Los ayuntamientos majoreros no disponen de una ordenanza municipal que regule la participación en las romerías, especialmente en el control sobre el estado de las carrozas. Después de el trágico atropello múltiple durante la celebración de la romería del Pino en Majanicho, donde falleció uno de los romeros y cuatros resultaron heridos, uno de ellos continua en estado crítico, se ha abierto un debate sobre la necesidad de contar con un exhaustivo control de los carromatos y de las medidas de seguridad.

Las romerías han proliferado en la mayor parte de las fiestas insulares, incluso en aquellos pueblos donde no existía tradición. En la mayor parte de estos eventos populares el control sobre las carretas, en especial las de tracción mecánica, escapan de los controles sobre el estado de los vehículos y los requisitos necesarios para circular por la vía pública, mientras que el dispositivo de seguridad brilla por su ausencia o es insuficiente para garantizar la integridad de los participantes.

En las romerías más concurridas de la isla, la de la Peña, en La Vega de Río Palma, que se celebra el próximo viernes, y la de San Miguel, en Tuineje, cuya fecha de celebración será en octubre, no existen requisitos de participación de las carrozas. Solo se abre un plazo de inscripción y se recomienda a los romeros ir ataviados con la ropa típica " para que sigamos recuperando las vestimentas campesinas tradicionales de nuestras fiestas".

Majanicho

La Concejalía de Festejos de La Oliva demandó mediante escrito en el Registro General, al departamento municipal de Seguridad y Emergencias, que preside Genaro Saavedra, días antes de la romería de Majanicho, la necesidad de cubrir la seguridad del evento. Sin embargo, no le fue notificada a los miembros de Protección Civil, según fuentes de este cuerpo.