Michel Jorge Millares, director de la Universidad de Verano de Maspalomas, explica en esta entrevista cómo se ha echado mano de los patrocinios para sacar adelante los cursos de este campus, cuya mirada sigue puesta en el sector turístico.

¿Cómo en estos tiempos de recortes hasta en la enseñanza se puede mantener la Universidad de Verano de Maspalomas?

Pues precisamente porque la gente necesita alternativas, ideas, formación y contagiarse del espíritu emprendedor. De hecho, el lema de este año es Pon rumbo a tu vida porque hay un conjunto de cursos orientados a ayudar a los jóvenes a poner en marcha iniciativas empresariales, vocacionales, así como la búsqueda de financiación, y de empleo. Ha sido decisiva la colaboración de la Consejería de Empleo del Cabildo, y de la Dirección General de Promoción Económica del Gobierno canario para ofrecer cursos a precios simbólicos y dar cabida a los parados.

¿Pero el objetivo de este campus no debe ser debatir sobre el sector turístico como planteó el propio alcalde de San Bartolomé de Tirajana?

Efectivamente, y por eso se ofrecen siete cursos específicos sobre turismo. El primero empieza el lunes y va a abordar la vinculación de la cultura con el turismo en Canarias, que dio grandes frutos gracias a la visión de Néstor o César Manrique. En este curso participarán especialistas como Pepe Dámaso, que hablará de la relación entre artista y turismo, así como el viceconsejero Ricardo de la Puente, cuyo departamento colabora para que se pueda mantener la oferta formativa. También en colaboración con la revista UXXS Magazine se imparte el curso Turismo gay o gays que hacen turismo, y otros dos que abordarán el diseño de las encuestas turísticas. También hay tres cursos sobre ruso, chino y griego para atender a los turistas, y ya anunciamos que en el próximo invierno se celebrará el Campus Internacional de Turismo Maspalomas Costa Canaria.

¿Y cómo con un presupuesto de 40.000 euros, la quinta parte de cuando se inició, se ofrecen más cursos a precios más bajos?

Esto se ha logrado gracias a la colaboración y apoyo de las instituciones y empresas. Hay cursos patrocinados y otros se hacen a taquilla por los profesores que los imparten. No hay gastos de alojamiento y transporte aunque algunos pasajes los pagan empresas privadas. Pero aún así, la Universidad de Maspalomas mantiene la calidad, incrementa su actividad y sus precios son más económicos.

¿A qué ha renunciado?

Pues, con el cambio en la Audiencia de Cuentas se han perdido esos cursos que se celebran en otros puntos de la Península.