El Ayuntamiento de La Oliva y el gallego de Muxía se hermanaron en 2001. También se unieron los patrones de ambas comarcas en un acto religioso: la Virgen del Carmen y Santiago Apóstol compartieron altar durante las fiestas patronales de la localidad majorera.
Sin embargo, no todo fueron parabienes. Durante el acto donde los alcaldes de ambos municipios, Domingo González Arroyo y Alberto Blanco Rodríguez, iban a descubrir una placa que designaba a la principal calle de Corralejo como avenida de Galicia, los vecinos de la localidad majorera se opusieron con rotundidad a tal medida al considerar que se perdía la identidad del pueblo.
La carga de la Policía Local fue desproporcionada y contundente. Los agentes utilizaron, al margen de sus porras, un aerosol paralizante que provocó la reacción de los vecinos concentrados. Un total de 40 personas, incluidos ancianos y niños, sufrieron irritaciones en ojos y piel y tuvieron que recibir asistencia médica.
En el acto participaba también una banda de gaiteros de la Real Banda de Gaitas de Orense y grupos folclóricos locales.
Pancartas
Los vecinos portaban pancartas alusivas: Nuestra identidad, al cubo de la basura, y gritaban consignas contra un acto que consideraban electoralista por Arroyo. Eso sí, posteriormente dejaron claro que sus protestas estaban dirigidas contra el alcalde, no contra los gallegos.