¿Cómo afronta su primera candidatura para un cargo público después de sus responsabilidades en puestos orgánicos, primero en el PIL (2015) como secretario de organización y desde 2017 como presidente de Unidos por Lanzarote?

Afronto esta nueva responsabilidad con mucha ilusión y muchas ganas, sobre todo, por defender los intereses de Lanzarote con independencia, sin que nadie nos diga lo que tenemos que hacer. Obedeceremos a los mandatos de la ciudadanía de Lanzarote y La Graciosa.

Hace casi dos décadas que Lanzarote no tiene un senador insularista . El último fue en la legislatura 2000-2004 con el PIL. ¿Cómo va a convencer al electorado para que la Lanzarote y La Graciosa vuelvan a tener a un senador insularista?

Básicamente, por nuestra independencia. No tenemos imposiciones ni mandatos de otros partidos de Gran Canaria, Tenerife o Madrid. Gobierne quien gobierne, de izquierda o de derecha, podemos reclamarle perras para Lanzarote sin intermediarios. Iremos a trabajar con ministerios, direcciones generales y con quien haga falta para pintar partidas específicas en los presupuestos para Lanzarote y La Graciosa. Así nos quitaremos la figura del medianero del Gobierno de Canarias que tanto nos ha perjudicado durante estos años.

¿Cúales son los temas prioritarios para Lanzarote y La Graciosa, según el partido que usted representa?

Los temas relacionados con la sanidad, la educación y las infraestructuras.

¿Podría concretar?

Un ejemplo sería hacer una serie de obras en Arrecife para que sea una ciudad visitable. Tenemos un proyecto, que ya anunciaremos, para las zonas del Charco de San Ginés, los islotes, la calle León y Castillo y las áreas comerciales. Necesitamos partidas presupuestarias para eso y vamos a solicitarlas.

Unidos por Lanzarote estuvo negociando con otros partidos para formar una coalición para estas elecciones y las locales. ¿Por qué no prosperó?

Vamos a las elecciones de forma independiente. Íbamos a hacer una alianza con formaciones insulares, pero no fue posible porque buscaban otra cosa que no era la defensa de los intereses de Lanzarote y La Graciosa. Al final acabaron concurriendo con partidos como Coalición Canaria y otras formaciones políticas.

La tendencia en las elecciones generales es que el voto mayoritario se vaya a los partidos estatales. ¿Cree que le podría perjudicar a ustedes esa preferencia?

Es un hándicap, pero también es cierto que votar a los partidos estatales es una película que ya está vista. Ya sabemos lo que pasa. Hemos tenido representación de unos y de otros y al final el resultado, al menos en el caso de Lanzarote, es que no ha sido para nada beneficioso. Si queremos algo diferente, la opción es votar a Unidos por Lanzarote.

¿Con quién pactaría en el Senado?

Realmente con quien hiciera falta, pues no tenemos preferencias ni prioridades. Aquel que nos pudiera garantizar mayores inversiones para Lanzarote y ayudas, pactaríamos con ellos. En cualquier caso, tendremos la habilidad suficiente para sacarle perras a unos y a otros.