Los 371 trabajadores del hotel Oliva Beach, situado dentro del paraje natural de las dunas en Corralejo, anunciaron que si no obtienen respuestas en Canarias protestarán delante del Ministerio de Transición Ecológica en Madrid para frenar el ERE y cierre del establecimiento.

Los empleados secundaron ayer una nueva concentración fuera la Delegación Insular del Gobierno, en Puerto del Rosario, para exigir el desbloqueo de la licencia de reforma y evitar un expediente de regulación de empleo que puede dejarlos en el paro. Y finalizó con pitidos y una cacerolada en la calle.

El portavoz del comité de empresa, Rafael Giráldez, transmitió la preocupación de la plantilla laboral sobre su futuro. "La mayoría son trabajadores indefinidos, con cargas familiares, hipotecas y con una edad complicada para quedarse en paro" explicó el representante de los trabajadores. Seguidamente, anunció que esperan que el presidente del Gobierno de Canarias "se comprometa con las demandas de los empleados en la reunión prevista para estos días". El portavoz calificó de inconcebible que el Gobierno de España "tenga bloqueada" la licencia de reforma de un hotel que persigue -añadió- "reactivar el sector turístico insular".

La actual plantilla del RIU Oliva Beach la componen 371 trabajadores. Se trata de un establecimiento que se inauguró en 1997 y cuenta con 2.000 camas, y alcanza una tasa media de ocupación del 80%. Desde el Ministerio para la Transición Ecológica, en el que residen las competencias en materia de Costas, tan solo se ha comunicado a la empresa que están pendientes de la elaboración de informes jurídicos, pero sin comprometer una fecha para liquidar el trámite. RIU no está ante una denegación subsanable, sino ante un silencio que les mantiene paralizados.

Hay que recordar que en diciembre de 2017, la cadena RIU registró ante la Dirección General de Costas del Gobierno central su proyecto de remodelación del hotel Oliva Beach. Sin embargo, siguen sin respuesta. La empresa advirtió de los graves problemas económicos que le acarreaba esta situación de prolongado silencio por parte del Estado.

De hecho, en las últimas fechas navideñas sus beneficios fueron muy inferiores al de sus competidores. Además, con un abaratamiento de las camas que sitúa los precios por debajo incluso del umbral de rentabilidad. No cumplir los plazos de cierre y reapertura ha colocado a los operadores turísticos en una posición dominante.

Adrián Fernández, presidente de la Plataforma Salvar el Oliva Beach y miembro del Comité de Empresa, anunció ayer que lucharán para evitar el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que se presentará de inmediato.

"Con las obras, el hotel ganaría una estrella y se colocaría con cuatro, lo que supone una posición competitiva, salvar lospuestos de trabajo e incluso contratar a más gente" indicó. Ahora está fuera debido a esa inacción por parte de Costas.

Nadie en el sector turístico de Fuerteventura duda de la necesidad de una rehabilitación para modernizar unas instalaciones obsoletas. El presidente del Cabildo, el socialista Blas Acosta, calificó el pasado mes de abril, cuando aún no ocupaba el sillón presidencial, como "intolerable" la ausencia de una "respuesta positiva", pero después no ha vuelto a pronunciarse, le reprochan los sindicalistas.