"Cuiden este paraíso", aconsejó ayer Doña Sofía antes de despedirse de los majoreros tras una recorrido por la costa de la isla de Fuerteventura. La Reina, en su segunda jornada de visita en solitario a Canarias, inauguró ayer el Centro de Interpretación del Parque Natural de Lobos, en el pequeño islote del norte de Fuerteventura, y visitó el Campamento de Tortugas, en la playa de Cofete, donde se lleva a cabo el proyecto de reintroducción de la tortuga boba (Caretta caretta).

Su Majestad no llegó en helicóptero al islote de Lobos, como se había anunciado inicialmente, sino que por decisión propia utilizó el mismo medio de transporte con que habitualmente se trasladan los visitantes: el barco. Le acompañaban el presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero; el presidente del Cabildo de Fuerteventura, Mario Cabrera; la delegada del Gobierno en Canarias, Carolina Darias; el director general del Medio Natural y Política Forestal, Juan Garay, y posteriormente se les unieron la alcaldesa de La Oliva, Rosa Fernández, y varias autoridades insulares y locales.

Con atuendo deportivo, Doña Sofía, que repartió saludos y sonrisas a todos, demostró su enorme pasión por la naturaleza y preguntó de forma reiterada por los principales valores de biodiversidad que alberga el pequeño islote, la temperatura de sus aguas, su origen volcánico e información sobre los lobos marinos que poblaban antiguamente sus playas. No dudó en fotografiarse junto a unas réplicas de lobos marinos antes de descubrir la placa conmemorativa de la visita real.