Fue una visita sorpresa y casi invisible por su brevedad. El Scenic Eclipse, considerado uno de los cruceros más lujoso del mundo, se paseó ayer por primera vez por la bahía capitalina exhibiendo sus 168 metros de eslora que albergan, entre otras comodidades, un helicóptero y un submarino al servicio de los 70 exclusivos pasajeros que arribaron a la capital grancanaria. Ni los otros cinco barcos turísticos con los que coincidió en La Luz consiguieron eclipsar la imagen de este barco que se asemeja a los megayates de los que hacen galas de los magnates.
Crucero Scenic Eclipse en el Puerto de Las Palmas
ANDRÉS CRUZ
Fue una visita sorpresa y casi invisible por su brevedad. El Scenic Eclipse, considerado uno de los cruceros más lujoso del mundo, se paseó ayer por primera vez por la bahía capitalina exhibiendo sus 168 metros de eslora que albergan, entre otras comodidades, un helicóptero y un submarino al servicio de los 70 exclusivos pasajeros que arribaron a la capital grancanaria. Ni los otros cinco barcos turísticos con los que coincidió en La Luz consiguieron eclipsar la imagen de este barco que se asemeja a los megayates de los que hacen galas de los magnates.
Crucero Scenic Eclipse en el Puerto de Las Palmas
ANDRÉS CRUZ
Fue una visita sorpresa y casi invisible por su brevedad. El Scenic Eclipse, considerado uno de los cruceros más lujoso del mundo, se paseó ayer por primera vez por la bahía capitalina exhibiendo sus 168 metros de eslora que albergan, entre otras comodidades, un helicóptero y un submarino al servicio de los 70 exclusivos pasajeros que arribaron a la capital grancanaria. Ni los otros cinco barcos turísticos con los que coincidió en La Luz consiguieron eclipsar la imagen de este barco que se asemeja a los megayates de los que hacen galas de los magnates.
Crucero Scenic Eclipse en el Puerto de Las Palmas
ANDRÉS CRUZ
Fue una visita sorpresa y casi invisible por su brevedad. El Scenic Eclipse, considerado uno de los cruceros más lujoso del mundo, se paseó ayer por primera vez por la bahía capitalina exhibiendo sus 168 metros de eslora que albergan, entre otras comodidades, un helicóptero y un submarino al servicio de los 70 exclusivos pasajeros que arribaron a la capital grancanaria. Ni los otros cinco barcos turísticos con los que coincidió en La Luz consiguieron eclipsar la imagen de este barco que se asemeja a los megayates de los que hacen galas de los magnates.
Crucero Scenic Eclipse en el Puerto de Las Palmas
ANDRÉS CRUZ
Fue una visita sorpresa y casi invisible por su brevedad. El Scenic Eclipse, considerado uno de los cruceros más lujoso del mundo, se paseó ayer por primera vez por la bahía capitalina exhibiendo sus 168 metros de eslora que albergan, entre otras comodidades, un helicóptero y un submarino al servicio de los 70 exclusivos pasajeros que arribaron a la capital grancanaria. Ni los otros cinco barcos turísticos con los que coincidió en La Luz consiguieron eclipsar la imagen de este barco que se asemeja a los megayates de los que hacen galas de los magnates.
Crucero Scenic Eclipse en el Puerto de Las Palmas
ANDRÉS CRUZ
Fue una visita sorpresa y casi invisible por su brevedad. El Scenic Eclipse, considerado uno de los cruceros más lujoso del mundo, se paseó ayer por primera vez por la bahía capitalina exhibiendo sus 168 metros de eslora que albergan, entre otras comodidades, un helicóptero y un submarino al servicio de los 70 exclusivos pasajeros que arribaron a la capital grancanaria. Ni los otros cinco barcos turísticos con los que coincidió en La Luz consiguieron eclipsar la imagen de este barco que se asemeja a los megayates de los que hacen galas de los magnates.
Crucero Scenic Eclipse en el Puerto de Las Palmas
ANDRÉS CRUZ
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Crucero Scenic Eclipse en el Puerto de Las Palmas
ANDRÉS CRUZ
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Fue una visita sorpresa y casi invisible por su brevedad. El Scenic Eclipse, considerado uno de los cruceros más lujoso del mundo, se paseó ayer por primera vez por la bahía capitalina exhibiendo sus 168 metros de eslora que albergan, entre otras comodidades, un helicóptero y un submarino al servicio de los 70 exclusivos pasajeros que arribaron a la capital grancanaria. Ni los otros cinco barcos turísticos con los que coincidió en La Luz consiguieron eclipsar la imagen de este barco que se asemeja a los megayates de los que hacen galas de los magnates.