- El presidente del Cabildo acaba de visitar el municipio de Firgas. ¿Qué le reclamaron a Bravo de Laguna?

- Sobre todo hablamos de la situación de desempleo que tenemos en el municipio, que es un poco trágico. Es un municipio pequeño de 7.500 habitantes pero ya tenemos 900 desempleados. Vamos a ver si se puede paliar este problema.

- El agua también es un problema constante en el pueblo.

- Sí, le comentamos el problema del agua de abasto. Tenemos cuatro catas o pozos propiedad del Ayuntamiento, pero los tenemos parados y cerrados por culpa del exceso de manganeso. Estamos comprando por eso agua al sector privado y esperamos que nos den una subvención para montar una pequeña planta y poder suministrar directamente el agua para que todos los ciudadanos puedan utilizarla. Es una pena que tengamos agua y que no la podamos usar.

- Luego está también el problema de las vías de comunicación con el pueblo.

- Ese es el eterno problema. A excepción de estos últimos seis o siete meses en que se terminó una de las fases de circunvalación de Arucas y Firgas hasta la Cruz. Vamos a seguir reivindicando que falta la tercera fase de la Cruz al casco de la villa. Tenemos que solventar el problema de comunicación para el 50% del municipio y los barrios de la parte alta. Se ha resuelto el problema eterno de La Goleta, pero la salida a la costa es imprescindible: Casablanca, Buen Lugar, Los Dolores, El Cortijo, Cambalud... Nos ponen siempre muchos problemas de impacto ambiental.

- ¿La polémica del fisioterapeuta que trabajaba en el polideportivo de Firgas ya está finiquitada?

- Bueno, ya está cerrado el centro en las dependencias municipales y ahora estamos en vías de rescate del servicio por vía judicial, y una vez que esté en nuestro poder lo sacaremos a concurso.

- Como concejal de Vivienda, ¿qué le parece la revuelta del colectivo Envenenados por el IBI debido a la fuerte subida de la contribución?

- Nosotros entendemos que la subida es excesiva. Los valores catastrales no están acordes con la situación económica actual. Cuando se hizo la revisión, en los años 2005 y 2006, había un auge económico. Si hubiese seguido la vida como en aquellos años habría sido lógico, pero desde esa fecha han pasado muchísimas cosas: se han congelado las pensiones, a los empleados públicos se les ha bajado el 5% del sueldo, hay mucho paro... Todo eso conlleva que hay dificultades para pagar, sobre todo por parte de parados y pensionistas. Por eso vamos a intentar que la Dirección General del Catastro de Las Palmas, con la que hemos tenido varias reuniones, frene esta subida porque es excesiva para los momentos económicos que vivimos. A ver si podemos convencerles para que la gente del pueblo no quede afectada.

- ¿El Ayuntamiento no puede hacer nada porque la competencia es solo del Catastro?

- La competencia es solo del Catastro. Si fuera por nosotros ya estaría resuelto el problema.

- ¿Ustedes no tienen potestad para bajar el impuesto?

- No, nosotros ya lo hemos bajado al mínimo. La ley indica el 0,40% y de ahí para abajo depende del Catastro el congelarlo o hacer una nueva revisión. Los valores catastrales en Firgas son muy elevados. Parece que aquí arriba estamos en Triana.

- En virtud del pacto de CC y PP, a mitad de mandato recuperará la Alcaldía.

- Sí, tenemos un pacto: los dos primeros años el PP y los otros dos nosotros, un servidor.

- ¿La ruptura del pacto CC-PP en el Cabildo puede afectar al Ayuntamiento de Firgas?

- No, no. De momento nuestro partido nos ha dado autonomía a todos los municipios para que eso no afecte en absoluto y que cada uno haga lo que crea más conveniente para sus principios. Donde esté un pacto estable con el PP, respetarlo.

- ¿En Firgas hay estabilidad en ese aspecto?

- De momento sí hay estabilidad.

- Usted en 2007 encabezó la lista de Nueva Canarias, pero luego se enfadó y se pasó a Coalición Canaria. ¿Cómo son sus relaciones a nivel personal?

- A nivel personal no tengo ningún inconveniente en Coalición Canaria, con la que llevo cerca de tres años. Y con la gente de Nueva Canarias, yo soy un veterano que conoce la política y sabemos que en las familias siempre suele haber algún roce. En el terreno personal nunca he tenido ningún inconveniente con nadie. Simplemente fue que cuando presentamos la moción de censura no pedimos permiso a Román [Rodríguez] y él se enfadó, nada más.

- ¿Estuvo de acuerdo con el pacto CC-NC para ir juntos a las Elecciones Generales?

- Hombre, yo pienso que es necesario. No tenía que haberse producido en su día la ruptura porque eso ha conllevado poner las cosas fáciles a los dos partidos centralistas: al PSOE y al PP. Si queremos tener un nacionalismo fuerte en Gran Canaria, no nos queda otra alternativa porque por separado no vamos a ningún sitio. Es fundamental tener un grupo propio en Madrid. Por lo tanto, las matemáticas lo dicen todo. Si no se consiguen 90.000 votos, no sirve de nada. ¿Qué sacamos con ir por separado si cada uno saca luego unos votos que tiene que tirar a la papelera? Hay que pensar en el futuro ya.

- Usted es de los pocos políticos con cargo público que no tienen inconveniente en homenajear a la bandera canaria con siete estrellas verdes, como hizo recientemente.

- Hay gente a la que le da vergüenza expresar sus sentimientos, y no lo entiendo. Hay compañeros nacionalistas que hacen un acto y colocan la bandera de las siete estrellas verdes en el sitio presidencial, pero luego, cuando hay que manifestarse públicamente, no sé por qué hay ese temor y ese miedo.

- Los partidos estatales afean que se venere la bandera independentista.

- Bueno, a ellos lo que les interesa es buscar siempre dividir, allá ellos. Cada uno tiene una forma especial de construir Canarias, de expresar sus sentimientos y cómo quiere que sea su tierra. Creo que son respetables todas las opciones. Somos una de las comunidades que podríamos ser un país libre asociado. Hay que tener en cuenta que somos la última colonia de los españoles y al mismo tiempo estamos a 2.000 kilómetros de la metrópoli de Madrid.

- ¿Usted se considera independentista?

- Efectivamente. Quiero la independencia de Canarias pero buscada siempre por métodos democráticos y que reine la paz.