El Cabildo de Gran Canaria prevé plantar unos 200.000 árboles durante los dos próximos inviernos, una cifra muy inferior a la anunciada en julio de 2017 por el gobierno insular de Antonio Morales, que al aprobar el Fondo Verde Forestal sostuvo que una partida de 4,5 millones de euros anuales permitiría duplicar la superficie forestal de la isla en 15 años, a un ritmo de un millón y medio de árboles cada año.

El consejero insular de Medio Ambiente, Miguel Ángel Rodríguez, y el técnico Carlos Velázquez admitieron ayer que la velocidad en la reforestación es más lenta de la prevista y la achacaron a que el Cabildo, los ayuntamientos y las entidades particulares todavía no tienen capacidad operativa para plantar esas grandes cantidades.

Por tanto, se ha optado por crear primero esas condiciones, como conseguir que los viveros de la Isla puedan aumentar el suministro de plantas y semillas, o que los propietarios de fincas rústicas abandonadas permitan que se planten especies autóctonas o árboles frutales en sus tierras. También queda muy lejos el objetivo de captar a 20.000 voluntarios para que apoyen al servicio de Medio Ambiente del Cabildo en las plantaciones.

Velázquez explicó que los viveros disponen actualmente de unos 200.000 árboles, que se empezarán a plantar desde ahora hasta el último invierno. Tras reconocer que "quizá se haya puesto el arado delante de los bueyes", el experto forestal del Cabildo calculó que, si se crea esa gran estructura técnica y humana, en "tres o cuatro años se podría conseguir una velocidad de crucero en la plantación de árboles, aunque no en las cifras comprometidas. El 21 de julio de 2017, el presidente Antonio Morales y el vicepresidente y consejero de Obras Públicas, Ángel Víctor Torres, declararon que ese año se destinarían 1,5 millones de euros al Fondo Verde Forestal y precisaron que con ese dinero se plantarían unos 400.000 árboles. En este año 2018 y en los sucesivos se incrementa ese fondo a 4,5 millones, el equivalente a los ingresos que se obtendrían si el Gobierno de Canarias accediera a implantar el Céntimo Verde que piden los siete cabildos [gravar un céntimo de euro por litro de combustible de consumo privado para compensar las emisiones de CO2 a la atmósfera), lo que posibilitaría la plantación de un millón y medio de árboles al año.

Velázquez recordó que los bosques de pinos y laurisilva cubren actualmente unas 25.000 hectáreas, el 15% del territorio de la Isla, y que el objetivo es reforestar una buena parte de las 50.000 hectáreas de matorral, las más peligrosas en caso de incendios, dejando el resto a los ganaderos y agricultores para que los usen de pastizales.

"Para frenar los efectos del cambio climático tenemos que buscar la participación de todos, como los ayuntamientos, propietarios de fincas, pastores, escolares o voluntarios", apuntó el consejero Miguel Ángel Rodríguez, quien resaltó que el Cabildo ha seguido comprando fincas para destinarlas a bosques y también ha llegado a acuerdos con particulares para obtener la custodia de sus terrenos.

Para este mes se han programado tres plantaciones con voluntarios: en el Montañón Negro de Moya (día 11), La Manzanilla de Tunte (18) y La Palmita de Agaete (25).