El Ayuntamiento de Mogán tiene previsto suspender de forma cautelar del servicio al policía local Francisco Artiles, que se encuentra detenido en los calabozos de la Guardia Civil de Arguineguín tras encañonar el domingo a dos compañeros. El alcalde de la localidad, Francisco González, explicó ayer que estaba esperando el informe del cuerpo de guardia para saber realmente qué sucedió, pero dio a entender que a partir de la docena de denuncias que acumula el funcionario por supuesta extorsión a empresarios y comerciantes es casi seguro que se le abrirá un expediente disciplinario que conllevará la suspensión del servicio por lo menos por un periodo de seis meses hasta que los juzgados resuelvan el caso.

Francisco Artiles seguía ayer en los calabozos de la Guardia Civil de Arguineguín, donde a mediodía recibió la visita de su abogado, y será en la mañana de hoy cuando pase a disposición judicial. El incidente que protagonizó este policía con dos agentes el domingo, a los que supuestamente encañonó con su pistola que previamente había cargado, ha puesto al descubierto supuestas amenazas que venían denunciando empresarios de varios centros comerciales de Puerto Rico. Presuntamente, el agente les intimidaba con amenazas de cierre del local y de imponerles sanciones.

Entre los comerciantes que solían tener contacto con Paco, como es conocido Francisco Artiles en la localidad turística, hay división de opiniones, para algunos es un agente que cumple con su trabajo y que es muy exigente, otros declaran que aún no saben cómo sigue patrullando por las calles del municipio de Mogán.

Entre estos últimos se encuentra un trabajador de un restaurante del centro comercial Pasarela, en la playa de Puerto Rico. "Todo lo que se escucha sobre sus andanzas es cierto", dice este hombre que, como la gran mayoría, prefiere no revelar su identidad. "No sé cómo sigue siendo policía, le tenían que haber quitado la placa desde hacía tiempo", añade, para sentenciar con que "la Justicia española está muy mal", refiriéndose a los numerosos casos con los que cuenta Artiles y que siempre le han sido impunes.

El que sí da la cara es Jony Rochwany, un trabajador del mismo centro comercial que asegura ser una víctima de Francisco Artiles. Rochwany apunta que hace casi dos años "hablé con Paco y me comentó que como su hijo [Aythami Artiles, actual jugador del Deportivo de La Coruña y que hace dos años militaba en el Xerez de la máxima categoría] jugaba en Primera División me podía conseguir entradas para el partido entre el Tenerife y el Barcelona". Pero para ello, denuncia, "me pidió 200 euros por adelantado para las cuatro entradas". Sin embargo, "llegó el día del partido y nunca me trajo las entradas y tampoco me devolvió el dinero", añade. Rochwany no le denunció, y dice que desde entonces apenas habla con Francisco Artiles, que a menudo pasa por esta zona de Puerto Rico.

Otro de los que también se identifican es Lalit Hardasani. Empleado de un negocio de comidas rápidas, Hardasani asegura que hace menos de un mes Francisco Artiles "me pidió 100 euros". Él se los entregó, pero no los volvió a ver nunca más. "No sé para qué los quería", precisa, y además señala que "muchas veces llegaba aquí, cogía un helado y no lo pagaba. En alguna ocasión dejaba un euro, pero no los solía pagar". En otros centros comerciales de Puerto Rico, el policía también es conocido por trabajadores y empresarios, aunque comentan que no han sido víctimas de sus supuestas extorsiones.