La zona azul de Gáldar nunca ha dejado dinero en las arcas del Ayuntamiento. El alcalde, Teodoro Sosa, mostró en el pleno municipal sus recelos sobre la forma en la que se aprobó en 1994 la concesión inicial y la posterior renovación del servicio con un contrato de larga duración para la explotación de los aparcamientos públicos, bajo el argumento de que no ha sido rentable. El servicio ha sido ahora rescatado, y será explotado por la sociedad municipal Galobra.
Los conductores de Gáldar y de otros muchos municipios han puesto durante años sus monedas en la máquina para evitar una multa por impago en las denominadas zonas azules del casco y su entorno. Sin embargo, ni un euro de ese dinero ha repercutido directamente en los ciudadanos del municipio, salvo en obras. Teodoro Sosa manifestó durante el pleno que bajo el argumento de que obtenía pérdidas y que el dinero se iba en pagar las nóminas del personal, la empresa Effico, que cogió el testigo del primer concesionario, ha sabido sortear el reparto de los ingresos. Esta situación se ha repetido durante 24 años, el tiempo que ha durado la concesión tras la firma del primer contrato en 1994, sin conseguir que los distintos gobiernos municipales lograran cambiar esta tendencia. Incluso, en 2012 se subieron las tarifas.
El Ayuntamiento reconocía ayer que desconoce el número de plazas disponibles, porque solo tienen la relación de calles en las que está impuesto el pago obligatorio por estacionar.
El alcalde mostró sus dudas sobre la concesión, ya que si bien en un primer momento se realizó un contrato de pocos años para su puesta en funcionamiento, luego "se multiplicó por 15 años de vigencia", sin encontrar una explicación, aunque sin adentrarse en detalles. Este periódico solicitó ayer a la empresa Effico su opinión sobre las manifestaciones del regidor, aunque sin obtener respuesta.
De momento, la Corporación aprobó en el pleno el rescate del servicio. Teodoro Sosa anunció que han entablado también contacto con los ocho trabajadores para que sigan como vigilantes desde noviembre, cuando pase a manos de Galobra.
Durante el pleno celebrado en la tarde-noche del jueves todas las fuerzas políticas aprobaron por unanimidad (NC-CC-PSOE-Unidos) una iniciativa del Partido Popular para solicitar al Gobierno de Canarias un enlace del barrio con la autovía GC-2. Los distintos partidos admitieron que la carretera partió en dos en el momento de su construcción la zona, y que en horas puntuales se producen retenciones en la salida actual.
A su vez, se aprobó una rebaja del impuesto sobre bienes inmuebles, (IBI), si bien la oposición apuntó que existe margen para seguir reduciendo la carga fiscal que sufren las familias en Gáldar. Y, a su vez, el impuesto sobre instalaciones, construcciones y obras, y la tasa por prestación de servicios urbanísticos. En estos últimos casos, el alcalde señaló que es el primero paso para aprobar a medio plazo un plan para que todas los inmuebles del municipio estén encalados y pintados, evitando la mala imagen de los bloques vistos.
"El reto es que no haya ninguna casa sin encalar", aseguró. La cuota por obras alcanzan una bonificación del 95% para rehabilitar viviendas de primera necesidad, siendo inferior en otros casos.
El grupo de gobierno presentó la auditoría económica del año pasado, con una mejora de la salud financiera respecto al ejercicio anterior, tras unos ingresos de 6 millones por encima de los gastos. La deuda está en 17,9 millones de euros, y se espera que se reduzca el próximo año hasta los 15 millones.
Teodoro Sosa aprovechó el pleno para criticar a quienes han cuestionado que el Cabildo les haya asignado un dinero extra de tres millones, cuando él nunca dijo nada cuando se perjudicó a Gáldar.
