El teatro Ambassador de Gran Canaria tiene un plazo de construcción de nueve meses y no existen impedimentos urbanísticos que retrasen la concesión de las licencias, por lo que podría abrir sus puertas dentro de un año. Esos son los plazos previstos por la empresa para la instalación de un nuevo centro en Meloneras u otro punto del sur de la Isla, según explicó ayer el presidente del Cabildo, José Miguel Bravo de Laguna, quien precisó que tanto la compañía inglesa como los posibles socios canarios han mostrado su interés en edificar "de forma rápida" ese centro cultural y de ocio.

El Cabildo, que ha intervenido en los contactos con la empresa Ambassador Theatre Group a través de la Sociedad de Promoción Económica de Gran Canaria (Spegc), considera que se trata de una iniciativa "muy seria" que puede cuajar a lo largo del próximo año. Tanto los empresarios locales como los ayuntamientos de San Bartolomé de Tirajana y Mogán se han ofrecido a facilitar la inversión de unos 30 millones de euros, de los que seis millones (el 20% del total) saldrían de la propia compañía inglesa y el resto del dinero de los grupos turísticos que se han interesado en el proyecto, informó Bravo de Laguna.

Según el presidente insular, en las conversaciones mantenidas con los máximos responsables de la empresa inglesa, éstos "han ofrecido garantías", como un plan de actuación para construir el teatro en un corto tiempo o la creación de una sociedad conjunta para su explotación. "También convoqué una reunión en el Cabildo con diferentes instituciones y grupos empresariales y todo el mundo parece interesado", apuntó. Entre esos grupos turísticos se encuentran Lopesan, Satocan, TUI, Santana Cazorla, Seaside Hoteles o Cordial.

Respecto a la ubicación del futuro teatro, Bravo de Laguna señaló que la empresa "sigue estudiando" varias opciones en las áreas turísticas de San Bartolomé y Mogán. Aparte de la propuesta de instalarlo en Meloneras, en concreto en un solar situado junto a la Clínica San Roque, también se han ofrecido terrenos en Bahía Feliz o Arguineguín para su ubicación.

Una vez que los directivos ingleses de Ambassador decidan el lugar, los trámites para las licencias podrían ser "relativamente rápidos", pues no existen complicaciones en el planeamiento urbanístico. "La empresa ha mostrado su intención de construir el teatro de forma rápida, en unos nueve meses, por lo que podría estar terminado el próximo año".

Tras resaltar el "gran mérito" de los técnicos de la Spegc que han impulsado los contactos entre Ambassador y el empresariado canario, Bravo de Laguna recordó que ese grupo, con sede en Londres, tiene más de cuarenta centros repartidos por varios países. "Ahora nos ofrecen la posibilidad de que Gran Canaria tenga una instalación de carácter permanente para dar cabida a musicales durante todo el año y eso supone un atractivo turístico muy importante", declaró a este periódico el presidente del Cabildo grancanario.

Bravo de Laguna se mostró confiado en concretar este proyecto en las próximas semanas e insistió en la necesidad de diversificar la oferta de ocio en el sur de la Isla.