Existen enfermedades que hace apenas 40 años eran devastadoras pero que, sin embargo, ahora disponen de diversas opciones de tratamiento, en una demostración del enorme salto que ha dado la medicina contemporánea gracias a la investigación y la tecnología. Un ejemplo es el mieloma múltiple, un cáncer de las células plasmáticas del que se diagnostican unos 2.000 casos al año en España y que es de los más frecuentes en el ámbito hematológico, junto a la leucemia o el linfoma.

El doctor José David González San Miguel, jefe del servicio de Hematología del Hospital Universitario Insular de Gran Canaria, recuerda que en sus inicios como médico residente, a finales de los años 80, el mieloma múltiple tenía muy malas perspectivas y la supervivencia apenas llegaba a los dos años para personas mayores que no podían acceder a un trasplante y de cinco para los más jóvenes. “Esto empieza a cambiar hace unos 15 años, cuando empiezan a aparecer nuevos fármacos y combinaciones que mejoran mucho los resultados, hasta conseguir supervivencias de entre 15 y 20 años con una buena calidad de vida”, explica. 

Entender la enfermedad

Y ahora se sigue avanzando hacia el gran objetivo perseguido por los especialistas: la cronificación de la enfermedad. “Actualmente disponemos de muchos fármacos y combinaciones, a diferencia de años atrás. Tanto es así que ahora lo complicado es escoger el tratamiento que mejor le puede ir al paciente entre tantas opciones”, detalla la doctora Susej Guedes, adjunta de Hematología también del Hospital Universitario Insular de Gran Canaria. En este sentido, considera que los grandes avances actuales se han logrado gracias al estudio de la biología de la célula para detectar el origen de la enfermedad como de las nuevas dianas terapéuticas, “dirigidas a atacar alteraciones concretas de la célula”.

“No podemos decir que el mieloma múltiple se pueda curar aún, pero la supervivencia es de 15 a 20 años con calidad de vida”

José David González San Miguel

El mieloma múltiple es una afectación que se origina en la médula ósea, donde un tipo de glóbulo blanco llamado célula plasmática –encargado de la producción de anticuerpos– empieza a crecer de forma descontrolada. Estas células cancerosas producen una proteína anormal que puede producir daños en el riñón y afectar a los huesos y al sistema inmune. En este sentido, una de las consecuencias más frecuentes en los pacientes más avanzados es la insuficiencia renal o las fracturas óseas, algo que gracias al diagnóstico precoz y al tratamiento eficaz es cada vez menos frecuente. “Muchos pacientes pueden hacer vida normal, solo con un poco de cuidado”, asegura el doctor González San Miguel. 

Una enfermedad aún sin cura

Por todo ello, ¿puede considerarse una enfermedad curable? Ambos especialistas consideran que todavía es pronto para ello, aunque ese es el horizonte al que se encamina toda la investigación. “Estamos viviendo un nuevo salto adelante gracias a la nueva generación de fármacos, tecnologías novedosas y todos los ensayos que están en marcha. De momento, no podemos decir que el mieloma múltiple se pueda curar, aunque todos tenemos pacientes que después de 20 años no tienen ningún síntoma demostrable de la enfermedad y tienen una buena calidad de vida. Pero de momento, seguimos con el objetivo de la cronificación –evitando las recaídas– y luego el siguiente paso será la curación”, resume el jefe del servicio de Hematología del Hospital Insular de Gran Canaria. 

Un objetivo no tan lejano

Por su parte, la doctora Guedes recuerda que también existe otro reto que afrontar: “El problema de los pacientes de alto riesgo, con mielomas muy agresivos, sigue sin estar resuelto. Por suerte, estos casos son actualmente una minoría, mientras el resto encaran la enfermedad con buenas perspectivas”. Sin embargo, ambos doctores consideran que se seguirán produciendo avances en los próximos años, tanto en el propio tratamiento como en el diagnóstico precoz. Y que el objetivo de curación no se encuentra tan lejos como pueda parecer. 

“El estudio de la biología de la célula, es decir, del origen de la enfermedad, es clave para seguir avanzando”

Susej Guedes

Algo fundamental si se tiene en cuenta que se trata de una enfermedad que tiene más incidencia en las personas mayores, y la tendencia marca un progresivo envejecimiento de la población. Por suerte, la investigación y los ensayos clínicos progresan de manera cada vez más veloz.

“No es algo lejano, hay muchos estudios en marcha y mucha gente enfocada, y creo que tendremos avances en la curación más pronto que tarde. En este sentido, se debe seguir estudiando la biología de las células y buscando la combinación perfecta de fármacos”, concluye la doctora Guedes. Mientras tanto, el doctor González San Miguel tiene claro el camino a seguir: “Hay que estar continuamente al día, todo cambia a mejor cada uno o dos años. Por eso, tenemos que ese esfuerzo de actualización para poder ofrecer a los pacientes el mejor tratamiento disponible”.

Contenido impulsado por Celgene, una compañía de Bristol Myers Squibb