Es todo un referente para el barrio, así de fácil". Juan Pedro Pérez Medina, presidente de la asociación Playgarza y el rostro más conocido de esta esquina de la costa de Telde, no le da muchas vueltas a la cabeza cuando se le pregunta qué significa para el barrio la ermita que luce en su lado norte.

El edificio es estos días noticias por dos motivos: se cumplen 30 años de su construcción y será, a excepción de un par de casas, el único inmueble de la zona que quede en pie dentro de unos años, cuando Costas aplique sobre el terreno el acuerdo por el que las viviendas que ocupan suelo de dominio público sean retiradas de la primera línea de playa para ser rehechas unos metros más atrás.

El hecho no tendría mayor relevancia si no fuera porque la ermita, de unos treinta metros cuadrados, se levanta sobre un nido de ametralladoras, un búnker levantado según Pérez Medina durante la Guerra Civil española y que es de las pocas estructuras militares de su tipo que se conservan casi intactas.

Levantado sobre hormigón duro, el nido tenía otro hermano gemelo en la otra punta de playa. Las primeras obras de ampliación del Aeropuerto arrasaron con él, pero a su compañero le tocó la lotería cuando los vecinos -que presumían de él como si fuera una reliquia bélica a pesar de que no existe constancia de que desde su interior se disparase tiro alguno- se encapricharon con la idea de levantar sobre él una ermita para consagrarla al Cristo. Ahora, su obra sobrevivirá gracias a su valor histórico y pintoresco.

La estructura pertenecía al Ministerio de Defensa, y Pérez, ni corto ni perezoso, mandó una carta a la Jefatura de Tropas pidiéndole que le cediera su propiedad para levantar un pequeño lugar de culto. El Estado dio el sí en 1979. Curiosamente, solicitando que las obras fuesen supervisadas por un militar y que estas no restasen campo de visión a los ojos del búnker. "Igual tenían previsto venir un día a pegar algún tiro", bromea el líder vecinal. Los residentes se rascaron el bolsillo y costearon la construcción de la ermita, que fue inaugurada en 1981. Un año antes llegó la figura del Cristo, comprado en Madrid y que se salvó de pagar tasas en la aduana del Aeropuerto "porque el vicario de la época firmó un certificado que lo evitó".

Durante el mandato anterior, el Ayuntamiento de Telde acondicionó el búnker -en el que décadas atrás habitó un célebre marino conocido como el Firino- y lo revistió con callaos y una verja de hierro forjado, y el ex viceconsejero de Pesca y actual edil de Urbanismo, Francisco López, regaló una imagen de la Virgen del Carmen que hoy luce sobre lo que antes fue un pequeño complejo defensivo.