Óscar Vara, economista: "El turismo trae invasiones; pero cuidado, porque da de comer"

«Europa no tiene poder real; ni posee ejército, ni puede tomar decisiones como un solo ente político», destaca el experto

El doctor y profesor de la Universidad Autónoma de Madrid Óscar Vara, ayer en la capital grancanaria.

El doctor y profesor de la Universidad Autónoma de Madrid Óscar Vara, ayer en la capital grancanaria. / ANDRÉS CRUZ

Julio Gutiérrez

Julio Gutiérrez

El Foro Canarias trajo ayer al Archipiélago al doctor y profesor en la Facultad de Económicas de la Universidad Autónoma de Madrid Óscar Vara (Madrid, 1967), experto en el papel y oportunidades que tiene Europa en un presente en el que EEUU y China son los protagonistas del gran choque de trenes.

¿Estamos en el momento histórico en que más incide la geopolítica en la economía?

En nuestra generación, claramente, o más bien la geoeconomía. La existencia de un conflicto bélico en el que Rusia, una potencia económica, con un enorme espacio lleno de recursos naturales, es uno de los actores convierte la geoconomía en algo muy importante. No hay más que observar que la respuesta de Occidente se basa en medidas económicas.

En la portada de su libro El porvenir del viejo mundo, dos guantes de boxeo con las banderas de EEUU y China golpean un punching ball con los colores de Europa. ¿Cuánto de literalidad hay en esa ilustración?

Europa tiene un problema muy grave con el resto de grandes poderes porque en términos geopolíticos es débil. 

¿A pesar del tamaño de su mercado?

A pesar de ser un monstruo en términos económicos, de tener un mercado más grande que los de EEUU o China por separado, no tiene poder real; ni posee un ejército ni puede tomar decisiones tan fácil como si fuera un solo ente político. Además, nuestra defensa depende de uno de los adversarios. Así que las fricciones del enfrentamiento de EEUU contra China derivan en efectos negativos para nosotros. 

¿Más si en noviembre vuelve Donald Trump a la presidencia de EEUU?

Cuando presentó su candidatura, aseguró que si es elegido no defenderá a los países europeos, aunque estén dentro de la OTAN, que no llegan al 2% de gasto de defensa. Esa amenaza nos llega muy dentro, porque nos sabemos indefensos, no tenemos ejércitos capaces de enfrentarse a Rusia. Entonces, a la pregunta sobre la portada del libro, sí, las tortas nos afectan de forma especial.

¿De manera más grave con las llamadas de atención a Israel por cómo se conduce en Gaza?

El enfrentamiento entre Hamás e Israel entorpece la estrategia estadounidense para tratar de ordenar la región. Por otro lado, la ética y defensa de los derechos humanos, que siempre han sido de los principales valores europeos, nos lleva a enfrentarnos a Israel. Si se suman las amenazas de Trump de retirar ayuda militar, la imposibilidad de consentir que se masacre a civiles de forma gratuita y los perjuicios económicos por las guerras comerciales de EEUU, los europeos estamos ante el momento de ver hasta dónde podemos llegar en soberanía estratégica.

"Europa no tiene poder real; ni posee ejército, ni puede tomar decisiones como un solo ente político"

Europa ya no garantiza igual que antes a los productores externos que van a encontrar la demanda suficiente. ¿Qué ofrecemos entonces?

Nos hemos confiado al efecto Bruselas, término acuñado por una profesora estadounidense. Ser el mercado más grande del mundo, permitía, mediante nuestras regulaciones de consumo, influir en las formas de producir de los demás, incluso en su organización política. Podíamos pedir una separación de poderes mayor o respeto a los derechos humanos, lo que permite decir que esa manera de operar ha tenido efectos benéficos para terceros países. Aún hoy Europa sigue ordenando las formas de producir hasta de EEUU mediante la exigencia de los estándares más elevados.

¿Qué explica que los turistas alemanes sigan viniendo cuanto su economía está en negativo? Antes era impensable.

Tras estar encerrados por la pandemia, nadie quiere perder oportunidades de disfrutar la vida. En cuanto terminaron las restricciones, empezaron a llegar viajeros, pero también los españoles alimentamos mucho el turismo interno. En Alemania han tenido varios meses seguidos de bajadas del índice de producción industrial y eso en algún momento nos tendrá que afectar, pero no sé hasta qué punto torcerá el deseo de la gente de disfrutar.

La energía se encarece, el transporte también por la inestabilidad en el mar Rojo, el consumo de bienes pierde intensidad... ¿Nunca se agota la capacidad de reinventarse?

Soy muy optimista. Confío plenamente en la creatividad de los que se dedican a los negocios. Son supervivientes que intentan por todos los medios no perecer. No siempre esto sucede para bien.

¿Qué tiene de negativo?

Cuando se inició la guerra de Ucrania y se establecieron las sanciones contra Rusia, me preguntaron por unas declaraciones del ministro de Finanzas francés, Bruno Le Maire, que vaticinó el desplome de la economía rusa con las sanciones. Y dije lo mismo, que eso no iba a ocurrir porque el mundo es muy ancho y las posibilidades son múltiples. Siempre se encontrarán resquicios. 

Muchas veces más caros. ¿Quién paga esto?

Gran parte de nuestra escapatoria, por ejemplo, al encarecimiento de la energía, ha estado en estímulos fiscales basados en deuda. Cuando tengo un problema económico, me endeudo confiando en que en el futuro ganaré más dinero. Pero en algún momento hay que volver a los superávits presupuestarios y fiscales. 

¿Y si no?

Estaremos demorando el pago de una factura que recaerá sobre los jóvenes, cuya proporción es decreciente respecto de la población dependiente. Los gobiernos, o yo diría los gestores políticos, se resisten mucho a tratar de ser un poco austeros. Ahí nos podemos encontrar que el dinero no nos dé.

Vamos a poner el foco en el turismo y en el rechazo que está generando. ¿Se puede reducir la demanda en espera de atraer visitantes que gaste más?

Se puede intentar que el producto genere más valor añadido. Para ello tienes que ofrecer un producto más especializado y, a partir de ahí, tratar de encontrar ese círculo virtuoso. ¿De qué depende conseguirlo? De la inversión, de tener mano de obra más especializada, de atraer clientes... Y todo esto teniendo en cuenta que hay un modelo que sostiene el 35% del PIB, no puedes dañarlo porque afectas a todo lo demás. 

Vamos a la parte del rechazo. ¿Cuál es el origen?

Entiendo que puede ser perturbador para los vecinos en algunas ocasiones, lo hemos visto en muchas partes del mundo. Yo quiero ir a ver Florencia, Venecia o Praga, y es verdad que el turismo masivo, que es cada vez más grande, produce invasiones, pero hay que echar cuentas. No puedes alegremente matar el producto que da de comer. Si se hace de manera poco meditada, te puedes encontrar con casos como el de ciudades que se cierran. Detroit ahora está resurgiendo, pero llegó a desaparecer como entidad económica; se abandonaron las factorías, los teatros, los palacios... Para nosotros es impensable, pero sucede.

"Hay que formar, reponer con quien ofrece menos valor añadido hunde la productividad"

¿En qué medida la inmigración es necesaria para paliar el envejecimiento poblacional?

Es un tema realmente complejo en el que se mezclan muchos factores. La mano de obra no especializada siempre, desafortunadamente, la vas a encontrar. Cualquiera de nosotros emigraría tratando de buscar un futuro mejor. Europa vive próxima a África, que tiene las tasas demográficas más altas y explosivas. Obviamente también es evidente que toda África no cabe en Europa. Pensar que cualquier inmigración que se produzca en el mundo tiene que ser admitida o tolerada es una ingenuidad. El problema que tienen las sociedades europeas es que son muy complejas y, por tanto, requieren mano de obra enormemente especializada. Lo que necesitamos es reponer, sobre todo, gente que tiene un capital humano elevado. Si reponemos con alguien que pueda ofrecer un valor añadido muy inferior, tendremos un gran problema, una caída en picado de la productividad.

¿Incidir con procesos educativos tendría sentido?

Absolutamente. Para lograr ser más productivos tenemos que saber más.

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