Las últimas pruebas del Instituto Nacional de Toxicología practicadas a los restos mortales de Laura Aróstegui González descartan que la enfermera muriera de glucogenosis, una enfermedad de origen genético relacionada con la acumulación de glucógeno. Esos estudios histopatológicos fueron encargados por el Juzgado de Instrucción número 2 de Telde el pasado mes de septiembre, cuando ya la investigación estaba casi cerrada, a petición del abogado que defiende al marido de la víctima, Iván González Ramírez, también enfermero. El imputado está en prisión provisional desde julio de 2010 y se enfrenta a 25 años de cárcel por un delito de asesinato, pues la fiscal delegada de Violencia de Género, Beatriz Sánchez, sostiene que el procesado acabó con la vida de su esposa mediante una supuesta combinación de medicamentos suministrada poco a poco, entre los cuales había insulina, varios barbitúricos y restos de talio.

Sin embargo, desde el principio de la investigación, la cual ha causado un gran impacto en los dos hospitales públicos de Gran Canaria en los que trabajaba el matrimonio, Iván Ramírez se ha declarado inocente y ha solicitado dos veces su libertad a la Audiencia Provincial de Las Palmas. En la primera de esas vistas, la Sección Segunda confirmó los indicios contra el imputado y ratificó la medida de prisión. El mismo tribunal tiene previsto celebrar hoy la segunda comparecencia, pero varias fuentes judiciales consultadas consideran improbable que se excarcele al acusado debido al resultado de los análisis de Toxicología.

De hecho, la juez que instruye el caso, Virginia Peña, ha dictado una providencia en la que tacha de "inútiles" los estudios realizados, pues "no han aportado prueba alguna" de que la muerte de Laura Aróstegui "haya tenido relación con alguna patología relacionada con el almacenamiento del glucógeno (glucogenosis)", según la resolución dictada el pasado 8 de noviembre. Por ese motivo, también mediante dicha providencia, la autoridad judicial deniega la práctica de oficio de una pericial genética que se había acordado para tratar de determinar si la víctima era portadora del gen vinculado a esa enfermedad. En cualquier caso, la juez deja a criterio de la defensa que se hagan esos estudios antes del juicio, pero "por su cuenta y a su costa", es decir, no con cargo al presupuesto de la Administración de Justicia.

Esas dos pruebas, la realizada y la que ahora ha sido rechazada, fueron acordadas por el Juzgado de Instrucción número 2 de Telde, tras sembrar la defensa una duda razonable sobre la causa del fallecimiento de la víctima, pues el abogado de Iván presentó los informes privados de dos prestigiosos médicos forenses, los cuales concluían que la enfermera murió por culpa de esa patología rara al no ser detectada a tiempo en los hospitales donde estuvo ingresada. Es muy probable que esos médicos, Luis Fontela y Carlos Pérez-Agua, acudan a la vista señalada hoy para defender sus conclusiones, ya que el letrado de Iván ha solicitado que se practique en la Sala la prueba pericial. El abogado incluso ha presentado una ampliación de los informes para intentar contrarrestar los resultados de los estudios histopatológicos.

Y es que existen dudas de que la Sección Segunda de la Audiencia acceda finalmente a practicar la pericial demandada, entre otros motivos porque las conclusiones del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses no arrojan ninguna novedad sobre el caso, pues los expertos de su delegación en Canarias (Tenerife) han analizado las vísceras que se conservan de la fallecida y han determinado que su muerte no está vinculada a la enfermedad del glucógeno. Esa conclusión no es nueva, pues los forenses del Instituto de Medicina Legal de Las Palmas ya realizaron en la autopsia analíticas que por sí mismas descartaban esa patología. Por ese motivo la fiscal Beatriz Sánchez solicitó antes del pasado verano que se abriera juicio oral contra el acusado por un delito de asesinato.

Ese juicio, que se celebrará en la Audiencia de Las Palmas mediante el sistema del jurado popular, es probable que se señale en cuestión de meses, ya que la juez de Instrucción ya ha dado por finalizadas las diligencias complementarias de investigación acordadas a petición de la defensa. Todo parece indicar que la culpabilidad o inocencia de Iván se dilucidará ante un tribunal popular, aunque su defensa tratará de ponerlo en libertad en el transcurso de la vista de hoy.