Una madrugada de intensas lluvias, rayos y granizo protagonizó ayer una jornada meteorológica insólita, que dividió las dos provincias canarias entre el frío polar de las occidentales y el calor sahariano que dominaba en las orientales. El mismo día que se anunciaba la primera nevada del invierno en el Teide, la isla de Gran Canaria se despertaba con una intensa calima y temperaturas propias de un día de playa. Un pleito insular en las alturas, en medio de una alerta meteorológica que dejó un rastro de viviendas y locales anegados, caída de ramas, más de 600 rayos, granizo en cotas bajas y un manto blanco que cubrió las cumbres de La Palma y Tenerife.
Primera nevada del invierno en El Teide
Cabildo de Tenerife
Una madrugada de intensas lluvias, rayos y granizo protagonizó ayer una jornada meteorológica insólita, que dividió las dos provincias canarias entre el frío polar de las occidentales y el calor sahariano que dominaba en las orientales. El mismo día que se anunciaba la primera nevada del invierno en el Teide, la isla de Gran Canaria se despertaba con una intensa calima y temperaturas propias de un día de playa. Un pleito insular en las alturas, en medio de una alerta meteorológica que dejó un rastro de viviendas y locales anegados, caída de ramas, más de 600 rayos, granizo en cotas bajas y un manto blanco que cubrió las cumbres de La Palma y Tenerife.
Primera nevada del invierno en El Teide
Cabildo de Tenerife
Una madrugada de intensas lluvias, rayos y granizo protagonizó ayer una jornada meteorológica insólita, que dividió las dos provincias canarias entre el frío polar de las occidentales y el calor sahariano que dominaba en las orientales. El mismo día que se anunciaba la primera nevada del invierno en el Teide, la isla de Gran Canaria se despertaba con una intensa calima y temperaturas propias de un día de playa. Un pleito insular en las alturas, en medio de una alerta meteorológica que dejó un rastro de viviendas y locales anegados, caída de ramas, más de 600 rayos, granizo en cotas bajas y un manto blanco que cubrió las cumbres de La Palma y Tenerife.
Primera nevada del invierno en El Teide
Cabildo de Tenerife
Una madrugada de intensas lluvias, rayos y granizo protagonizó ayer una jornada meteorológica insólita, que dividió las dos provincias canarias entre el frío polar de las occidentales y el calor sahariano que dominaba en las orientales. El mismo día que se anunciaba la primera nevada del invierno en el Teide, la isla de Gran Canaria se despertaba con una intensa calima y temperaturas propias de un día de playa. Un pleito insular en las alturas, en medio de una alerta meteorológica que dejó un rastro de viviendas y locales anegados, caída de ramas, más de 600 rayos, granizo en cotas bajas y un manto blanco que cubrió las cumbres de La Palma y Tenerife.
Primera nevada del invierno en El Teide
Cabildo de Tenerife
Una madrugada de intensas lluvias, rayos y granizo protagonizó ayer una jornada meteorológica insólita, que dividió las dos provincias canarias entre el frío polar de las occidentales y el calor sahariano que dominaba en las orientales. El mismo día que se anunciaba la primera nevada del invierno en el Teide, la isla de Gran Canaria se despertaba con una intensa calima y temperaturas propias de un día de playa. Un pleito insular en las alturas, en medio de una alerta meteorológica que dejó un rastro de viviendas y locales anegados, caída de ramas, más de 600 rayos, granizo en cotas bajas y un manto blanco que cubrió las cumbres de La Palma y Tenerife.
Primera nevada del invierno en El Teide
Cabildo de Tenerife
Una madrugada de intensas lluvias, rayos y granizo protagonizó ayer una jornada meteorológica insólita, que dividió las dos provincias canarias entre el frío polar de las occidentales y el calor sahariano que dominaba en las orientales. El mismo día que se anunciaba la primera nevada del invierno en el Teide, la isla de Gran Canaria se despertaba con una intensa calima y temperaturas propias de un día de playa. Un pleito insular en las alturas, en medio de una alerta meteorológica que dejó un rastro de viviendas y locales anegados, caída de ramas, más de 600 rayos, granizo en cotas bajas y un manto blanco que cubrió las cumbres de La Palma y Tenerife.
Primera nevada del invierno en El Teide
Cabildo de Tenerife
Una madrugada de intensas lluvias, rayos y granizo protagonizó ayer una jornada meteorológica insólita, que dividió las dos provincias canarias entre el frío polar de las occidentales y el calor sahariano que dominaba en las orientales. El mismo día que se anunciaba la primera nevada del invierno en el Teide, la isla de Gran Canaria se despertaba con una intensa calima y temperaturas propias de un día de playa. Un pleito insular en las alturas, en medio de una alerta meteorológica que dejó un rastro de viviendas y locales anegados, caída de ramas, más de 600 rayos, granizo en cotas bajas y un manto blanco que cubrió las cumbres de La Palma y Tenerife.
Primera nevada del invierno en El Teide
Cabildo de Tenerife
Una madrugada de intensas lluvias, rayos y granizo protagonizó ayer una jornada meteorológica insólita, que dividió las dos provincias canarias entre el frío polar de las occidentales y el calor sahariano que dominaba en las orientales. El mismo día que se anunciaba la primera nevada del invierno en el Teide, la isla de Gran Canaria se despertaba con una intensa calima y temperaturas propias de un día de playa. Un pleito insular en las alturas, en medio de una alerta meteorológica que dejó un rastro de viviendas y locales anegados, caída de ramas, más de 600 rayos, granizo en cotas bajas y un manto blanco que cubrió las cumbres de La Palma y Tenerife.
Una madrugada de intensas lluvias, rayos y granizo protagonizó ayer una jornada meteorológica insólita, que dividió las dos provincias canarias entre el frío polar de las occidentales y el calor sahariano que dominaba en las orientales. El mismo día que se anunciaba la primera nevada del invierno en el Teide, la isla de Gran Canaria se despertaba con una intensa calima y temperaturas propias de un día de playa. Un pleito insular en las alturas, en medio de una alerta meteorológica que dejó un rastro de viviendas y locales anegados, caída de ramas, más de 600 rayos, granizo en cotas bajas y un manto blanco que cubrió las cumbres de La Palma y Tenerife.