Las plegarias a la Virgen de La Peña, Patrona de los majoreros, cuya fiesta se celebró recientemente, podría decirse que dieron sus frutos: ‘agua bendita’. El paso de la tormenta Hermine por el territorio majorero dejó la Isla completamente anegada por una lluvia moderada y mansa que provocó que barrancos, gavias, nateros y presas quedaran completamente llenas para regocijo no sólo del sector agrario y ganadero sino para la ciudadanía en general. La lluvia cambió completamente la fisonomía del campo majorero. Hacía muchos años que no caía agua de esta manera y con esa intensidad. Hace más de una veintena de años que no se recuerdan estampas así en los municipios majoreros.

Lola García y David de Vera, consejeros del Cabildo, visitando una presa. A la derecha, Ñito Betancor, en su finca de Tuineje. | | LP/DLP

Agricultores y ganaderos no disimulan su satisfacción por la llegada de las lluvias. Con las gavias y nateroa llenos se abre una enorme expectación ante las nuevas cosechas que se generarán, desde las plantaciones de papas, millo, leguminosas y otras variedades, hasta el respiro para los ganaderos, en estos tiempos de altos precios, con el crecimiento de los pastos para sus animales. La fortuna de la lotería de Navidad se ha adelantado en Fuerteventura. En una isla desierta y sedienta, la llegada del agua, un bien escaso, siempre se recibe con la lógica alegría.

Imagenes de gavias llenas de agua lluvia en el pueblo de Guisguey, en el municipio de Puerto del Rosario, conocido popularmente como el pueblo de las mil gavias.l | | DAVID DE LEÓN

La vicepresidenta primera del Cabildo de Fuerteventura y consejera de Sostenibilidad Medioambiental, Lola García, comprobó ayer los efectos de las lluvias en el campo majorero, acompañada por el consejero de Aguas, David de Vera. Ambos visitaron gavias, charcas, presas y otros elementos hidráulicos que han vuelto a llenarse tras el paso de la tormenta Hermine.

Cuenca del Gran Tarajal

Según Lola García, «Fuerteventura ha recibido con alegría unas lluvias muy necesarias tanto para el sector primario como para el paisaje y naturaleza de la Isla». Además, destacó «el trabajo realizado desde el Cabildo y el Consejo Insular de Aguas, que durante el año han ejecutado obras para retener toda el agua superficial, llenar las gavias y embalses, así como recuperar el nivel freático insular».

Entre estas actuaciones destacó la desarrollada en la cuenca de Gran Tarajal, en el municipio de Tuineje y que disminuyen los riesgos de inundación y favorecen la recarga de los acuíferos para uso agrícola. «Estas acciones permiten mejorar las posibilidades de regadío y evitan la pérdida de material por las escorrentías de aguas pluviales», señaló.

El ‘agua bendita’ llega tras La Peña

Un ejemplo de la recuperación de la tradición agrícola y del patrimonio hidráulico se localiza en el pueblo de Guisguey, en Puerto del Rosario. Es conocido popularmente como el pueblo de las mil gavias.

Un proyecto liderado por el colectivo Los Pajeros y los vecinos ha posibilitado la plantación de más de 200 higueras y granaderos en el cauce del barranco del pueblo. Además los propios vecinos, los alumnos del IES Puerto Cabras, el Cabildo y la empresa Pablo de León han recuperado gavias, nateros y elementos etnográficos de la agricultura tradicional.