El paro y la baja cualificación de los jóvenes son los grandes problemas del municipio de Santa Lucía de Tirajana, donde la tasa de desempleo en octubre, de una población de 69.178, era del 25,7%, con 8.522 parados. En Canarias llega el desempleo al 25,68% en el primer trimestre de este año.

Al tiempo que grandes apuestas formativas se desarrollan en Santa Lucía, trece jóvenes , con edades entre 20 y 27 años, acaban de finalizar el Programa de Formación en Alternancia con el Empleo (PFEA) Santa Lucía Smartcity, por lo que cuentan con la formación en la especialidad de Instalador y Mantenedor de Sistemas Domóticos e Inmóticos.

Tres de estos alumnos ya trabajan en empresas privadas. Otros siete comenzarán este mes prácticas no laborales en tres empresas -Lumican S. A.; Electrimega S. L.; Electrimega Seguridad S. L.; y Centro Tecnológico StemS. L.-.

Santa Lucía Smartcity es el único Programa de Formación en Alternancia con el Empleo en Canarias. El fin de este programa es la formación y la inclusión en el mercado laboral a través de las prácticas. Han aprendido, en relación en domótica, las técnicas orientadas a automatizar una vivienda, que integran la tecnología en los sistemas de seguridad, gestión energética, bienestar y comunicaciones. Y sobre inmódica, en edificios y espacios industriales.

Cada uno de los alumnos de Santa Lucía Smartcity recibieron ayer el certificado de profesionalidad, título que acredita esta especialidad, por parte de la alcaldesa Dunia González, acompañada por la concejala de Recursos Humanos y Desarrollo Local, Nira Alduán, y por la coordinadora de la Escuela Taller de Santa Lucía, Antonia María González.

Para ser alumno de este Programa PFEA tenían que cumplir una serie de condiciones, como ser desempleados, menores de 30 años y tener Secundaria como formación educativa, ya que es un programa de nivel 2. Este programa fue posible al recibir Santa Lucía de Tirajana una subvención de 218.937, 31 euros y el Ayuntamiento aportó 43.295,12 euros. El PFEA contó con un presupuesto de 262.232, 43 euros. Cada alumno recibió durante su formación el 75 por ciento del salario mínimo interprofesional, que suponía 619, 24 euros.

Durante once meses los alumnos-trabajadores estuvieron contratados y adquiriendo las competencias teórico y prácticas profesionales como instalador y montador de sistemas domóticos e inmóticos. También recibieron formación teórica y práctica en otras materias, como electricidad y electrónica, telecomunicaciones, robótica e inglés, como formación en riesgos laborales; en linguística y matemáticas; primeros auxilios; y riesgos en trabajos eléctricos, entre otros.

Para las realizaron se utilizaron en diferentes edificios municipales. Por ejemplo, instalaron, entre otros, un sistema domótico en el local de la Juventud; llevaron a cabo distintas obras en la piscina municipal de Santa Lucía; instalaron un sistema de control de agua caliente en la Escuela Taller, como el cambio de luminarias de los paneles informativos por luces LED en el museo La Zafra.

El proyecto contó un equipo multidisciplinar adecuado, formado por un director-docente, un formador ocupacional de domótica, una coordinadora de la formación y una administrativa.