Eres lo que te propones. Así fue el eslogan principal de la Feria del Aguacate, evento que se celebra por tercera vez consecutiva en el municipio de Mogán. Verde, grande y sabroso. Las tres propiedades que definen al aguacate según los amantes de esta fruta, que en la Isla son muchos.

La plaza Pérez Galdós del pueblo de Arguineguín se reventó desde las 10 de la mañana con centenares de personas; vecinos del municipio, foráneos y extranjeros. Como se puede ver en todos los mercadillos, la gente observaba curiosa cada puesto de comida, el aspecto de la fruta, su tamaño, color, etc. Y no sólo los aguacates fueron los elementos de este mercadillo, aunque sí su protagonista. Otros productos del municipio fueron bienvenidos en esta feria donde prevalecía el color verde; mangas, naranjas, limones, limas... En total, 17 productores, incluidos cuatro asociaciones de agricultores que cuentan con representación de todo el municipio, expusieron sus productos con ilusión, y los visitantes y compradores los recibieron con el mismo entusiasmo.

Más de 5.000 kilos de aguacates se vendieron ayer durante la feria, que comenzó a las 10.00 horas y terminó sobre las 14.00 horas. "El año pasado participamos también en la feria y nos fue muy bien", explicó Carmen Artiles, agricultora que lleva con su marido, Pablo García, la finca El Caserón en Veneguedas.

Cada productor se mantenía en su puesto, identificado por una pancarta que señalaba el nombre, mientras el resto se aglomeraba en el centro de una carpa de metal mientras que decenas de mesas pegadas y conformando un rectángulo sostenían las cajas de los miles de aguacates. "Hoy hemos traído dos variedades que cultivamos en nuestra finca", añadió Pepita. "El aguacate almendrado y el rizadito que todos conocen." Más de una veintena de variedades de aguacate se encontraban expuestos ayer en la gran carpa. Unos más oscuros, otros de un color verde más intenso, otros con piel rizada y otros más lisos, con forma de balón y con forma de almendra o pera, entre muchas otras características. "Además el sabor también varía", confirmó la productora. Aguados o cremosos, pero todos de una calidad excelente y un sabor excepcional.

"La verdad es que tenemos suerte de tener este clima canario, pues es ideal para el cultivo de esta fruta.", continuó pepita. "El sabor se nota distinto al de otros sitios precisamente por la cantidad de sol y el tipo de agua que se le dan a estas frutas aquí, pero también depende de la variedad que sea necesita de unos cuidados o de otros", aclaró la agricultora.

El tipo de terreno, la cantidad de agua o sol o "el cariño que le pongas" son algunos de los factores que influyen para conseguir un producto de calidad o un auténtico estropicio. "Para instaurar un precio se mira la textura, el sabor y la dificultad de cultivo, pero cualquier caso todo están muy ricos", aclara pepita. De entre todos las variedad de aguacate los precios por kilo oscilaban entre los cuatro y los seis euros, dependiendo no sólo del producto, sino también del propio agricultor.

"Nosotros tenemos todas las variedades a cuatro el kilo", explicaba José Juan Lorenzo, que lleva varias fincas en el barranco de Mogán y ayer estuvo en la feria vendiendo aguacates, mangas y algunos limones. "Lo último que queda del año", afirmó el productor.

De entre todos los tipos, Lorenzo y sus compañeros vendieron ayer Pinkerton, Fuerte y Hass, tres de las variedades de aguacate de invierno más conocidas. "También vendemos otra variedad menos conocida a la que los demás llaman diferente, pero nosotros lo hemos denominada 'gran pinkerton'", explicó el agricultor. "Unos son más mantecosos y otros más amargos, con menos aceite", aclaró Lorenzo. "El fuerte por ejemplo es muy tierno y gusta mucho por lo agradable que es para el paladar". En los colores también se aprecia su distinción. "Los que son más amarillos tienen más grasa, son más aceitosos, se entienden como mantequilla."

En Mogán existen casi treinta variedades distintas según dos razas principales; la antillana y la guatemalteca, según explicó el técnico en Agricultura del Ayuntamiento de Mogán.

Variedades invernales

Pinkerton, Reed, Hass o Fuerte. Son los aguacates de invierno que más se cultivan en el municipio. "Pero luego hay doce o trece variedades más que son mezclas de las dos razas y esas ya no tienen ni nombre propio", afirmó el técnico.

El aguacate es el fruto tropical más complicado de todos, muy sensibles a las temperaturas y con unas necesidades muy específicas. "Un cultivo tarda cuatro años en recogerse una vez plantados, y deben cuidarse en 10.000 hectáreas aproximadamente." Mogán no es el único municipio de la Isla en cultivar estas frutas, pero sí podría decirse que es la zona que más se esmera en ello con un cuarto del terreno de toda la Isla enfrascado en el cultivo de estas frutas tan exóticas. "Es verdad que la gente de Mogán aprecia mucho más los aguacates de verano, son más raros, como el Berruga que es propio de este municipio y estamos luchando por conseguir la Indicación Geográfica Protegida."

Aún siendo de invierno no hubo quien asistiese a la feria y no sintiese curiosidad y ganas de comprar a cada productor, ya que muchos ofrecían muestras gratuitas de la fruta verde a las que todas quedaban fascinados. El primer año de este evento consiguió vender la totalidad del producto, unos 3.000 kilos, antes de la 13.00. El segundo se vendió casi el doble a lo largo de la mañana, que contó con la asistencia de unas 8.000 personas, y ayer, que se expusieron 5.300 kilos totales, llegó a las mismas cifras de éxitos.

Además la feria albergó 3.500 kilos de naranjas, 300 de papayas y bastantes más kilos de frutas exóticas varias como la lima o el maracuyá, además de productos diversos como queso, mermelada, miel, pan, y un largo etcétera. Tampoco faltó la artesanía, que se encontraba en una segunda zona frente a la Iglesia de Arguineguín, donde se exponía ropa típica canaria, productos de arcilla e incluso un puesto de guarapo, o zumo de caña de azúcar. Un mercadillo de productor ecológicos de la Asociación Abora Art, y productos naturales locales e insulares que sirvieron para complementar las compras.

"Sabemos el potencial de nuestro aguacate y nuestro mango, y queríamos hacer algo para potenciarlo y fomentarlo en otros sitios y en el propio municipio", aseguró Ernesto Hernández, concejal de Desarrollo Rural. "Cuando llegamos la concejalía tenía un presupuesto destinado a agricultura de 500 euros, ahora hay 100..000 euros, por lo que nos sentimos muy orgullosos y, sobre todo, creemos que es necesario promover más nuestros productos."

Este año el Ayuntamiento ha invertido 16.000 euros para la feria, que no sólo incluía el día de ayer con la venta de aguacates y el mercado de artesanía, sino que tanto el viernes 1, como el sábado 2, se incluyeron una serie de actividades para niños y adultos cuyo objetivo consistía en dar a conocer el producto de Mogán. "Hemos querido que esta feria crezca con la organización de actos en los días previos, como la noche de Vinos y Tapas o las actividades infantiles del sábado, todo con el aguacate como protagonista", aseveró.

Finalmente se calculó que el evento congregó durante la jornada a unas 5.000 personas, muchas de distintas localidades y abiertas a encontrar productos diferentes como el pan de mango. La mayoría admitió sentirse satisfechos y "hemos hecho algo diferente, en vez de ir a un centro comercial que es lo más típico", afirmaron algunos visitantes de la exitosa feria.