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San Bartolomé de Tirajana

Mercadona se expande en el Sur con un supermercado en El Hornillo

La cadena ha tenido que esperar tres años a que el suelo propiedad de Lopesan se urbanizara

Vista de la parcela de El Hornillo, que aparece vallada, en la que se pretende instalar Mercadona. QUIQUE CURBELO

Mercadona continúa con su expansión en el sur de Gran Canaria. La cadena de origen valenciano, que ya cuenta con supermercados en San Fernando y en El Tablero, va a poder abrir a finales de 2016 un establecimiento en El Hornillo, en Meloneras, que será algo más amplio que los anteriores, ya que la superficie de ventas tendrá entre 1.500 y 1.700 metros cuadrados. La empresa, que preside Juan Roig, ha tenido que esperar tres años a que el grupo Lopesan, propietario del terreno, urbanizara la zona para poder llevar a cabo esta inversión cifrada en cinco millones de euros.

La parcela que Mercadona contrata al grupo Lopesan en régimen de arrendamiento por un plazo de treinta años tiene una superficie de 3.571 metros, entre los que se distribuirán la zona de ventas y el aparcamiento.

Según responsables de la empresa de alimentación, que inició su entrada en Gran Canaria en el año 2000, el supermercado de El Hornillo será parecido al que ya tienen en Salinetas. La empresa no tiene un formato especial para las zonas turísticas y, en este caso, espera que la zona de ventas esté en la misma planta para poder disponer de suelo para unas cien plazas de garaje.

Desde la empresa explicaron que la aceptación que ha tenido la firma valenciana entre el consumidor local y foráneo les ha hecho acelerar su crecimiento, de tal forma que en 15 años suman 31 tiendas en la Isla.

El retraso para estar en El Hornillo se ha debido a la discusión que mantenía el promotor Hijos de Francisco López Sánchez SA (Lopesan) con el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana por la terminación de la urbanización, lo que le ha impedido hasta ahora a la cadena obtener la licencia para construir el supermercado. El promotor se negaba a asumir el coste de concluir toda esta urbanización, porque consideraba que le correspondía al Ayuntamiento, puesto que en 1996 asumió de oficio terminarla debido a que los promotores originarios, la familia Del Castillo, no culminó las obras en los plazos previstos. El Hornillo se comenzó a construir en 1990.

El Ayuntamiento optó por sacar a concurso la urbanización de la primera fase, que es la que incluye el terreno en el que quiere instalarse Mercadona y ha sido adjudicada a Lopesan por 1,4 millones de euros. El coste total de hacer las aceras y bordillos en El Hornillo se había cifrado en algo más de 3 millones de euros, de los que 1,4 millones correspondían a la zona en la que se localiza el suelo de Lopesan, pero este promotor, en lugar de ejecutarlas, ofreció al Ayuntamiento un aval por esa cantidad, solución que fue rechazada por el grupo de gobierno en el mandato anterior. Ahora, la corporación, que vuelve a estar presidida por Marco Aurelio Pérez, tras cobrar al propietario del suelo donde se ubicará Mercadona la cantidad correspondiente por acabar la urbanización, sacó a concurso la obra, que casualmente se adjudicó Lopesan, por 1,4 millones.

Según explicó el alcalde, una vez que los 200 propietarios de las segunda fase abonen la parte que les corresponde por urbanizar, se sacará a concurso. La renta mensual que deberá abonar la cadena de alimentación a la entidad Hijos de Francisco López Sánchez SA (Lopesan) por disponer de este suelo se eleva a 28.080 euros.

La vigencia del contrato de arrendamiento tiene 30 años, plazo que empieza a contar desde que se suscribió en septiembre del pasado año 2012. No obstante, en este acuerdo se establece que una vez transcurridos los diez primeros años, la arrendataria podrá resolver el contrato en cualquier momento.

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