La plaza pública de la Iglesia de Santa María de Guía, bajo el viento y el frío, supo vestirse de luz y color para la entrega de los Premios Fuerteventura, que contaron con el trabajo de un intérprete en el lenguaje de signos que traducía la voz en off de Samuel Perdomo para que las personas con discapacidad auditiva pudieran seguir el acontecimiento. No es la primera vez que este espacio acoge actos de este calibre. Hace dos años también vistió sus mejores luces para la representación teatral del Auto de los Reyes Magos, cuyos propulsores también recibieron ayer el reconocimiento al Mérito Cultural.

La Hija Predilecta de Fuerteventura, María de León Hernández, conocida cariñosamente como María, la de La Pared, no podía disimular su alegría por el homenaje. Vestida con una chaqueta beige y pantalones verdes, María apenas pudo dormir la noche anterior ya que tenía que levantarse temprano para acudir a la peluquería. "Estoy muy nerviosa, porque este premio supone mucha responsabilidad. Siempre agradeceré que se hayan acordado de mí. Lo defenderé de por vida porque significa mucho no solo para mi familia en general, sino para todas las mujeres que sufrimos mucho en aquella época para sacar adelante a nuestros hijos", señaló María.

El premio de esta sureña lo hizo extensible el presidente del Cabildo de Fuerteventura, Mario Cabrera, a la labor de todas las mujeres. "Este reconocimiento", resaltó, "es de alguna forma también una forma de subrayar la importancia de estas mujeres en la conformación de la sociedad majorera contemporánea. Esa generación de mujeres de Fuerteventura que con muchos trabajos supieron ayudar a sacar sus familias adelante, al mismo tiempo que contribuían al crecimiento de su entorno vecinal y a su articulación social y cultural".

En ediciones anteriores el galardón de Hijo Predilecto han recaído en Guillermo Sánchez, médico y expresidente del Cabildo majorero; Ildefonso Chacón, expresidente de la institución insular; y César Castañeyra, técnico de la empresa del CAAF.

También se vistieron de gala Los Mantequillas, que acudieron al acto y subieron al escenario con su uniforme, lo que provocó una enorme algarabía cuando se anunció el premio por parte de las numerosas personas de Morro Jable que se habían desplazado desde esta localidad del Sur para acompañar a los parranderos que han escrito su nombre en la historia de la música popular. El premio no sólo abarca la labor de estos músicos sino de todos los jóvenes de la quinta del 47 que vivieron aquella época en Morro.

Uno de los gestos de la noche se localizó en el Consorcio de Abastecimiento de Aguas de Fuerteventura (CAAF), cuyos responsables decidieron que en lugar de recoger el galardón algunos de los cargos públicos que dirigen la entidad fuese Fernando Rodríguez de León, lo recibiera uno de los trabajadores más veteranos de este empresa pública, conformada por los seis ayuntamientos majoreros y el Cabildo de Fuerteventura.

La institución insular continúa con su línea de descentralizar la entrega de honores y distinciones para que todos los municipios majoreros puedan tener la oportunidad de acoger el citado acto.