigarrillo es una gran motivación. En Philip Morris venimos trabajando desde hace una década en alternativas que no tengan humo dirigidas a fumadores adultos y que reduzcan significativamente los niveles de las sustancias químicas dañinas en comparación con los cigarrillos.. Ese es el objetivo.

¿Qué es exactamente la reducción del daño en el tabaquismo?

Es un concepto muy interesante, clásico en la salud pública, que engloba un conjunto de políticas, programas e intervenciones destinadas a minimizar las consecuencias adversas de diversos tóxicos. En el caso que nos ocupa, se trata de sustituir el hábito de los fumadores adultos que de otra manera continuarían fumando, por mejores alternativas.Países como Reino Unido, Suecia o Japón ya aplican con buenos resultados esas estrategias de reducción del daño en sus políticas de salud pública de manera complementaria a las políticas clásicas, que son la prevención (que nadie empiece a fumar) y la cesación del hábito (que las personas lo dejen del todo).

La tasa media de tabaquismo en la UE se sitúa en un 23%, en España, es el 32%

¿A qué cotas ideales de reducción del tabaquismo debería aspirar España?

La tasa media de tabaquismo en la UE se situa en un 23%. En Reino Unido han conseguido pasar del 17% al 12% de prevalencia en cinco años. Mientras tanto, en España, según encuestas recientes como la de EDADES del Ministerio, la prevalencia se sitúa en el 32% Por tanto, creo que deberíamos imitar las buenas prácticas del Reino Unido, que ha conseguido reducir sus tasas de tabaquismo abrazando esas estrategias de reducción del daño. Igual que, por supuesto, lo que ha conseguido Suecia que está acercándose a ser declarada país sin humo con un 6%.

¿Qué supondría esto para España en reducción de costes sanitarios?

Evidentemente muchísimo. En el caso de nuestro dispositivo de calentamiento de tabaco, se ha demostrado que emite unos niveles de sustancias químicas dañinas potencialmente inferiores en comparación con el cigarrillo. Los estudios de laboratorio confirman que estos niveles reducidos de emisiones de sustancias químicas dañinas hacen que ese aerosol que vehiculiza la nicotina sea significativamente menos dañino, y los estudios internacionales han estimado en millones de euros el ahorro en el ámbito sanitario al reducir el porcentaje de enfermedades que se producen tanto en los fumadores.

Philip Morris Spai

Philip Morris Spai / La Provincia

España es un país que aún se resiste al cambio y cuyos porcentajes de tabaquismo aún están muy por encima de la media europea ¿Qué nos puede contar sobre los estudios que demuestran el éxito de estos dispositivos en países como Japón o el caso ideal de Suecia?

Como le decía, Suecia está a punto de conseguir ese hito. Según la OMS un país está oficialmente libre de humo cuando baja del 5%, y Suecia está ahora mismo en el 6% usando un producto sin combustión llamado Snus, que se coloca entre el labio y la mejilla durante un rato mientras se va absorbiendo la nicotina. La base está en eliminar la combustión, lo que emitir unos niveles de sustancias químicas dañinas muy reducidos en comparación con los cigarrillos, ¿Qué supone esto? Que Suecia es la líder en incidencia menor de cáncer de toda Europa con 42% y en cáncer de pulmón con solo un 17% por cada 100.000 habitantes en ambos sexos. En cuanto a Japón, es un país en el que las alternativas sin combustión han sido muy bien acogidos y han permitido bajar la incidencia del tabaquismo en torno al 13%.

PMI pretende que en 2025 más del 50% de sus ingresos procedan de los dispositivos

En España ¿Cuáles son las alternativas que proporciona Philip Morris para contribuir a esa reducción del daño?

Por ejemplo, el dispositivo de calentamiento de tabaco, que recrea el hábito de fumar y , sin embargo, al calentar tabaco en lugar de quemarlo genera un aerosol que vehiculiza la nicotina, que proporciona la misma satisfacción al usuario pero se disminuye la exposición a otras sustancias químicas dañinas. Lo que hay que tener claro es que para reducir el daño, lo fundamental es eliminar el humo de la combustión, que es lo que hacen estos dispositivos. Sin estar exentos de riesgo, estos dispositivos son mejores alternativas al cigarrillo.

Los estudios clínicos sobre estos dispositivos arrojan datos muy esperanzadores ¿Nos puede comentar las mejoras en la salud que se han podido observar ya en personas que, decididas a no dejar de fumar, sustituyeron el cigarrillo por el dispositivo?

Suecia en ese sentido es un gran ejemplo. Lleva décadas constatar u objetivar un cambio o una mejora y estamos hablando de estas alternativas que aún llevan poco tiempo en el mercado. Sin embargo, el caso sueco, con el snus, nos deja mucha evidencia de la mejora clínica. Como hablamos, la tasa de disminución cáncer de pulmón, al evitar la combustión es evidente. La investigación es contínua en nuestro caso, son datos abiertos que van siendo corroborados por las investigaciones de otras organizaciones, tanto privadas como públicas, como la FDA, se constatan la reducción de riesgos que supone el cambio del cigarrillo al uso de dispositivos sin combustión.

La compañía está decidida a conseguir un futuro sin cigarrillos, cosa que a priori podría parecer sorprendente siendo la empresa que es ¿existe colaboración pública a la hora de impulsar estas políticas libres de humo y los cambios de hábitos de la población fumadora?

Poco a poco van a ser más los países que añaden esa tercera vía como estrategia que está demostrando grandes resultados en otros países.

Desde nuestro punto de vista, pensamos que, si se quiere luchar contra el problema del tabaquismo, es clave utilizar todos los recursos a nuestro alcance, incluidos este abordaje de manera complementaria a las políticas clásicas de Salud Pública, la prevención y la cesación.

Estos productos no están exentos de riesgo y con su uso generalmente se inhala nicotina, que es adictiva. Por tanto, lo mejor siempre va a ser dejar de consumir productos con tabaco o nicotina por completo, o no haber empezado nunca.

La máxima es: si no fumas, no empieces, y si fumas, déjalo lo antes posible

Lo mejor, sin embargo, es que los ciudadanos sean conscientes de que lo ideal es dejar el tabaco por completo, pero vemos que hay un repunte en la entrada de menores a dispositivos electrónicos ¿qué opina Philip Morris sobre este tema?

La máxima es: si no fumas, no empieces, y si fumas, déjalo lo antes posible. Si hacemos un ejercicio de reconocimiento de la realidad debe existir una tercera que diga: si vas a seguir fumando, cambia a productos sin combustión. Es igual que recomendaría reducir la exposición al sol y protegerse, hacer ejercicio, mejorar la dieta… Pero en el caso de los menores, además, sería más claro y más contundente, ningún joven debería fumar ni usar estos dispositivos que únicamente están dirigidos a fumadores adultos que aún no quieren afrontar dejar el tabaco.

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