El empresario Eduardo Paz Alcalde, de 46 años, detenido por un presunto delito de abusos de menores, acudió ayer con la Policía y los funcionarios judiciales al local donde no solo ensayaba con los niños de la batucada Besay sino que utilizaba como taller para la confección de trajes del Carnaval. El registro terminó con insultos y una agresión a uno de los monitores del grupo carnavalero. Un centenar de personas se concentraron en la fachada del inmueble situado en el barrio de Fabelo para increpar al detenido que estuvo escoltado por agentes de la Policía Nacional, que contaron con el apoyo y la colaboración de la Policía Local de Puerto del Rosario. Los nervios y la tensión en los padres se vivió durante todo el registro. El presunto pederasta, el abusador de Besay, pasará hoy a disposición judicial. Hasta el momento hay diez denuncias, de otras tantas familias, contra Eduardo Paz. Los agentes requisaron abundante documentación y ordenadores.

Los policías evitaron ayer que algunos de los padres de los niños afectados irrumpieran en el local donde se llevaba a efecto el registro. El cordón policial tuvo que ser reforzado con nuevos agentes ante el temor de que los vecinos pudieran acercarse hasta el detenido.

Uno de los padres gritaba a viva voz y en plena calle "por favor, déjame entrar para verlo cara a cara. No haría falta juicio porque lo mato aquí mismo por haber abusado de mis niños". El mismo hombre, visiblemente nervioso se dirigía a los presentes para que hoy se concentren en las puertas del Juzgado en apoyo a las familias afectadas y para afear la conducta del empresario.

"Mami, Eduardo nos bañaba desnudos y nos decía que nos iba a poner una vacuna para que no nos picaran las pulgas. Entonces nos tocaba las partes y nos metía el dedo en el culito". Este es el testimonio de una niña de tan solo 8 años a sus padres. Esta menor, junto a otros compañeros de la batucada Besay, con edades comprendidas entre los 7 y los 12 años, sufrió tocamientos y abusos durante un campamento celebrado en un una finca del director del grupo, Eduardo Paz Alcalde, detenido el miércoles, bajo la acusación de presuntos abusos a menores. Sin embargo, tras la exploración médica a que fueron sometidos los pequeños en el Hospital General de Fuerteventura el forense descartó que hubiera agresión sexual (penetración).

La detención de Eduardo Paz, conocido empresario de Puerto del Rosario y director de una batucada infantil, por su presunta implicación en abusos a menores, ha generado una enorme conmoción en toda la isla. Eduardo Paz ha ostentado durante muchos años la presidencia de la Asociación de Comerciantes de León y Castillo (Coleyca), aunque actualmente ocupa el cargo de gerente. También es miembro del Comité Ejecutivo de la Cámara de Comercio donde es miembro de las comisiones de Formación y Comercio y además es representante de esta entidad cameral en la Comisión Insular de Comercio. Además se encuentra vinculado a asociaciones juveniles e infantiles en las fiestas populares de la capital y en los Carnavales.

La sala de espera de la Comisaría de Policía de Puerto del Rosario se convirtió ayer en un auténtico calvario para los padres y niños de la batucada Besay que fueron requeridos por los agentes del Servicio de Atención a la Familia (SAF) para proceder a su exploración y posterior traslado al Juzgado de Instrucción número 3 de Puerto del Rosario donde comparecieron ante el juez sustituto, Beltrán Catalayud. Algunas de las madres no pudieron evitar las lágrimas ni la tensión vivida estos días y al verse se fundían en constantes abrazos silenciosos. Una de ellas, que prefirió mantener el anonimato, señaló a este periódico: "Desde hace unos días estamos en un estado de shock emocional. Confiábamos mucho en Eduardo y por eso dejábamos ir a los niños a los campamentos que organizaba. Como nos engañó este sinvergüenza".

Una de las menores comunicó a su madre el pasado lunes tras regresar de un campamento que se celebró en la finca del empresario apresado que le dolían sus partes íntimas "porque Eduardo me restrega muy fuerte cuando me ducha y usa un jabón que me pica mucho". Esta confesión provocó la preocupación de la progenitora y levantó la sospecha de que algo ocurría durante el campamento. Tras comunicarse con otras familias que también reconocieron que sus hijos sufrían tocamientos se destapó el caso y posibilitó las denuncias ante el Servicio de Atención a la Familia (SAF) del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) que arrestó a Eduardo Paz.

Uno de los padres que ayer se personó en el Juzgado para acompañar a su hija y, que evitó identificarse, no pudo contener su rabia e indignación por lo sucedido. " Si lo cojo en mis manos, lo mato, ya no vive mas aunque me desgracie mi vida". En su relato, añadió: " Es un basura, abusando de los niños porque no se enteran mucho porque son pequeños. No tiene porque tocar a los niños ni hacerle lo que le ha hecho".

Este padre reconoció que todos los niños coinciden en decir lo mismo, " que les iba a poner una vacuna porque habían pulgas en la finca y una vez que se quitaban la ropa interior comenzaban los tocamientos. Los niños tenían miedo porque los tenía amenazados si decían los que pasaba durante los campamentos".

Acampada

La última acampada organizada por Eduardo Paz se desarrolló desde el 25 al 31 de agosto en una finca de su propiedad en las proximidades de Puerto del Rosario. Los pequeños pernoctaban durante todo ese tiempo fuera del domicilio familiar.

" No quería a ninguno de los padres allí, solo los doce niños de la batucada. Nosotros podíamos ir de visita pero no permitía que nos quedáramos ni siquiera que le ayudáramos", señaló ayer en las puertas del Juzgado un padre.

Otra de las madres, entre sollozos, relató que "no abusaba de los más pequeñitos porque decía que se chivaban".