Poco imaginan las abejas que tiene Iván Santana en El Calero que el néctar que elaboran acaba convertido en el relleno de unos bombones que se preparan y se comercializan en Tokio, la capital de Japón. Y es que el país nipón ha caído rendido ante la calidad de la miel de barrilla que recolecta Colmenar La Violeta y lo ha concertido en el ingrediente sorpresa de un postre gourmet.
El néctar que conquista Japón
Y. S.
Poco imaginan las abejas que tiene Iván Santana en El Calero que el néctar que elaboran acaba convertido en el relleno de unos bombones que se preparan y se comercializan en Tokio, la capital de Japón. Y es que el país nipón ha caído rendido ante la calidad de la miel de barrilla que recolecta Colmenar La Violeta y lo ha concertido en el ingrediente sorpresa de un postre gourmet.
El néctar que conquista Japón
Y. S.
Poco imaginan las abejas que tiene Iván Santana en El Calero que el néctar que elaboran acaba convertido en el relleno de unos bombones que se preparan y se comercializan en Tokio, la capital de Japón. Y es que el país nipón ha caído rendido ante la calidad de la miel de barrilla que recolecta Colmenar La Violeta y lo ha concertido en el ingrediente sorpresa de un postre gourmet.
El néctar que conquista Japón
Y. S.
Poco imaginan las abejas que tiene Iván Santana en El Calero que el néctar que elaboran acaba convertido en el relleno de unos bombones que se preparan y se comercializan en Tokio, la capital de Japón. Y es que el país nipón ha caído rendido ante la calidad de la miel de barrilla que recolecta Colmenar La Violeta y lo ha concertido en el ingrediente sorpresa de un postre gourmet.
Poco imaginan las abejas que tiene Iván Santana en El Calero que el néctar que elaboran acaba convertido en el relleno de unos bombones que se preparan y se comercializan en Tokio, la capital de Japón. Y es que el país nipón ha caído rendido ante la calidad de la miel de barrilla que recolecta Colmenar La Violeta y lo ha concertido en el ingrediente sorpresa de un postre gourmet.