El nuevo Servicio Canario de Empleo: Viejos Errores, Próximos Aciertos

Cristóbal Castro. Director General del Instituto FOCAN

Cristóbal Castro. Director General del Instituto FOCAN / LP/DLP

¿Cuál es el principal problema del sector?, lo primero es definir sector pues la educación tiene un amplísimo contexto. Nos situaremos en la formación para el empleo que actualmente lidera el Servicio Canario de Empleo, formación para trabajadores desempleados y ocupados financiada al 100% por el estado y subvencionada totalmente para todo participante. El principal problema que nos encontramos es la ausencia de alumnos, pero ¿realmente no hay desempleados en Canarias para cubrir la oferta pública de formación? Error, pues actualmente hay 167.845 personas contabilizados a diciembre de 2023, pero siendo así entonces ¿qué pasa? Pues muy sencillo, que las personas que aparecen en el listado de cursos que llegan a las entidades que los imparten como la nuestra, no son el 100% de desempleados censados, apareciendo solamente las personas que previamente se han apuntado a la formación en el teléfono 012, siendo este un ínfimo casi inexistente porcentaje de todos aquellos que tienen la obligación de realizar esta política activa de empleo para salir de su situación de inactividad e incorporarse al mundo laboral, es decir del total de desempleados reales.

Nuestra entidad y nuestra patronal Cecap Canarias, ha reclamado en el pasado y reclama actualmente este giro copernicano al actual SCE de estos Viejos Errores heredados de la anterior legislatura y de sus gestores, como indica el título de este artículo. Sigue actualmente sin liderar este cambio tan reclamado, incluso se permite la remisión de comunicados explosivos e incendiarios a las entidades colaboradoras por el uso de la herramienta informática pública disponible para la captación de alumnos de sus cursos, a los que se les imputa una mala praxis en el uso de dicho recurso, que no hacen otra cosa que acrecentar el enfado de los centros formativos insuflando los ya maltrechos ánimos de las empresas. ¡Algo para nota, la verdad! Pero la realidad es bien tozuda: por un lado, se está penalizando al desempleado a no tener toda la información disponible acorde a su perfil personal de la existencia de toda la oferta formativa existente en Canarias a través de los cientos de gestores educativos de los cientos de centros colaboradores adscritos al SCE. Por otro lado, pone a las entidades contra las cuerdas en la ‘caza y captura’ del alumno para sus cursos, generando actualmente ante tanta desidia del desempleado y la ausencia de una campaña informativa institucional, un mercadeo poco saludable, un canibalismo entre entidades a través de incentivos económicos, lógicos y legales, que con el paso del tiempo darán una muy mala imagen a esta formación de altísima calidad técnica y donde la administración por inacción es corresponsable. Todo ello hace que las entidades año a año tengan que devolver parte de los fondos asignados por ausencia de candidatos, dado que no llega la información a estos cerca de 168.000 desempleados por la limitada acción de los orientadores de las oficinas de empleo los cuales, por su reducido número y limitada localización geográfica, hacen todo lo humanamente posible en la difusión formativa entre sus amplísimas funciones como orientadores públicos. Por último, el SCE tiene que devolver año a año dinero al estado por incumplimientos presupuestarios, que se pueden concretar en la posible reducción de fondos en ejercicios posteriores para nuestra tierra. Si no gastamos el dinero que llega, para que dar el mismo o más. Nadie gana, todos pierden, pero el ratón sigue girando en la rueda sin encontrar el camino de salida.

El Próximo Acierto es claro. Generar una automatización de datos por parte del SCE, para que estos 168.000 desempleados lleguen a los centros colaboradores que son gestores de esta institución y puedan difundir esos cientos casi miles de personas altavoces de todas las entidades, la oferta educativa de Canarias. Las personas desempleadas tienen amplios derechos que todos apoyamos, pero también tienen mínimas obligaciones que todos exigimos y la responsabilidad de su cumplimiento corresponde a los poderes públicos. Actualmente hablamos de más de 80 millones de euros, un grandísimo presupuesto solo en formación para el empleo de trabajadores desempleados y ocupados, dado el auge que el sector vive actualmente. Necesitamos gestores y directivos públicos acorde a los nuevos tiempos, con denotada valentía, como así prometió al sector el actual presidente Clavijo y vicepresidente Domínguez en las reuniones con nuestra patronal. Somos consciente de que la actual consejera de Empleo Jessica de León, que también lo es de turismo difícil combinación de funciones por la amplitud de ese binomio de cargos, quiere cambios y mejoras en su legislatura y su intención es conocida de buen hacer. Quien no desea el pleno empleo en nuestra tierra. Esperamos bajando en la jerarquía, que con los cambios de la reciente nueva directora del SCE Teresa Ortega, de amplio bagaje en formación y su nuevo equipo de trabajo, este deseo del sector se torne en realidad. Aciertos y no Errores es lo que se necesita esta formación pública de estos actuales gestores públicos.

¿Como afecta la nueva normativa de prácticas en empresas? Este tema también precisa de una regulación por el SCE. También aquí proceden Próximos Aciertos y no Viejos Errores. La Consejería de Educación desde el primer momento ha liderado esta nueva directriz de la obligación legal del alta en cotización de la seguridad social a los alumnos que asistan a las prácticas no remuneradas en empresas. Para los centros públicos de educación, ha habilitado o está en ello una aplicación de gestión y asume sus costes, pues todos los operadores educativos (universidades, centros de FP, centros de formación para el empleo, etc.) han optado por dar de alta la propia entidad educativa a dichos alumnos en la seguridad social y no traspasar este problema a las empresas, entendiendo que supondrá el retroceso en huida de las empresas que quieran recoger alumnos en prácticas con este nuevo requisito normativo de obligado cumplimiento. Salvo escasas excepciones, nuestras pymes y micro pymes no tienen conciencia social de su RSC y con estos ‘mimbres hacemos nuestros cestos’. En contrapartida el SCE se pone de perfil con esta nueva regulación, donde son responsables de dotar de un marco de trabajo, de un liderazgo institucional para que todas las entidades dependientes trabajemos al unísono y no sea esto una torre de Babel, cada uno con su propio idioma de comunicación. Esperamos aciertos y no errores, que se financie este coste complementario a las entidades o ¿quién carajo los asume?, ¿los de siempre? Y sobre todo que se lidere este nuevo proceso.

Por último, se abren, oportunidades y nuevas tendencias para nuestra Canarias. Una nueva FP irrumpe donde también las entidades privadas tenemos derecho a una FP de calidad concertada con la administración y si no veamos modelo País Vasco, lideres en FP de ciclos medios y superiores en una exquisita colaboración público-privada. Además, como reto la FP dual y la teleformación tanto en ciclos de FP como en la ausente gestión de la teleformación por parte del SCE en formación para el empleo. Tenemos un nuevo marco regulador con nuevos cambios para la formación profesional en su totalidad, proyectos comunitarios, etc.

En un sector precioso, es verdad excesivamente dependiente en Canarias de las administraciones públicas pero que genera un valor social incalculable haciendo crecer a los ciudadanos personal y profesionalmente. Deseamos y nuestra entidad se brinda a ello, a ser partícipes de este nuevo Servicio Canario de Empleo y apoyar a su nuevo cuadro directivo parar trabajar juntos en el camino de la excelencia, dejando atrás los Viejos Errores y caminar en la senda de Próximos Aciertos.