Una sentencia judicial que obliga al Ayuntamiento de Pájara a recepcionar una urbanización en la localidad turística de Costa Calma, ha provocado la reacción de la Asociación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Fuerteventura Excelfuert, que emplaza a los ayuntamientos a que asuman la aceptación de las urbanizaciones turísticas que cumplen la normativa vigente para evitar varapalos judiciales.

La asociación de empresarios advierte a las administraciones locales que la última sentencia del Juzgado de lo Contencioso Administrativo Número 2 de Las Palmas de Gran Canaria, que obliga al Consistorio de Pájara a recibir la urbanización Cañada del Río «es solo un aviso que, previsiblemente, se repetirá en futuros procesos judiciales abiertos».

En este sentido, esperan que el Ayuntamiento sureño «no cometa la torpeza de presentar un recurso, dado que lo único que conseguirían sería alargar de manera innecesaria la solución de un contencioso que requiere una respuesta urgente».

El nuevo presidente de la asociación turística Excelfuert, Roberto Jaime, considera que «muchas de las urbanizaciones pendientes de ser recibidas por las corporaciones locales cumplen con lo que exige la actual legislación y acogen, en estos momentos, miles de camas turísticas situadas en espacios que se encuentran deteriorados por la inacción y la dejadez de los ayuntamientos».

Además, añade que «no nos podemos permitir en un escenario tan complejo «que el principal sector económico de la Isla, el turismo, no cuente con todas las herramientas que necesita para ofrecer un producto de calidad. Tenemos que arrimar el hombro y trabajar juntos articulando soluciones reales a cada uno de los problemas que existen para seguir siendo un destino competitivo».

En opinión de Jaime, «desde el inicio de nuestra asociación hemos dedicado la mayor parte de nuestro tiempo a reivindicar la recepción de las urbanizaciones que se ajustan a la ley. La negativa de los ayuntamientos es la causa principal del tremendo y continuo deterioro de las zonas turísticas de Fuerteventura. Y ese es un lujo que no podemos permitirnos en un momento en el que deberíamos estar centrados en la recuperación de lo que hemos perdido por la pandemia del coronavirus».

A juicio del presidente de los empresarios turísticos, «nuestros socios cumplen escrupulosamente con el pago de los impuestos municipales, algunas cadenas cantidades millonarias, a cambio de nada. No barren sus calles, no arreglan las averías ni los desperfectos en las vías públicas. Las zonas verdes se mueren y nadie hace nada. Y todo eso ocurre en urbanizaciones en las que se eterniza su recepción por parte de las administraciones».

Excelfuer propone la constitución de una mesa de trabajo en cada uno de los municipios, en la que estén presente los promotores afectados, «para la resolución de las recepciones pendientes con la máxima urgencia para solucionar, cuanto antes, el gravísimo deterioro de los espacios públicos ubicados en las zonas turísticas».

En Fuerteventura son muchas las urbanizaciones turísticas que no han sido recepcionadas por los ayuntamientos. Esta situación provoca que las mismas no sean conservadas por los consistorios y por muchos de los propietarios con el consiguiente deterioro y la mala imagen que provoca de cara no solo al turista, sino también al residente en la Isla.

Por esta razón, Alberto Jaime considera que una vez «cumplidos con exceso las condiciones y el plazo para la recepción de la urbanización, el Ayuntamiento no puede negar tal recepción ni manejarla como objeto de cambio de otras pretensiones».