POLÍTICA MONETARIA

La Reserva Federal de EEUU mantiene los tipos en un bache de inflación

El banco central estadounidense ha abandonado definitivamente la idea de recortes agresivos en el precio del dinero que se anticipaba hace solo unos meses

El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell.

El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell. / Bloomberg

Idoya Noain

La Reserva Federal de Estados Unidos ha decidido este miércoles por unanimidad mantener los tipos de interés en la horquilla de entre el 5,25 y 5,50%, el récord de los últimos 23 años donde llevan fijados desde julio del año pasado.

Es un paso que prácticamente estaba anunciado, especialmente después de un repunte de la inflación en enero y febrero que la ha elevado hasta el 3,2%. Esa subida ha sustentado la cautela dominante en el banco central estadounidense, que ha abandonado definitivamente la idea de recortes agresivos en el precio del dinero que se anticipaba hace solo unos meses. Aunque mantiene la idea de realizar tres recortes este año, igual que en la reunión de enero, prefiere seguir operando dejándose opciones abiertas. Y se han reducido de cuatro a tres las previsiones de bajadas de tipos en 2025 .

Atentos a Powell

Con el mantenimiento de los tipos, en la línea de sus cuatro reuniones anteriores, todos los ojos estaban puestos, con más intensidad si cabe que de costumbre, en la rueda de prensa que ofrece a las 14.30 (19.30 en España) Jerome Powell, su presidente. Y la cuestión fundamental es tomar el pulso a las perspectivas que los responsables de la política monetaria tienen a corto, medio y largo plazo y, ante todo, ver si se da alguna pista de en qué momento pueden empezar las bajadas.

"El comité cree que los riesgos de lograr sus metas de empleo e inflación están equilibrándose más", han escrito en el comunicado.

La reunión de este miércoles también ha llegado, como la última de cada trimestre, con una actualización de previsiones. Y en esas se espera un crecimiento de la economía significativamente más fuerte de lo que se calculaba en diciembre. Si entonces se esperaba acabar el año con un crecimiento del 1.4%, ahora se ha elevado la proyección al 2.1%.

¿Bache pasajero?

Nadie sabe si las subidas de los precios son un bache pasajero o si se ha roto la tendencia de los últimos seis meses de 2023, cuando la inflación fue reduciéndose. Los tipos altos por los que ha optado la Fed hasta ahora, tras haber adoptado una política agresiva que con 11 subidas consecutivas los llevó a su nivel más alto en cuatro décadas, han funcionado sin frenar el crecimiento económico ni elevar de forma drástica el desempleo, pero la fase final de la lucha contra la inflación se está mostrando compleja. Y la Fed enfrenta el reto de gestionar los riesgos conforme sigue tratando de lograr un aterrizaje suave, controlando la inflación y a la vez evitando llevar la economía a una recesión.

En una comparecencia este mismo mes ante el Congreso, Powell había dicho que el banco central “no está lejos” del nivel de confianza que necesita para empezar las subidas de tipos o, en sus palabras, “rebajar el nivel de restricción para no llevar a la economía a una recesión”. Pero aquellas palabras sorprendieron a muchos observadores, que veían más optimismo en Powell que en la mayoría de sus colegas, que han dado señales de apostar por más paciencia.

Se abren varios escenarios, como optar por posponer los recortes si la inflación persiste más de lo esperado. Pero si la demanda y la contratación se debilitan más de lo anticipado, aunque el banco central tendría margen de maniobra para cortar, posiblemente no podría hacerlo a suficiente velocidad como para evitar una recesión.