La Casa de la Cultura de Puerto del Rosario acoge desde mañana hasta el próximo 31 de mayo una muestra con el recorrido histórico de la vestimenta tradicional utilizada en Fuerteventura y en otras islas canarias. La fotógrafa Marisa Ruiz plasma con su cámara a unas 15 personas con diversos modelos de trajes canarios en homenaje a la cancelación del Baile de Taifas del pasado año.
La Casa de la Cultura de Puerto del Rosario acoge desde mañana y hasta final de mes un recorrido histórico de la vestimenta tradicional no sólo de Fuerteventura sino de otras islas del Archipiélago canario. La destreza y creatividad de la fotógrafa Marisa Ruiz hace transportar la memoria colectiva de los majoreros hacia otros tiempos. Un total de 18 imágenes muestran en la exposición La mirada del recuerdo el patrimonio de los atuendos tradicionales en diferentes rincones del municipio capitalino, así como distintas labores que desarrollaron antaño los abuelos.
La pandemia de la covid-19 ha afectado de manera directa a los eventos que se celebraban habitualmente para conmemorar el Día de Canarias. Uno de ellos, el Baile de Taifas es uno de los eventos sociales más importantes de Fuerteventura, no en vano llega a reunir en el recinto portuario de la capital majorera a más de 10.000 personas ataviadas con atuendos tradicionales que lucían los mismos en torno a una mesa con productos de la tierra o bailando a través de la música del país. Sin embargo, ni en 2020 se celebró, ya en pleno estado de alarma, ni este año tampoco como consecuencia de las normas establecidas por la crisis sanitaria del coronavirus.
Dieciocho imágenes recrean los distintos modelos de la vestimenta tradicional
Marisa Ruiz ha perfeccionado su estilo, entre los muchos en los que desarrolla su labor profesional, en la vestimenta tradicional y en los usos y costumbres canarias. Su primera experiencia se localiza en las imágenes captadas a través de su cámara para la publicación Las Indumentarias Tradicionales de Fuerteventura, dirigida por Ricardo Reguera y que vio la luz en 2019, en la que la fotógrafa fue la responsable de contratar la figuración, buscar las localizaciones y la fotografía, «un trabajo muy laborioso que duró meses pero, como recompensa, gustó mucho y se agotaron casi al momento de salir de la imprenta y distribuirse en distintas entidades», detalla Ruiz.
La suspensión de la pasada edición del Baile de Taifas, prevista para mayo de 2020, motivó a Ruiz a elaborar una muestra de fotografías con la participación de más de 15 personas que se prestaron voluntariamente como figurantes. «De ahí surgió la idea de llevar mi trabajo a la Casa de la Cultura, para que las imágenes obtenidas en homenaje a la cancelación del Baile de Taifas 2020 perduren en nuestra memoria»..
Ana, Demelsa, Sonia, Josué o Estrella, sin olvidar a Amorok, un perro de raza pastor herreño, formaron parte del elenco de modelos que posaron para la cámara de Marisa Ruiz desde barrancos, riscos, gavias o en la orilla del mar.
Detrás de cada uno de los figurantes hay una historia personal e intima, «salpicada de alegrías y tristezas, de trabajo y sacrificios, de miedos.... cada uno en el entorno que le ha tocado vivir: en el campo o la mar, pero una historia fascinante», señala la fotógrafa encargada de plasmar los distintos modelos en la tipología de la vestimenta tradicional.
Ana y Demelsa se presentaron a la cita fotográfica con un gran despliegue de vestuario y recreando las labores agrícolas que vivieron en la isla de Fuerteventura seca y profunda. Con una total maestría se enfundaron la ropa de faena, se metieron en la gavia y comenzaron a arrancar la sementera como habían aprendido de sus respectivas familias de agricultores y ganaderos.
Los figurantes también realizaron labores de antaño para la sesión fotográfica
«La localización para realizar el trabajo con estas dos mujeres fue en la finca de los Rugama, en Casillas del Ángel, donde el matrimonio que lo gestiona, Ana y Agustín, nos permitieron desarrollar distintas sesiones fotográficas. Gracias a ellos mis imágenes viajan 300 años atrás en el tiempo...»., afirma la fotógrafa.
Sonia y Josué, llegaron al barranco de Tesjuate desde Morro Jable, acompañados de su pequeña hija de tan sólo dos años, de su perro pastor herreño y de la lata usada para el salto del pastor. «Josué es un apasionado de todo lo canario. Practica la lucha del palo, toca el bucio, y utiliza el silbo gomero», enumera Ruiz.
Estrella Hernández, vecina de Antigua, fue la encargada de recrear el papel de lavandera. Con su barreño y balde de latón, con su jabón Lagarto y su botella de añil, con su delantal y sombrera, al más puro estilo tradicional, posó durante un tiempo para la sesión fotográfica a la vez que explicaba no sólo los pasos a seguir para que la ropa quedará blanca sino rememorando este trabajo en su etapa de joven.
Marisa Ruiz es fotógrafa profesional desde hace una década, siendo su primer contacto con el mundo en la Escuela de Arte de Las Palmas de Gran Canaria. Su despertar por la profesión fotográfica llegó al aterrizar en Fuerteventura, por sus paisajes áridos y su luz perfecta que la llenaron de inspiración para crear imágenes.
La muestra podrá visitarse hasta el próximo 31 de mayo en horario de 10.00 a 13.00 y de 17.00 a 20.00 horas.
