Ver más galerías relacionadas
Andrés Cruz
Ver galería >La terraza del capitalino Hotel Santa Catalina volvió a ser el lugar elegido para dar el pistoletazo de salida a una gran cita deportiva del Dreamland Gran Canaria. La cita de Málaga ejerce un aroma de emoción y de ilusión en la gran familia amarilla, hasta el punto de ser capaz de aparcar las malas sensaciones desprendidas por el equipo en sus dos últimos partidos ante el Buducnost en la Eurocup y el Palencia en la ACB, para cambiar de chip y poder centrarse en disfrutar de la fiesta del baloncesto español, en la que por segundo año consecutivo estará presente la entidad claretiana.
Andrés Cruz / Andrés Cruz
La terraza del capitalino Hotel Santa Catalina volvió a ser el lugar elegido para dar el pistoletazo de salida a una gran cita deportiva del Dreamland Gran Canaria. La cita de Málaga ejerce un aroma de emoción y de ilusión en la gran familia amarilla, hasta el punto de ser capaz de aparcar las malas sensaciones desprendidas por el equipo en sus dos últimos partidos ante el Buducnost en la Eurocup y el Palencia en la ACB, para cambiar de chip y poder centrarse en disfrutar de la fiesta del baloncesto español, en la que por segundo año consecutivo estará presente la entidad claretiana.
Andrés Cruz / Andrés Cruz
La terraza del capitalino Hotel Santa Catalina volvió a ser el lugar elegido para dar el pistoletazo de salida a una gran cita deportiva del Dreamland Gran Canaria. La cita de Málaga ejerce un aroma de emoción y de ilusión en la gran familia amarilla, hasta el punto de ser capaz de aparcar las malas sensaciones desprendidas por el equipo en sus dos últimos partidos ante el Buducnost en la Eurocup y el Palencia en la ACB, para cambiar de chip y poder centrarse en disfrutar de la fiesta del baloncesto español, en la que por segundo año consecutivo estará presente la entidad claretiana.
Andrés Cruz / Andrés Cruz
La terraza del capitalino Hotel Santa Catalina volvió a ser el lugar elegido para dar el pistoletazo de salida a una gran cita deportiva del Dreamland Gran Canaria. La cita de Málaga ejerce un aroma de emoción y de ilusión en la gran familia amarilla, hasta el punto de ser capaz de aparcar las malas sensaciones desprendidas por el equipo en sus dos últimos partidos ante el Buducnost en la Eurocup y el Palencia en la ACB, para cambiar de chip y poder centrarse en disfrutar de la fiesta del baloncesto español, en la que por segundo año consecutivo estará presente la entidad claretiana.
Andrés Cruz / Andrés Cruz
La terraza del capitalino Hotel Santa Catalina volvió a ser el lugar elegido para dar el pistoletazo de salida a una gran cita deportiva del Dreamland Gran Canaria. La cita de Málaga ejerce un aroma de emoción y de ilusión en la gran familia amarilla, hasta el punto de ser capaz de aparcar las malas sensaciones desprendidas por el equipo en sus dos últimos partidos ante el Buducnost en la Eurocup y el Palencia en la ACB, para cambiar de chip y poder centrarse en disfrutar de la fiesta del baloncesto español, en la que por segundo año consecutivo estará presente la entidad claretiana.
Andrés Cruz / Andrés Cruz
La terraza del capitalino Hotel Santa Catalina volvió a ser el lugar elegido para dar el pistoletazo de salida a una gran cita deportiva del Dreamland Gran Canaria. La cita de Málaga ejerce un aroma de emoción y de ilusión en la gran familia amarilla, hasta el punto de ser capaz de aparcar las malas sensaciones desprendidas por el equipo en sus dos últimos partidos ante el Buducnost en la Eurocup y el Palencia en la ACB, para cambiar de chip y poder centrarse en disfrutar de la fiesta del baloncesto español, en la que por segundo año consecutivo estará presente la entidad claretiana.
Andrés Cruz / Andrés Cruz
La terraza del capitalino Hotel Santa Catalina volvió a ser el lugar elegido para dar el pistoletazo de salida a una gran cita deportiva del Dreamland Gran Canaria. La cita de Málaga ejerce un aroma de emoción y de ilusión en la gran familia amarilla, hasta el punto de ser capaz de aparcar las malas sensaciones desprendidas por el equipo en sus dos últimos partidos ante el Buducnost en la Eurocup y el Palencia en la ACB, para cambiar de chip y poder centrarse en disfrutar de la fiesta del baloncesto español, en la que por segundo año consecutivo estará presente la entidad claretiana.
Andrés Cruz / Andrés Cruz
La terraza del capitalino Hotel Santa Catalina volvió a ser el lugar elegido para dar el pistoletazo de salida a una gran cita deportiva del Dreamland Gran Canaria. La cita de Málaga ejerce un aroma de emoción y de ilusión en la gran familia amarilla, hasta el punto de ser capaz de aparcar las malas sensaciones desprendidas por el equipo en sus dos últimos partidos ante el Buducnost en la Eurocup y el Palencia en la ACB, para cambiar de chip y poder centrarse en disfrutar de la fiesta del baloncesto español, en la que por segundo año consecutivo estará presente la entidad claretiana.
Andrés Cruz / Andrés Cruz
La terraza del capitalino Hotel Santa Catalina volvió a ser el lugar elegido para dar el pistoletazo de salida a una gran cita deportiva del Dreamland Gran Canaria. La cita de Málaga ejerce un aroma de emoción y de ilusión en la gran familia amarilla, hasta el punto de ser capaz de aparcar las malas sensaciones desprendidas por el equipo en sus dos últimos partidos ante el Buducnost en la Eurocup y el Palencia en la ACB, para cambiar de chip y poder centrarse en disfrutar de la fiesta del baloncesto español, en la que por segundo año consecutivo estará presente la entidad claretiana.
Andrés Cruz / Andrés Cruz
La terraza del capitalino Hotel Santa Catalina volvió a ser el lugar elegido para dar el pistoletazo de salida a una gran cita deportiva del Dreamland Gran Canaria. La cita de Málaga ejerce un aroma de emoción y de ilusión en la gran familia amarilla, hasta el punto de ser capaz de aparcar las malas sensaciones desprendidas por el equipo en sus dos últimos partidos ante el Buducnost en la Eurocup y el Palencia en la ACB, para cambiar de chip y poder centrarse en disfrutar de la fiesta del baloncesto español, en la que por segundo año consecutivo estará presente la entidad claretiana.
Andrés Cruz / Andrés Cruz
La terraza del capitalino Hotel Santa Catalina volvió a ser el lugar elegido para dar el pistoletazo de salida a una gran cita deportiva del Dreamland Gran Canaria. La cita de Málaga ejerce un aroma de emoción y de ilusión en la gran familia amarilla, hasta el punto de ser capaz de aparcar las malas sensaciones desprendidas por el equipo en sus dos últimos partidos ante el Buducnost en la Eurocup y el Palencia en la ACB, para cambiar de chip y poder centrarse en disfrutar de la fiesta del baloncesto español, en la que por segundo año consecutivo estará presente la entidad claretiana.
Andrés Cruz / Andrés Cruz
La terraza del capitalino Hotel Santa Catalina volvió a ser el lugar elegido para dar el pistoletazo de salida a una gran cita deportiva del Dreamland Gran Canaria. La cita de Málaga ejerce un aroma de emoción y de ilusión en la gran familia amarilla, hasta el punto de ser capaz de aparcar las malas sensaciones desprendidas por el equipo en sus dos últimos partidos ante el Buducnost en la Eurocup y el Palencia en la ACB, para cambiar de chip y poder centrarse en disfrutar de la fiesta del baloncesto español, en la que por segundo año consecutivo estará presente la entidad claretiana.
Andrés Cruz / Andrés Cruz
La terraza del capitalino Hotel Santa Catalina volvió a ser el lugar elegido para dar el pistoletazo de salida a una gran cita deportiva del Dreamland Gran Canaria. La cita de Málaga ejerce un aroma de emoción y de ilusión en la gran familia amarilla, hasta el punto de ser capaz de aparcar las malas sensaciones desprendidas por el equipo en sus dos últimos partidos ante el Buducnost en la Eurocup y el Palencia en la ACB, para cambiar de chip y poder centrarse en disfrutar de la fiesta del baloncesto español, en la que por segundo año consecutivo estará presente la entidad claretiana.
Andrés Cruz / Andrés Cruz
La terraza del capitalino Hotel Santa Catalina volvió a ser el lugar elegido para dar el pistoletazo de salida a una gran cita deportiva del Dreamland Gran Canaria. La cita de Málaga ejerce un aroma de emoción y de ilusión en la gran familia amarilla, hasta el punto de ser capaz de aparcar las malas sensaciones desprendidas por el equipo en sus dos últimos partidos ante el Buducnost en la Eurocup y el Palencia en la ACB, para cambiar de chip y poder centrarse en disfrutar de la fiesta del baloncesto español, en la que por segundo año consecutivo estará presente la entidad claretiana.
Andrés Cruz / Andrés Cruz
La terraza del capitalino Hotel Santa Catalina volvió a ser el lugar elegido para dar el pistoletazo de salida a una gran cita deportiva del Dreamland Gran Canaria. La cita de Málaga ejerce un aroma de emoción y de ilusión en la gran familia amarilla, hasta el punto de ser capaz de aparcar las malas sensaciones desprendidas por el equipo en sus dos últimos partidos ante el Buducnost en la Eurocup y el Palencia en la ACB, para cambiar de chip y poder centrarse en disfrutar de la fiesta del baloncesto español, en la que por segundo año consecutivo estará presente la entidad claretiana.
Andrés Cruz / Andrés Cruz
La terraza del capitalino Hotel Santa Catalina volvió a ser el lugar elegido para dar el pistoletazo de salida a una gran cita deportiva del Dreamland Gran Canaria. La cita de Málaga ejerce un aroma de emoción y de ilusión en la gran familia amarilla, hasta el punto de ser capaz de aparcar las malas sensaciones desprendidas por el equipo en sus dos últimos partidos ante el Buducnost en la Eurocup y el Palencia en la ACB, para cambiar de chip y poder centrarse en disfrutar de la fiesta del baloncesto español, en la que por segundo año consecutivo estará presente la entidad claretiana.
Andrés Cruz / Andrés Cruz
La terraza del capitalino Hotel Santa Catalina volvió a ser el lugar elegido para dar el pistoletazo de salida a una gran cita deportiva del Dreamland Gran Canaria. La cita de Málaga ejerce un aroma de emoción y de ilusión en la gran familia amarilla, hasta el punto de ser capaz de aparcar las malas sensaciones desprendidas por el equipo en sus dos últimos partidos ante el Buducnost en la Eurocup y el Palencia en la ACB, para cambiar de chip y poder centrarse en disfrutar de la fiesta del baloncesto español, en la que por segundo año consecutivo estará presente la entidad claretiana.
Andrés Cruz / Andrés Cruz
La terraza del capitalino Hotel Santa Catalina volvió a ser el lugar elegido para dar el pistoletazo de salida a una gran cita deportiva del Dreamland Gran Canaria. La cita de Málaga ejerce un aroma de emoción y de ilusión en la gran familia amarilla, hasta el punto de ser capaz de aparcar las malas sensaciones desprendidas por el equipo en sus dos últimos partidos ante el Buducnost en la Eurocup y el Palencia en la ACB, para cambiar de chip y poder centrarse en disfrutar de la fiesta del baloncesto español, en la que por segundo año consecutivo estará presente la entidad claretiana.
Andrés Cruz / Andrés Cruz
La terraza del capitalino Hotel Santa Catalina volvió a ser el lugar elegido para dar el pistoletazo de salida a una gran cita deportiva del Dreamland Gran Canaria. La cita de Málaga ejerce un aroma de emoción y de ilusión en la gran familia amarilla, hasta el punto de ser capaz de aparcar las malas sensaciones desprendidas por el equipo en sus dos últimos partidos ante el Buducnost en la Eurocup y el Palencia en la ACB, para cambiar de chip y poder centrarse en disfrutar de la fiesta del baloncesto español, en la que por segundo año consecutivo estará presente la entidad claretiana.
Andrés Cruz / Andrés Cruz
La terraza del capitalino Hotel Santa Catalina volvió a ser el lugar elegido para dar el pistoletazo de salida a una gran cita deportiva del Dreamland Gran Canaria. La cita de Málaga ejerce un aroma de emoción y de ilusión en la gran familia amarilla, hasta el punto de ser capaz de aparcar las malas sensaciones desprendidas por el equipo en sus dos últimos partidos ante el Buducnost en la Eurocup y el Palencia en la ACB, para cambiar de chip y poder centrarse en disfrutar de la fiesta del baloncesto español, en la que por segundo año consecutivo estará presente la entidad claretiana.
Andrés Cruz / Andrés Cruz
La terraza del capitalino Hotel Santa Catalina volvió a ser el lugar elegido para dar el pistoletazo de salida a una gran cita deportiva del Dreamland Gran Canaria. La cita de Málaga ejerce un aroma de emoción y de ilusión en la gran familia amarilla, hasta el punto de ser capaz de aparcar las malas sensaciones desprendidas por el equipo en sus dos últimos partidos ante el Buducnost en la Eurocup y el Palencia en la ACB, para cambiar de chip y poder centrarse en disfrutar de la fiesta del baloncesto español, en la que por segundo año consecutivo estará presente la entidad claretiana.
Andrés Cruz / Andrés Cruz
La terraza del capitalino Hotel Santa Catalina volvió a ser el lugar elegido para dar el pistoletazo de salida a una gran cita deportiva del Dreamland Gran Canaria. La cita de Málaga ejerce un aroma de emoción y de ilusión en la gran familia amarilla, hasta el punto de ser capaz de aparcar las malas sensaciones desprendidas por el equipo en sus dos últimos partidos ante el Buducnost en la Eurocup y el Palencia en la ACB, para cambiar de chip y poder centrarse en disfrutar de la fiesta del baloncesto español, en la que por segundo año consecutivo estará presente la entidad claretiana.
Andrés Cruz / Andrés Cruz
La terraza del capitalino Hotel Santa Catalina volvió a ser el lugar elegido para dar el pistoletazo de salida a una gran cita deportiva del Dreamland Gran Canaria. La cita de Málaga ejerce un aroma de emoción y de ilusión en la gran familia amarilla, hasta el punto de ser capaz de aparcar las malas sensaciones desprendidas por el equipo en sus dos últimos partidos ante el Buducnost en la Eurocup y el Palencia en la ACB, para cambiar de chip y poder centrarse en disfrutar de la fiesta del baloncesto español, en la que por segundo año consecutivo estará presente la entidad claretiana.
Andrés Cruz / Andrés Cruz
La terraza del capitalino Hotel Santa Catalina volvió a ser el lugar elegido para dar el pistoletazo de salida a una gran cita deportiva del Dreamland Gran Canaria. La cita de Málaga ejerce un aroma de emoción y de ilusión en la gran familia amarilla, hasta el punto de ser capaz de aparcar las malas sensaciones desprendidas por el equipo en sus dos últimos partidos ante el Buducnost en la Eurocup y el Palencia en la ACB, para cambiar de chip y poder centrarse en disfrutar de la fiesta del baloncesto español, en la que por segundo año consecutivo estará presente la entidad claretiana.
Noticia guardada en tu perfil
Ver noticias guardadasLa terraza del capitalino Hotel Santa Catalina volvió a ser el lugar elegido para dar el pistoletazo de salida a una gran cita deportiva del Dreamland Gran Canaria. La cita de Málaga ejerce un aroma de emoción y de ilusión en la gran familia amarilla, hasta el punto de ser capaz de aparcar las malas sensaciones desprendidas por el equipo en sus dos últimos partidos ante el Buducnost en la Eurocup y el Palencia en la ACB, para cambiar de chip y poder centrarse en disfrutar de la fiesta del baloncesto español, en la que por segundo año consecutivo estará presente la entidad claretiana.