La última ronda de trabajos de investigación llevados a cabo en el yacimiento de La Fortaleza, en la zona alta de Santa Lucía de Tirajana, ha servido a los responsables de Tibicena, la empresa responsable de los mismos, para confirmar sospechas sobre la función y relevancia que tenía el emplazamiento para los antiguos pobladores de la Isla. "El registro arqueológico recuperado nos permite inferir un más que probable uso ritual de este lugar", explica Marco Moreno, cuya compañía presentó los resultados de las prospecciones esta semana durante los coloquios sobre historia canario-americana celebrados en la Casa de Colón de Las Palmas de Gran Canaria.
La importancia de los elementos hallados y la propia configuración del espacio permite a los investigadores sugerir "la ubicación de Humiaga en La Fortaleza". Los arqueólogos de Tibicena ya habían avanzado el año pasado la posibilidad de que el templo perdido de los aborígenes se encontrara en este punto de las medianías santaluceñas, pero las prospecciones realizadas a partir de noviembre de 2015 han servido para reforzar esta hipótesis.
Los investigadores han encontrado diferentes elementos que les han llevado a descartar que se tratara de una zona doméstica. Por un lado, el hallazgo de cenizas creadas como resultado de fuegos. Por otro, "la orientación arqueoastronómica de una de estas estructuras como un marcador equinoccial", explica Moreno. Además, durante las incursiones más recientes llevadas a cabo en la cima de La Fortaleza han aparecido tres paneles de grabados de líbico-bereber, así como nuevos antropomorfos, por lo que ahora ya se cuenta con nueve. "No descartamos que aparezcan más", avanza el investigador.
Todos estos hallazgos dotan de más importancia a La Fortaleza, pero también elevan la preocupación de los arqueólogos sobre la integridad del recinto. "Apostamos por el control de la entrada al mismo, ya que ahora es libre, porque es frecuente encontrarnos con pintadas y basuras por el yacimiento", reclama Moreno.