Moleiro, el sacrificado de un tridente sin gol

El tinerfeño, que lleva dos suplencias seguidas, suma los mismos goles que Munir con la mitad de minutos y dos más que Sandro

Alberto Moleiro lucha por el balón con Rodrigo Riquelme en el Atlético-UD, del sábado pasado.

Alberto Moleiro lucha por el balón con Rodrigo Riquelme en el Atlético-UD, del sábado pasado. / LOF

El mes de enero sirvió, entre otras cosas, para que García Pimienta apostara por un tridente de ataque en busca de las victorias que acercaran al equipo a la salvación. De todos los jugadores ofensivos, entre extremos y delanteros, eligió a Munir, Sandro y Moleiro. Con ellos como titulares el equipo ganó al Villarreal y al Rayo Vallecano, empató en Granada y perdió ante el Barcelona y el Real Madrid, si bien en estos últimos casos la UD se adelantó, compitió y sólo perdió muy al final, por 1-2. Pese al buen bagaje general, el técnico decidió sentar al tinerfeño en las dos últimas jornadas, cuando Las Palmas bajó su rendimiento.

Frente al Valencia y el Atlético de Madrid el catalán apostó por Marvin como extremo derecho, lo que significó el traslado de Munir a la izquierda y de Moleiro al banquillo. En la cita ante el cuadro Che, soporífera y de empate a cero pese a que los amarillos tuvieron más control del balón e hicieron algo más por ganar, el tinerfeño sólo disputó 10 minutos más el añadido y en ese tiempo supuso un revulsivo que sirvió para el triunfo. El sábado pasado en el Metropolitano, pese a actuar más de media hora, el partido ya estaba perdido.

De alguna manera García Pimienta consideró que Moleiro ya no era tan útil como titular cuando en las semanas anteriores había tenido buenas actuaciones, una con gol incluido, en Vallecas para poner el 0-1 –acabaría 0-2–.

Al término del encuentro en la capital de España el técnico aseguró que el tinerfeño debía pasar etapas en su proceso de formación para explicar su segunda suplencia consecutiva.

Fe ciega

Con quien no tiene dudas el entrenador, en cambio, es con Munir El-Haddadi y Sandro Ramírez, a quienes nunca ha dejado como suplentes mientras han estado bien a nivel físico. Si bien han aportado cosas al equipo, como presión y juego entre líneas en el caso del primero y profundidad por banda y disparos en el segundo, ninguno de los dos se encuentra en su mejor momento ni mejora la cifra de goles de Moleiro, que lleva dos, los mismos que el hispano-marroquí con la mitad de minutos disputados. El grancanario ni siquiera se ha estrenado este curso.

En la semana en la que la UD afronta la cita del domingo frente a Osasuna después de la goleada estrepitosa en el Metropolitano (5-0), García Pimienta podría hacer variaciones en el once tal y como suele hacer después de un mal resultado, si bien nadie discute que Munir, su gran protegido, volverá a partir de inicio.

Así, Moleiro ganaría enteros para volver al equipo titular en busca de una reacción ofensiva del equipo, sin peligro alguno en las dos últimas jornadas salvo cuando el Atlético bajó el pistón con el partido ya sentenciado.

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La UD Las Palmas rendirá homenaje a la selección Juvenil de Las Palmas, campeona de España en 1974, en la previa del encuentro ante el CA Osasuna el próximo domingo (17.30 horas) en el Estadio de Gran Canaria. El capitán de aquel combinado histórico, José Juan Cruz Pérez, Cruz Pérez en su nombre futbolístico, realizará el saque de honor justo antes del encuentro con motivo del 50 aniversario de la hazaña que logró aquella selección en el Ramón Sánchez-Pizjuán de Sevilla. El equipo dirigido por Esteban Betancor se impuso a Cataluña por 1-0 con un gol de Juani Castillo en el minuto 2 de la prórroga. Era el segundo trofeo.

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