Gran descarga de agua en la capital, el norte y centro de Gran Canaria, y casi ni una gota por el Sur. Un fin de semana en el que la lluvia no dejó tregua. En los pagos de las medianías los agricultores declaraban que hacía tiempo que no caía tanta agua seguida y de forma serena. Pero, la borrasca dividió la Isla de forma diagonal, y mientras del sábado al domingo no paró de llover en las localidades de Teror, Valleseco, Firgas, Arucas, San Mateo, Santa Brígida, Valsequillo, Guía, Tejeda , Artenara, Gáldar o Agaete; en San Bartolomé de Tirajana y Mogán apenas llegó a caer un rocío. Además, la bajada de las temperaturas hizo que en el Pozo de las Nieves hasta granizara.

Según los datos, del Centro de Coordinación Operativa Insular del Cabildo los registros más abundantes de precipitaciones se localizaron en la capital y le siguieron Teror, donde recogieron 89 litros por metro cuadrado en las últimas veinticuatro horas, y Firgas donde se contabilizaron 85 litros. El nivel máximo de toda la Isla se localizó en Tafira con 104 litros, mientras que los más bajos se dieron en Mogán con medio litro y Maspalomas con dos litros. En San Mateo se acumularon hasta 50 litros por metro cuadrado, y en Moya y Guía sobre unos 60 litros.

Con estos registros, el invierno empieza a ser muy generoso con las lluvias en la Isla. Un dato: en Teror a lo largo de la semana pasada se contabilizaron 150 litros por metro cuadrado.

Pese a tanta agua, y carreteras parcialmente cortadas por desprendimientos, el temporal sólo dejó un herido leve. Al parecer, la víctima había quedado atrapada en el que coche en que viajaba por la GC 700 (Guía- Moya) tras caer una piedra en el techo del vehículo. Los sanitarios le sacaron del coche y le trasladaron en ambulancia al Hospital de Gran Canaria Doctor Negrín.

También estuvieron cerradas las vías de Tenoya a Arucas a la altura de El Perdigón debido a la grieta de un muro, el acceso al puerto de Sardina por un socavón, la de Hoya Pineda a Gáldar por un alud que invadió la calzada, la de Santa Brígida a Las Goteras.

Más allá de los problemas en la red viaria, la estampa más agradecida era contemplar en el norte y centro de la Isla los barrancos. Cargados de agua bajaban el de Gáldar, que hubo que limpiar en su desembocadura porque llevaba muchos palos y basura; y también caudalosos avanzaban al mar el de Moya, Azuaje. Con menos aporte de agua descendía desde el valle el de Agaete. Dado que ayer era domingo, el Cabildo grancanario cerró la áreas recreativas de Santa Cristina, San José del Álamo, Llanos de La Pez, El Galeón y Monte Pavón.

Estas lluvias provocaron también inundaciones en viviendas y garajes, en especial en Arucas donde algunos vecinos tuvieron que estar achicando agua buena parte de la mañana. En Costa Ayala varias viviendas quedaron invadidas de la tierra de un solar próximo. Los servicios de emergencia se vieron desbordados para atender las llamadas de los ciudadanos.