La apañada de Llanos del Sombrero, en el municipio de Betancuria, no fue ayer una concentración más de pastores. El encuentro sirvió, además de apañar unas 800 cabras por barrancos y laderas, para conocer el programa de conservación de la nueva raza caprina de la isla: la cabra de costa majorera. Todo un descubrimiento genético tras seis años de trabajo por parte de investigadores del Instituto Canario de Investigaciones Agrarias (ICIA) y la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC).

Tras la llegada del ganado a la gambuesa o corral, esta se convirtió en un aula improvisada con profesores de lujo, entre ellos, el prestigioso veterinario e investigador Juan Capote, que expuso a los ganaderos las principales características morfológicas de la nueva cabra y la necesidad de mantener los animales con la máxima pureza genética para evitar la extinción de la raza, en claro peligro de desaparición por el escaso número de ejemplares, en torno a las 2.000.

El hallazgo de la nueva raza surge de un estudio genético de la cabra majorera desarrollado por investigadores de la Universidad de Córdoba en la islas, en el cual se analizo el ADN de varias poblaciones domesticas del Archipiélago y otras semisalvajes del barranco de Esquinzo y de Betancuria. Los resultados determinaron que el grupo del citado municipio majorero pertenece a una raza caprina más antigua que el resto de los rebaños estudiados. Posteriormente, tras un ensayo de caracterización morfológica de la cabra majorera se descubre que los animales de Betancuria tienen características morfológicas distintas y pertenece a una raza ancestral.

Talla pequeña, cabeza corta y manto blanco y negro. Estas son algunas de características de la nueva raza de cabra insular que se destina a la producción cárnica y no lechera, y que además se adapta a condiciones extremas en su hábitat para sobrevivir.

Juan Capote expuso ante los ganaderos la necesidad de estudiar la capacidad de carga ganadera para la zona del Mancomún de Betancuria, especialmente, en la franja costera donde ha permanecido aislada esta nueva raza de cabras, con el claro objetivo de mantener la pureza genética de esta población. Además, añadió, la elaboración de un plan de trabajo "basado en el uso de los animales genéticamente puros para evitar la consanguinidad con otras razas y proceder a la selección de sementales".

La consejera de Agricultura, Ganadería y Pesca del Cabildo de Fuerteventura, Rita Díaz, también estuvo presente en la apañada de Llanos del Sombrero, donde se dieron cita un importante número de ganaderos de todos los municipios majoreros, que estuvieron coordinados por Vicente Hernández, comisionado del Mancomún de Betancuria.