El sur de Gran Canaria aún puede aumentar su capacidad turística en 35.000 plazas hoteleras, hasta un total de 155.000 camas. Así se recoge en el Plan de Ordenación Turística Insular (Pteoti), aprobado ayer de forma definitiva tras años de trámites y con un último enfrentamiento entre el Cabildo y el Gobierno de Canarias a causa de la ordenación de los alojamientos temporales no turísticos.

La Comisión de Ordenación del Territorio y Medio Ambiente de Canarias (Cotmac) dio luz verde a las ocho zonas turísticas ya previstas, que suponen un aumento de 35.087 plazas hoteleras, e incorpora seis nuevas áreas con alrededor de 12.000 camas. No obstante, éstas últimas se destinarán a la sustitución de las plazas hoteleras que han quedado obsoletas en destinos como Playa del Inglés o San Agustín.

El consejero de Ordenación del Territorio, Domingo Berriel, explicó que la única discusión se suscitó por los denominados alojamientos temporales no turísticos, villas o chalet que pueden tener un uso tanto residencial como turístico. Finalmente, se admite un 15% de edificabilidad de estas viviendas en las nuevas áreas turísticas y un máximo del 30% en las zonas que ya están consolidadas.

Estas villas tendrán que estar separadas de los establecimientos hoteleros y lugares de ocio, pero con la posibilidad de reconvertirse en alojamientos. En ese caso, el propietario o promotor tendría que adaptar la vivienda a la normativa turística. La ventaja es que no se les exigen los requisitos de las áreas residenciales puras, como la reserva de suelo para colegios, centros sanitarios o viales.

Réplica

Berriel eludió pronunciarse sobre las críticas a su gestión por parte de los empresarios grancanarios, pero se mostró contrario a establecer excepciones a la Ley para agilizar las inversiones turísticas y resaltó que las experiencias han sido negativas. Frente a las quejas de que los empresarios no pueden ejecutar sus proyectos por la maraña administrativa, Berriel recordó que el Parlamento canario permitió dos excepciones a la moratoria para autorizar dos complejos -en Las Meloneras y Anfi Tauro- y cinco años después no se han construido.

"La suma de ambos proyectos era de 3.600 camas, pero no tenemos constancia de que se haya construido ninguno, lo cual quiere decir que no tenía objeto hacer esa excepción", dijo.