La lluvia que trajo la Dana empapa el norte de Fuerteventura. Una fuerte tromba de agua azotó la isla este jueves durante gran parte de la mañana, aunque el día anterior ya amenazaba con lluvias. El agua caída hizo correr varios barrancos, llenó gavias y provocó varias incidencias en la capital majorera donde se vieron afectados comercios, locales y algunos domicilios, especialmente en las zonas donde se rehabilitaron las calles con cota cero entre el pavimento y las aceras. Sin embargo, el agua no benefició a todo el territorio insular, ya que en una gran parte del mismo, en concreto en la zona centro-sur, apenas registró precipitaciones. Las mayores incidencias de localizaron en Puerto del Rosario, donde durante la jornada cayeron ocho litros por metro cuadrado, según los datos registrados por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

La ansiada lluvia llegó a la isla majorera desde primera hora de ayer y fue intensificándose a lo largo de la mañana. Si bien la borrasca descargó con mayor intensidad en el municipio capitalino y en localidades de la zona norte. La alegría de los agricultores y ganaderos de las zonas donde las precipitaciones fueron mayores contrasta con la desilusión de sus homónimos en los municipios sureños, aunque estos mantienen la esperanza de que las precipitaciones continúen y beneficien a todo el territorio majorero.

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Lluvia en Fuerteventura (27/01/22) La Provincia

Varios barrancos, especialmente en el entorno de Puerto del Rosario, llevaron bastante agua en su cauce con destino al mar. Esta situación generó en las redes sociales multitud de críticas y demandaban la construcción de presas para evitar estas pérdidas «en una isla seca, sedienta y necesitadas de agua. No se puede permitir en estos tiempos que cuando llueve, que no es todos los días, se desaproveche este recurso tan necesario en Fuerteventura», se quejaba Juan Perico Gutiérrez.

La cuerda de agua afectó principalmente a la capital insular donde la fuerza del agua hizo saltar alcantarillas, inundó algunos locales y viviendas.

Protestas y críticas

Algunos empresarios de la zona del entorno de la playa de Los Pozos o Playa Chica mostraron su enfado porque las alcantarillas que desembocan en la estación de bombeo, ubicada en la zona, reventaron al quedarse obstruidas por miles de toallitas provocando que aguas fecales invadieran sus establecimientos lo que los obligó a cerrar sus puertas para proceder a la limpieza de los inmuebles.

«No solo se inundaron las terrazas de agua fecales, sino que las toallitas provocaron atascos en la red de saneamiento al no desintegrarse de manera adecuada con el agua e hicieron retroceder las aguas residuales o negras hacia el interior de nuestros negocios inundándolos completamente», señaló a este periódico un empresario con intereses en la zona.

El malestar por la situación generada por las lluvias también lo expresaron los vecinos de varias calles de la capital donde el Consistorio portuense realizó obras en las vías públicas con cota cero entre el pavimento, las aceras y las fachadas, lo que provocaron también algunas molestias con inundaciones incluidas con los consiguientes perjuicios para los moradores, que criticaron las obras.