El vía crucis de los vecinos de la playa de Ojos de Garza sigue su curso. El Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) ha dado ya el visto bueno a 18 de las 21 órdenes de demolición que la Demarcación de Costas en Canarias ha dado contra las viviendas que se encuentran en primera línea de esta popular cala teldense. Los recursos interpuestos por los residentes contra las determinaciones impuestas en los últimos dos años por el órgano adscrito al Ministerio de Medio Ambiente han sido tumbados uno a uno en los tribunales capitalinos, y ya sólo la anuencia del Gobierno central, al que se le ha solicitado la concesión de una moratoria antes de pedir la ejecución de los autos, podría evitar a corto plazo la desaparición física de la mayor parte de los inmuebles, que fueron levantados en las últimos 40 años en el tramo sur del barrio, justo en dominio público marítimo terrestre.

Los vecinos, a través de la asociación Playgarza que dirige Juan Pedro Pérez Medina, y el Ayuntamiento de Telde llevan meses trabajando en la búsqueda de una solución para el barrio. Tras la lucha abierta con Costas y el fracaso en los juzgados, la última opción que se ha barajado es la de proceder a la reconstrucción de la totalidad de las casas que conforman el poblado, unas 144, un centenar de metros más adentro en unos terrenos propiedad de la familia Bonny. El concejal de Urbanismo de la institución local, Francisco López, avanzó ayer que se han retomado los contactos con los propietarios de la explanada necesaria para llegar a un acuerdo que facilite su adquisición y reconstrucción en ella de los dúplex de dos plantas que han elegido los vecinos.

El pleno del consistorio dio el visto bueno a un convenio de colaboración entre los residentes y el ayuntamiento a tal fin. Mientras, los titulares de las casas sobre los que pende la amenaza de la piqueta siguen, desde enero, a la espera de que Madrid les confirme la concesión de una moratoria que les otorgaría un plazo de entre ocho y doce años para afrontar la edificación de las nuevas moradas, que quedarían fuera del dominio público y dejaría más expedita la cala.

Tufia busca suelo

El otro caserío teldense sobre el que pende la pinza mecánica de los tractores es el poblado marinero de Tufia. Allí, otras 17 construcciones están advertidas por una orden de demolición al encontrarse también en un espacio de uso supuestamente público.

Los vecinos, como los de la playa de Ojos de Garza, perdieron la batalla en los tribunales y ni siquiera han tenido la ocasión de recurrir ante el Tribunal Supremo, que no ha admitido a trámite sus demandas por ser de escaso coste.

Urbanismo pretende reconstruir las viviendas que caerán en una loma superior del enclave, en las cercanías del Sitio de Interés Científico (SIC) de Tufia. En este sentido, se negocia con el propietario de los terrenos, de unos mil metros cuadrados, un acuerdo que haga factible esta operación.