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José Carlos Guerra / Juan Castro
Ver galería >El muralismo urbano nació en la década de 1970 en América con el objetivo de expresar con imágenes y colores ideas de cambio cultural y social fuera de galerías y museos. No sería hasta los 90 cuando el término street art se popularizó, en parte gracias al grafiti, y así se llenaron paredes en ciudades de todo el mundo. Canarias, y Las Palmas de Gran Canaria en particular, no se ha mantenido al margen de este movimiento, pero lo cierto es que los artistas isleños resaltan que no se le ha dado un verdadero impulso continuado en el tiempo. En cambio, año tras año, los vecinos de la capital proponen mediante distintas iniciativas sacar el arte a sus calles como una manera de mejorar espacios públicos degradados.
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El muralismo urbano nació en la década de 1970 en América con el objetivo de expresar con imágenes y colores ideas de cambio cultural y social fuera de galerías y museos. No sería hasta los 90 cuando el término street art se popularizó, en parte gracias al grafiti, y así se llenaron paredes en ciudades de todo el mundo. Canarias, y Las Palmas de Gran Canaria en particular, no se ha mantenido al margen de este movimiento, pero lo cierto es que los artistas isleños resaltan que no se le ha dado un verdadero impulso continuado en el tiempo. En cambio, año tras año, los vecinos de la capital proponen mediante distintas iniciativas sacar el arte a sus calles como una manera de mejorar espacios públicos degradados.
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El muralismo urbano nació en la década de 1970 en América con el objetivo de expresar con imágenes y colores ideas de cambio cultural y social fuera de galerías y museos. No sería hasta los 90 cuando el término street art se popularizó, en parte gracias al grafiti, y así se llenaron paredes en ciudades de todo el mundo. Canarias, y Las Palmas de Gran Canaria en particular, no se ha mantenido al margen de este movimiento, pero lo cierto es que los artistas isleños resaltan que no se le ha dado un verdadero impulso continuado en el tiempo. En cambio, año tras año, los vecinos de la capital proponen mediante distintas iniciativas sacar el arte a sus calles como una manera de mejorar espacios públicos degradados.
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El muralismo urbano nació en la década de 1970 en América con el objetivo de expresar con imágenes y colores ideas de cambio cultural y social fuera de galerías y museos. No sería hasta los 90 cuando el término street art se popularizó, en parte gracias al grafiti, y así se llenaron paredes en ciudades de todo el mundo. Canarias, y Las Palmas de Gran Canaria en particular, no se ha mantenido al margen de este movimiento, pero lo cierto es que los artistas isleños resaltan que no se le ha dado un verdadero impulso continuado en el tiempo. En cambio, año tras año, los vecinos de la capital proponen mediante distintas iniciativas sacar el arte a sus calles como una manera de mejorar espacios públicos degradados.
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El muralismo urbano nació en la década de 1970 en América con el objetivo de expresar con imágenes y colores ideas de cambio cultural y social fuera de galerías y museos. No sería hasta los 90 cuando el término street art se popularizó, en parte gracias al grafiti, y así se llenaron paredes en ciudades de todo el mundo. Canarias, y Las Palmas de Gran Canaria en particular, no se ha mantenido al margen de este movimiento, pero lo cierto es que los artistas isleños resaltan que no se le ha dado un verdadero impulso continuado en el tiempo. En cambio, año tras año, los vecinos de la capital proponen mediante distintas iniciativas sacar el arte a sus calles como una manera de mejorar espacios públicos degradados.
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El muralismo urbano nació en la década de 1970 en América con el objetivo de expresar con imágenes y colores ideas de cambio cultural y social fuera de galerías y museos. No sería hasta los 90 cuando el término street art se popularizó, en parte gracias al grafiti, y así se llenaron paredes en ciudades de todo el mundo. Canarias, y Las Palmas de Gran Canaria en particular, no se ha mantenido al margen de este movimiento, pero lo cierto es que los artistas isleños resaltan que no se le ha dado un verdadero impulso continuado en el tiempo. En cambio, año tras año, los vecinos de la capital proponen mediante distintas iniciativas sacar el arte a sus calles como una manera de mejorar espacios públicos degradados.
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El muralismo urbano nació en la década de 1970 en América con el objetivo de expresar con imágenes y colores ideas de cambio cultural y social fuera de galerías y museos. No sería hasta los 90 cuando el término street art se popularizó, en parte gracias al grafiti, y así se llenaron paredes en ciudades de todo el mundo. Canarias, y Las Palmas de Gran Canaria en particular, no se ha mantenido al margen de este movimiento, pero lo cierto es que los artistas isleños resaltan que no se le ha dado un verdadero impulso continuado en el tiempo. En cambio, año tras año, los vecinos de la capital proponen mediante distintas iniciativas sacar el arte a sus calles como una manera de mejorar espacios públicos degradados.
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El muralismo urbano nació en la década de 1970 en América con el objetivo de expresar con imágenes y colores ideas de cambio cultural y social fuera de galerías y museos. No sería hasta los 90 cuando el término street art se popularizó, en parte gracias al grafiti, y así se llenaron paredes en ciudades de todo el mundo. Canarias, y Las Palmas de Gran Canaria en particular, no se ha mantenido al margen de este movimiento, pero lo cierto es que los artistas isleños resaltan que no se le ha dado un verdadero impulso continuado en el tiempo. En cambio, año tras año, los vecinos de la capital proponen mediante distintas iniciativas sacar el arte a sus calles como una manera de mejorar espacios públicos degradados.
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El muralismo urbano nació en la década de 1970 en América con el objetivo de expresar con imágenes y colores ideas de cambio cultural y social fuera de galerías y museos. No sería hasta los 90 cuando el término street art se popularizó, en parte gracias al grafiti, y así se llenaron paredes en ciudades de todo el mundo. Canarias, y Las Palmas de Gran Canaria en particular, no se ha mantenido al margen de este movimiento, pero lo cierto es que los artistas isleños resaltan que no se le ha dado un verdadero impulso continuado en el tiempo. En cambio, año tras año, los vecinos de la capital proponen mediante distintas iniciativas sacar el arte a sus calles como una manera de mejorar espacios públicos degradados.
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El muralismo urbano nació en la década de 1970 en América con el objetivo de expresar con imágenes y colores ideas de cambio cultural y social fuera de galerías y museos. No sería hasta los 90 cuando el término street art se popularizó, en parte gracias al grafiti, y así se llenaron paredes en ciudades de todo el mundo. Canarias, y Las Palmas de Gran Canaria en particular, no se ha mantenido al margen de este movimiento, pero lo cierto es que los artistas isleños resaltan que no se le ha dado un verdadero impulso continuado en el tiempo. En cambio, año tras año, los vecinos de la capital proponen mediante distintas iniciativas sacar el arte a sus calles como una manera de mejorar espacios públicos degradados.
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El muralismo urbano nació en la década de 1970 en América con el objetivo de expresar con imágenes y colores ideas de cambio cultural y social fuera de galerías y museos. No sería hasta los 90 cuando el término street art se popularizó, en parte gracias al grafiti, y así se llenaron paredes en ciudades de todo el mundo. Canarias, y Las Palmas de Gran Canaria en particular, no se ha mantenido al margen de este movimiento, pero lo cierto es que los artistas isleños resaltan que no se le ha dado un verdadero impulso continuado en el tiempo. En cambio, año tras año, los vecinos de la capital proponen mediante distintas iniciativas sacar el arte a sus calles como una manera de mejorar espacios públicos degradados.
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El muralismo urbano nació en la década de 1970 en América con el objetivo de expresar con imágenes y colores ideas de cambio cultural y social fuera de galerías y museos. No sería hasta los 90 cuando el término street art se popularizó, en parte gracias al grafiti, y así se llenaron paredes en ciudades de todo el mundo. Canarias, y Las Palmas de Gran Canaria en particular, no se ha mantenido al margen de este movimiento, pero lo cierto es que los artistas isleños resaltan que no se le ha dado un verdadero impulso continuado en el tiempo. En cambio, año tras año, los vecinos de la capital proponen mediante distintas iniciativas sacar el arte a sus calles como una manera de mejorar espacios públicos degradados.
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El muralismo urbano nació en la década de 1970 en América con el objetivo de expresar con imágenes y colores ideas de cambio cultural y social fuera de galerías y museos. No sería hasta los 90 cuando el término street art se popularizó, en parte gracias al grafiti, y así se llenaron paredes en ciudades de todo el mundo. Canarias, y Las Palmas de Gran Canaria en particular, no se ha mantenido al margen de este movimiento, pero lo cierto es que los artistas isleños resaltan que no se le ha dado un verdadero impulso continuado en el tiempo. En cambio, año tras año, los vecinos de la capital proponen mediante distintas iniciativas sacar el arte a sus calles como una manera de mejorar espacios públicos degradados.
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