El grupo Satocan paga desde 2007 al Gobierno canario un canon anual de 70.000 euros por la concesión del puerto deportivo de Bahía Feliz y, sin embargo, cinco años después los inversores no saben cuándo podrán iniciar las obras. Una inversión de 70 millones de euros se mantiene bloqueada porque ni el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana ni el Cabildo de Gran Canaria han recogido esta infraestructura portuaria en su normativa sobre el suelo.

La idea de ubicar un muelle deportivo en Bahía Feliz surge en los noventa. Puerto Feliz Inversiones SL inició los trámites para obtener la licencia del puerto en esos años, si bien no la consigue hasta 2003. Cuando el grupo Satocan compró la concesión del puerto en 2007 el presidente, Juan Miguel Sanjuán, daba por hecho que en unos dos años podrían iniciar la construcción de un muelle de 500 atraques y cerca de 8.000 metros cuadrados en edificaciones comerciales y de ocio. Pero no contaba este inversor con que las guerras políticas de San Bartolomé de Tirajana hayan llevado al traste todo intento de sacar el Plan General y que, además, el proyecto debe estar en el Plan Insular de Ordenación del Cabildo de Gran Canaria, que aún se tramita. La única luz que ha visto el grupo Satocan en estos cinco años es el Plan Territorial de Puertos Deportivos Turísticos del Cabildo, que sí recoge los 500 atraques que pretende llevar a cabo en la costa de Bahía Feliz.

El presidente de Satocan se queja de que "lo grave" no es lo que ha esperado para realizar esta inversión, sino que aún no sabe cuándo el Cabildo de Gran Canaria y el Ayuntamiento de San Bartolomé tendrán listos los planeamientos para poder iniciar las obras, que se alargarían hasta cinco años. Desde la empresa explican que el proyecto ha superado todos los informes medioambientales y sólo ha habido que modificar un acceso al puerto. La Consejería de Infraestructuras del Gobierno canario propuso que una rotonda se cambiara por dos carriles para reducir el impacto que produce la entrada al puerto en la zona de Playa del Águila. La modificación se presentó hace año y medio en la Consejería de Infraestructura del Gobierno canario.

Juan Miguel Sanjuán defiende que el proyecto de Puerto Feliz supone ante todo la oportunidad de consolidar el turismo de calidad en la zona comprendida entre San Agustín y Bahía Feliz, dotándola de un activo complementario de la oferta turística actual.

Además, añade que la ubicación presenta como ventaja adicional el que es el puerto deportivo del sur de Gran Canaria más cercano a la capital. Aprovecha además para plantear que es precisamente este tipo de infraestructuras las que necesita Gran Canaria para completar su actual oferta turística frente a otros destinos competidores.

El proyecto de Puerto Feliz, enfocado al turismo náutico, engloba un área cercana a los 250.000 metros cuadrados de los que unos 100.000 metros corresponden a superficie terrestre. En este espacio se incluyen la marina seca, una escuela de vela, un club náutico y toda la zona comercial.