El decreto que establecía la erradicación del almendro en Canarias no pudo llegar en peor momento, justo cuando la asociación Almendra de Gran Canaria lleva unos años con la intención de alfombrar las medianías y cumbre de la isla con 100.000 almendros, para recuperar un sector que producía en Canarias hace solo cuatro décadas un millón y medio de kilos, y que salía en cajas a los puertos de medio mundo.

A día de hoy las cifras son dispares a falta de un estudio al peso, pero el alcalde de Valsequillo, Francisco Atta, calculaba ayer una zafra en su municipio de unos 30.000 kilos y el de Tejeda, Francisco Perera, unas 20 toneladas en el suyo. Pero el asunto es que desde hace unos dos años no se para de plantar y de promover su recuperación. Las fiestas de ambas capitales del almendro grancanario, Valsequillo y Tejeda, son ya parte inexcusable del calendario parrandero de invierno. En el primer municipio cumple 40 años, en una iniciativa que partió de los propios cultivadores hasta que el Ayuntamiento lo incorporó como día feriado sin discusión.

Pero el almendro no es solo polka y flor. Francisco Perera tiene en la cabeza el listado de precios en el mercadillo que se celebra en su municipio. Las hay de tres clases, con la cáscara fina, con la dura y la pipa, que es como la pepita de oro: esta última alcanza un precio de hasta 17 y 20 euros el kilo, frente al euro por kilo que sale la almendra como la parió el almendrero.

"Da meneo", sentencia el presidente de la corporación cumbrera. "Y ya tiene que ser una persona muy gandula", ilustra, "para que no recoja en un día de entre 50 y 70 kilos" con los matos a pleno rendimiento.

A pesar de ello sólo abastece al cinco por ciento de la industria repostera insular, en un mercado especialmente chiflado con los derivados del almendro. Por ese motivo, y esa es otra, desde Tejeda, con el apoyo del Cabildo desde el pasado mandato y con los mismos colores políticos que aprobaron el decreto que arramblaba con el almendro, se han ido realizando campañas, ayudas y charlas para fomentar el renacimiento de una antigua industria con futuro de negocio.