Cuatro pancartas del PP y una del PSOE ondean en Schamann. Uno de los edificios más visibles de la concurrida calle Pedro Infinito protagoniza una peculiar estampa electoral. La segunda planta del inmueble ha sembrado la semilla de la discordia en el paisaje azul que reina al incluir la única bandera socialista de la fachada.
Los vecinos aseguran que la convivencia siempre ha sido buena, y es que han seguido la ancestral y sabida norma de no hablar de política con la persona que tienen al otro lado del rellano. Ahora, sin embargo, la atención que ha recibido el acontecimiento ha hecho aflorar los colores ideológicos en sus conversaciones.
'Guerra' de lonas electorales en un edificio de Las Palmas de Gran Canaria
José Pérez Curbelo
Cuatro pancartas del PP y una del PSOE ondean en Schamann. Uno de los edificios más visibles de la concurrida calle Pedro Infinito protagoniza una peculiar estampa electoral. La segunda planta del inmueble ha sembrado la semilla de la discordia en el paisaje azul que reina al incluir la única bandera socialista de la fachada.
Los vecinos aseguran que la convivencia siempre ha sido buena, y es que han seguido la ancestral y sabida norma de no hablar de política con la persona que tienen al otro lado del rellano. Ahora, sin embargo, la atención que ha recibido el acontecimiento ha hecho aflorar los colores ideológicos en sus conversaciones.
'Guerra' de lonas electorales en un edificio de Las Palmas de Gran Canaria
José Pérez Curbelo
Cuatro pancartas del PP y una del PSOE ondean en Schamann. Uno de los edificios más visibles de la concurrida calle Pedro Infinito protagoniza una peculiar estampa electoral. La segunda planta del inmueble ha sembrado la semilla de la discordia en el paisaje azul que reina al incluir la única bandera socialista de la fachada.
Los vecinos aseguran que la convivencia siempre ha sido buena, y es que han seguido la ancestral y sabida norma de no hablar de política con la persona que tienen al otro lado del rellano. Ahora, sin embargo, la atención que ha recibido el acontecimiento ha hecho aflorar los colores ideológicos en sus conversaciones.
'Guerra' de lonas electorales en un edificio de Las Palmas de Gran Canaria
José Pérez Curbelo
Cuatro pancartas del PP y una del PSOE ondean en Schamann. Uno de los edificios más visibles de la concurrida calle Pedro Infinito protagoniza una peculiar estampa electoral. La segunda planta del inmueble ha sembrado la semilla de la discordia en el paisaje azul que reina al incluir la única bandera socialista de la fachada.
Los vecinos aseguran que la convivencia siempre ha sido buena, y es que han seguido la ancestral y sabida norma de no hablar de política con la persona que tienen al otro lado del rellano. Ahora, sin embargo, la atención que ha recibido el acontecimiento ha hecho aflorar los colores ideológicos en sus conversaciones.
'Guerra' de lonas electorales en un edificio de Las Palmas de Gran Canaria
José Pérez Curbelo
Cuatro pancartas del PP y una del PSOE ondean en Schamann. Uno de los edificios más visibles de la concurrida calle Pedro Infinito protagoniza una peculiar estampa electoral. La segunda planta del inmueble ha sembrado la semilla de la discordia en el paisaje azul que reina al incluir la única bandera socialista de la fachada.
Los vecinos aseguran que la convivencia siempre ha sido buena, y es que han seguido la ancestral y sabida norma de no hablar de política con la persona que tienen al otro lado del rellano. Ahora, sin embargo, la atención que ha recibido el acontecimiento ha hecho aflorar los colores ideológicos en sus conversaciones.
'Guerra' de lonas electorales en un edificio de Las Palmas de Gran Canaria
José Pérez Curbelo
Cuatro pancartas del PP y una del PSOE ondean en Schamann. Uno de los edificios más visibles de la concurrida calle Pedro Infinito protagoniza una peculiar estampa electoral. La segunda planta del inmueble ha sembrado la semilla de la discordia en el paisaje azul que reina al incluir la única bandera socialista de la fachada.
Los vecinos aseguran que la convivencia siempre ha sido buena, y es que han seguido la ancestral y sabida norma de no hablar de política con la persona que tienen al otro lado del rellano. Ahora, sin embargo, la atención que ha recibido el acontecimiento ha hecho aflorar los colores ideológicos en sus conversaciones.
'Guerra' de lonas electorales en un edificio de Las Palmas de Gran Canaria
José Pérez Curbelo
Cuatro pancartas del PP y una del PSOE ondean en Schamann. Uno de los edificios más visibles de la concurrida calle Pedro Infinito protagoniza una peculiar estampa electoral. La segunda planta del inmueble ha sembrado la semilla de la discordia en el paisaje azul que reina al incluir la única bandera socialista de la fachada.
Los vecinos aseguran que la convivencia siempre ha sido buena, y es que han seguido la ancestral y sabida norma de no hablar de política con la persona que tienen al otro lado del rellano. Ahora, sin embargo, la atención que ha recibido el acontecimiento ha hecho aflorar los colores ideológicos en sus conversaciones.
'Guerra' de lonas electorales en un edificio de Las Palmas de Gran Canaria
José Pérez Curbelo
Cuatro pancartas del PP y una del PSOE ondean en Schamann. Uno de los edificios más visibles de la concurrida calle Pedro Infinito protagoniza una peculiar estampa electoral. La segunda planta del inmueble ha sembrado la semilla de la discordia en el paisaje azul que reina al incluir la única bandera socialista de la fachada.
Los vecinos aseguran que la convivencia siempre ha sido buena, y es que han seguido la ancestral y sabida norma de no hablar de política con la persona que tienen al otro lado del rellano. Ahora, sin embargo, la atención que ha recibido el acontecimiento ha hecho aflorar los colores ideológicos en sus conversaciones.
Cuatro pancartas del PP y una del PSOE ondean en Schamann. Uno de los edificios más visibles de la concurrida calle Pedro Infinito protagoniza una peculiar estampa electoral. La segunda planta del inmueble ha sembrado la semilla de la discordia en el paisaje azul que reina al incluir la única bandera socialista de la fachada.
Los vecinos aseguran que la convivencia siempre ha sido buena, y es que han seguido la ancestral y sabida norma de no hablar de política con la persona que tienen al otro lado del rellano. Ahora, sin embargo, la atención que ha recibido el acontecimiento ha hecho aflorar los colores ideológicos en sus conversaciones.