Los riscos se han convertido en una imagen de referencia de las capitales canarias, presentes sobre todo en las islas occidentales, especialmente en Santa Cruz de La Palma y Las Palmas de Gran Canaria, aunque también se pueden encontrar en barrios de Santa Cruz de Tenerife como San Andrés o Valleseco. Nacidos como una solución para el crecimiento en algunas zonas de las ciudades limitadas por las lomas, con el paso de los años se ha convertido en una seña de identidad del Archipiélago.

Se trata de un sector urbano antiguo que, en el caso de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, surge en el siglo XVII como un espacio marginal localizado en las laderas que rodeaban el centro histórico.

Estas áreas periféricas se fueron consolidando a lo largo de los siglos siguientes con una población pobre que se asienta en la zona, adaptando el trazado viario a la accidentada topografía, y organizando el hábitat en casas cueva, a las que se irán añadiendo diversos tipos de vivienda popular, generalmente casas terreras.

VISTA HISTÓRICA Y ACTUAL DEL RISCO DE SAN JUAN, EN LAS PALMAS DE GRAN CANARIA.

Actualmente se trata de espacios de gran valor desde el punto de vista urbanístico y emocional por haber contribuido a forjar la identidad de las Islas, en especial en Las Palmas de Gran Canaria, donde está muy arraigado en sus habitantes, tal y como lo reconoció el movimiento de pintores indigenistas (Oramas, Santiago Santana y Felo Monzón) de los años cincuenta y sesenta que destacaron y potenciaron la plástica de sus volúmenes, su cromatismo y su localización privilegiada sobre la ciudad y el océano atlántico.

En los últimos años crece el interés por estos miradores de nuestra Historia.

El conjunto histórico artístico que forman los Riscos es un patrimonio que para los especialistas hay que recuperar y proteger ya que las lomas habitadas son un legado histórico.