Puerto del Rosario llora la muerte de Antonio Mederos, cuidador del campo de fútbol municipal

El alcalde Juan Jiménez anuncia que el terreno de juego llevará el nombre de este vecino

Antonio Mederos.  | | LP/DLP

Antonio Mederos. | | LP/DLP / LP / DLP

Fuerteventura y, en especial Puerto del Rosario, se despertó ayer con la triste noticia del fallecimiento de Antonio Mederos Hernández, a los 82 años, el eterno guardián del campo de fútbol Los Pozos por cuya tutela pasó una ingente cantidad de niños y niñas.

La noticia del óbito se extendió rápidamente por toda la geografía majorera y las redes sociales se llenaron en comentarios de admiración y respeto a un vecino que se ganó en vida el cariño y admiración de todos, especialmente los que estaban vinculados al mundo del balompié.

Antonio Medero fue el impulsor del fútbol base, responsable del cuidado del estadio de Los Pozos durante más de una veintena de años, fundador del club Atlético Mederos y fundador del primer equipo femenino de la Isla. Un personaje ilustre que deja una huella imborrable en la capital majorera y en toda Fuerteventura.

El alcalde de Puerto del Rosario, Juan Jiménez, al margen de expresar sus condolencias a la familia del difunto, extrabajador del Consistorio capitalino hasta su jubilación, señaló que «considero que la figura de don Antonio Mederos merece un gran reconocimiento, a todo lo que hizo en vida, y específicamente en favor del mundo del fútbol, razón por la cual desde el Ayuntamiento ya se está trabajando en la posibilidad de una especial distinción como la de mencionar con su nombre el estadio municipal de Los Pozos. Estimo que es de justo merecimiento a lo que significa para todos nosotros, para Puerto del Rosario y para Fuerteventura».

Mederos se convirtió en el fiel guardián del campo de Los Pozos en una época en que era de tierra, no habían aspersores para el riego, ni maquinaria para marcar las líneas que lo delimitaban. A pesar de ello, el terreno de juego presentaba un aspecto perfecto. Cogía la manguera para regar, usaba una especie de carretilla con cal para marcar las líneas, limpiaba con esmero los vestuarios para que locales y visitantes se sintieran cómodos y, lo más importante, se convirtió en vigilante de los miles de niños que pasaron por el campo, siempre atento a que no sufrieran ni les hicieran daño alguno. Mederos fue un seguro de vida para los muchos padres que dejaban bajo su custodia a sus hijos durante los partidos y entrenamientos.

David de León Suárez, uno de los muchos niños que disfrutaron jugando en el citado campo de fútbol escribió en su muro de Facebook «Gracias amigo por todo lo que hiciste por mi y por miles de chiquillos que pisábamos aquel campo de tierra que con tanto mimo cuidabas. Fuiste un padre para todos y nos enseñaste a amarrarnos las primeras botas de fútbol y a mimar el balón en el siempre eterno Atlético Mederos. Descansa viejito y vete guardándome la ficha pa cuando nos veamos de nuevo».