El Tribunal Supremo ha dado la razón a los bomberos del Consorcio de Gran Canaria tras siete años de litigio contra el Cabildo por la imposición del aumento de la jornada laboral. Los bomberos pasaron entonces a trabajar una media de 400 horas de más al año, tal y como confirmó ayer en rueda de prensa José María Monzón, presidente de la Junta de Personal del Consorcio. Ahora, el Cabildo tendrá que hacer frente al pago de 12 millones de euros por esas horas anuladas por el Supremo, según calculan los bomberos.

La sentencia señala, asimismo, que los trabajadores tienen derecho a retrotraer su jornada a las 1.368 horas anuales legalmente establecidas.

En 2012, los bomberos grancanarios denunciaron que el aumento se había decidido de manera unilateral por la Junta General del Consorcio, compuesta por los ayuntamientos, el Cabildo de Gran Canaria y el Gobierno autonómico. Con esta resolución del Supremo "se ha puesto fin al cabildeo y a este anacoluto que desde el año 2012 nos impuso la administración", aseguró Pedro Gallego, representante de la Junta de Personal.

Los bomberos de la Isla han manifestado su preocupación por la falta de medios humanos que les ha llevado a la situación en la que se encuentran. La problemática comenzó en el año 2007 cuando el Consorcio pasó de dar servicio en cinco parques a prestarlo en ocho sin aumentar el personal. Monzón explicó que "el Consorcio no podía prestar el servicio con el mismo número de efectivos y lo que hizo fue introducir más jornada laboral con el fin de que nosotros cubriéramos ese déficit de plantilla".

Luis Miguel López, abogado que lleva actualmente el caso, señaló que el colectivo sufre, igualmente, falta de medios materiales que, junto con la de medios humanos, "imposibilita dar respuesta a las situaciones de emergencias que se producen en la Isla", poniendo "en riesgo a la ciudadanía y sus propias vidas".

Esta otra problemática ha dado lugar, según explicó López, a que se esté estudiando una nueva querella que será interpuesta en los juzgados competentes.