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Moda

Koala Bay busca también el sol del invierno

La marca, enfocada hasta ahora en la temporada estival, venderá sus prendas todo el año y cerrará el ejercicio con 41 tiendas

Tomás García, en una tienda Koala de Alicante.

De la playa al centro de la ciudad, y de ser una marca enfocada exclusivamente a la temporada estival a poder vender sus prendas durante todo el año. Ese es el camino que ha decidido emprender la cadena de tiendas de ropa y complementos alicantina Koala Bay, que ha vestido a 'influencers' como Paula Echevarría o Rocío Camacho y que, lejos de dejarse amedrentar por las consecuencias que la pandemia ha tenido en el sector comercial, ha decidido embarcarse en un importante plan de expansión, con el que pretende abrir de ocho a diez nuevos establecimientos físicos cada año, convencidos de que suponen el mejor escaparate para sus colecciones y para potenciar también sus ventas online.

La historia de la marca arrancó cuando su actual CEO, Tomás García, realizó un viaje por Australia. "Siempre me ha gustado la moda y siempre he tenido mucha vinculación con ella por el negocio familiar (una empresa dedicada a la producción de componentes y accesorios para el calzado y el textil). Llevaba tiempo dándole vueltas a crear una marca propia, y el estilo de vida y el espíritu de aventura que vi allí me dieron la inspiración", explica el ejecutivo.

Era el año 2006 y, como no podía ser de otra forma, lo primero que lanzaron fue una colección de sandalias, a la que poco a poco fueron incorporando nuevas prendas, como bañadores o camisetas. Unas prendas que tuvieron una buena acogida, especialmente en Canarias, Baleares y la costa mediterránea, y que también lograron distribuir en Italia, Francia, Portugal o Grecia, entre otros países.

Así, la colección fue creciendo hasta que, en 2013, decidieron abrir al público su primera tienda propia en Benidorm, más por una cuestión de imagen -"para mostrar el ‘total look’ de la marca", según su creador- que por negocio. Los resultados sorprendieron a los propios responsables de la firma, ya que su estilo de moda desenfadada y con clara vocación veraniega -el lema de la firma es 'Life is a Holiday'- encontraron a su mejor público en la capital turística de la Costa Blanca.

El éxito les llevó a repetir la fórmula y fue así como empezaron a abrir establecimientos por todo el Mediterráneo español y las Islas Canarias, siempre en enclaves claramente vacacionales. De hecho, hasta ahora la compañía sólo producía prendas y complementos para la temporada estival y cerraba la mayoría de sus tiendas en los meses de invierno, con la excepción de las que tiene en el archipiélago canario.

En pleno covid, la firma decidió mantener su apuesta y continuó con el ritmo de aperturas que tenía previsto. Así, el año pasado inauguraron ocho nuevos establecimientos y este ejercicio ya suman otros tantos, hasta completar una red de 39 tiendas, que antes de acabar el año se convertirán en 41, según el ejecutivo.

Las zonas de costa siguen siendo su principal objetivo, pero la compañía quiere dar el salto y codearse con las grandes del sector en toda España, por lo que ha abierto su radio de acción. Así, la empresa ya está presente en algunos centros comerciales y Tomás García señala que se encuentran en plena búsqueda y selección de locales con el objetivo de empezar su implantación en las grandes ciudades de todo el país.

Un proceso para el que, lógicamente, también han tenido que dar un giro a su estrategia de colecciones para poder operar durante todo el año. De esta forma, Koala Bay ha lanzado este ejercicio su primera colección de prendas de invierno, que les permitirá mantener abiertas el 80% de sus tiendas la próxima temporada, en la que esperan aumentar su facturación alrededor de un 30%, según el ejecutivo.

Las aperturas le han permitido crear 65 nuevos empleos, y la plantilla ya llega a 270 personas

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García asegura que no les ha resultado difícil trasladar el estilo fresco y desenfadado de su ropa a unas condiciones climatológicas más frías, aunque reconoce que son prendas pensadas para "inviernos cálidos, como los que tenemos en el Mediterráneo".

El diseño y el patronaje de todas sus colecciones se realiza desde la sede central que la compañía tiene en el municipio alicantino de Crevillent, pero la producción se subcontrata a terceros en España, Portugal y el sudeste asiático. Con la pandemia han optado por revisar sus canales de suministro para evitar los problemas de transporte y los retrasos que se han producido. "Hemos aumentado la producción en España y Portugal y hemos buscado nuevos proveedores en Marruecos y Turquía", explica García.

La política de aperturas le ha permitido crear 65 nuevos empleos directos este año, con lo que la plantilla total de la compañía ya asciende a 270 personas. Y su fundador está convencido de que esto solo es el comienzo. A pesar de que su expansión es principalmente sobre el terreno, desde la firma, de hecho, aseguran que su apuesta es onmicanal, y que las tiendas físicas y la vía online se complementan. 

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