Aday Rodríguez Hessling, grancanario nacido en San Bartolomé de Tirajana, y Guillermo Alegre Moreno, maño de la ciudad de Zaragoza, son dos de los alumnos que realizan su formación profesional en el hotel Ifa Fehmarn Hotel & Feriem-Centrum, en una isla del Mar Báltico, y aseguran que el sistema de enseñanza alemán tiene notables ventajas respecto al de España, en concreto la seguridad de mantener en trabajo en prácticas durante tres años y cotizar por ello.

Aday, de 26 años y diplomado en Turismo por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, no estuvo en la reunión de Berlín con la canciller Ángela Merkel porque pertenece a un grupo diferente de alumnos del programa MobiPro EU. Al tener madre alemana y doble nacionalidad, entró a hacer las prácticas como desempleado germano, no en el convenio hispano- alemán en el que participa el grupo Lopesan.

Después de trabajar un tiempo en Maspalomas, donde también tiene su domicilio familiar, se incorporó al hotel de Ifa en la isla de Fehmarn, que le ofrece una cierta estabilidad laboral pero también "algunos sacrificios". Lo más duro para un isleño, asegura por teléfono desde la recepción del hotel, es el idioma y clima.

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