Esta no es la primera vez que Por un mundo más justo (PUM+J), encabezada por usted para el Consistorio capitalino, se presenta a unos comicios municipales y autonómicas.
Sí, estuvimos presentes y obtuvimos 397 votos. El partido se crea en 2004 a nivel nacional.
¿Qué le motivó?
En mi caso estaba cansado de quedarme en la protesta, decidí dar un pasito más y meterme en este mundo
Su lema de campaña es 'El fin de la pobreza es una decisión política y cambiar la política es una decisión personal'. ¿Cómo se hace realidad?
La política debe estar encaminada no tanto a la empresa y a los beneficios económicos, sino al bienestar social de cada ciudadano que ahora está viviendo en Las Palmas de Gran Canaria. Las personas deben materializar esa política con su voto y con su día a día.
¿Medidas concretas?
Planteamos cuatro grandes propuestas, que después aterrizan en unas más específicas. Una es la erradicación de la pobreza con un matiz especial en la infancia y las familias en riesgo de exclusión social. La segunda es la mejora de nuestros servicios sociales: la sanidad, la educación, las infraestructuras, el transporte. La tercera es fomentar los espacios de participación como los consejos de distrito, y la cuarta medida, trabajar en una política coherente con lo que proponemos.
¿Qué diría a aquellos que piensan que elegir un partido minoritario no es voto útil?
Es evidente que los minoritarios basan sus políticas en utopías, pero estoy convencido de que son las utopías las que generan el movimiento hacia un mundo mejor. Hasta ahora los hechos nos dan la prueba de que el bipartidismo en el que vivimos tampoco está dando soluciones a los problemas.